"Ganar aqu¨ª es un orgullo"
Ronaldinho, exultante tras superar a Shevchenko en el duelo de estrellas
![?ngels Pi?ol](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F2996def5-4f7d-4ecf-ada6-746768fac215.png?auth=4edcab0cb2f418f595b64b8e453c1c1ede58c476b20f5338b20762076716a89d&width=100&height=100&smart=true)
Rijkaard orden¨® casi al final del partido el cambio de Ronaldinho por Maxi, y el brasile?o, bajo un estruendoso abucheo, enfil¨® tranquilamente y con parsimonia hacia el banquillo. El t¨¦cnico se abraz¨® al 10, que sonri¨®. "No fue f¨¢cil, y lo conseguimos", dijo despu¨¦s. Se confes¨® "orgulloso" por una victoria que calific¨® de importante. El Giuseppe Meazza ya no ser¨¢ su asignatura pendiente. Le faltaba al gaucho cuajar una gran actuaci¨®n en el Milan despu¨¦s de que hace a?o y medio pasara, junto a Eto'o, casi desapercibido.
Rijkaard avis¨® que el partido era la ocasi¨®n para que el Bar?a se confirmara y tomara el testigo a un equipo especialista en acabar con la ilusi¨®n del m¨¢s pintado. Y el Bar?a lo logr¨®. El azar tambi¨¦n ayud¨®: toda la mala suerte que acumul¨® en Lisboa cambi¨® ayer por algo de fortuna. El Milan tuvo hasta cinco ocasiones y al Bar?a, una menos: el gol de Giuly y un bal¨®n al palo de Ronaldinho y dos oportunidades m¨¢s, una de Eto'o, otra de Iniesta.
El gaucho, que entr¨® en el estadio de San Siro aislado por unos auriculares, fue de menos a m¨¢s hasta que acab¨® inventando una asistencia maravillosa Giuly, que seg¨²n dijo "me alegra tanto como un gol. Es otra asistencia y dar pases me hace feliz". Como todo el Bar?a, ¨¦l tambi¨¦n creci¨® a medida que avanzaba el partido.
Las estad¨ªsticas dir¨¢n que Ronaldinho intervino en 72 ocasiones, que dio 20 pases bien, 19 mal, tir¨® tres veces a puerta, y que le hicieron cinco faltas. Tambi¨¦n recordar¨¢ que en otras muchas perdi¨® la pelota al intentar regatear o por la presi¨®n del rival, pero por encima de todo, en San Siro, Ronaldinho dej¨® en la memoria de la hinchada azulgrana, detalles que la afici¨®n que no olvidar¨¢ jam¨¢s.
Ancelotti, t¨¦cnico del Milan, escarmentando por el golazo que les marc¨® hace un a?o en el Camp Nou, quiso enjaular al crack entre Stam y Gatusso, quien al principio del encuentro le hizo una dura falta marcando el territorio. Tan mal debi¨® verlo Ronaldinho que hasta se cambi¨® de banda. No fue hasta que encontr¨® el sitio en el epicentro del terreno que el Bar?a no empez¨® a funcionar. No parec¨ªa, hasta entonces, c¨®modo en el partido.
Tampoco Shevchenko, el hombre que jam¨¢s falta a la cita ante los azulgrana, con cinco goles en su haber. Pero no era su noche. Incluso coron¨® un contragolpe que acab¨® en el pecho de Vald¨¦s. El ucraniano, m¨¢ximo goleador de la Liga de Campeones, con nueve dianas, se fue diluyendo, apenas si toc¨® 23 veces la pelota y s¨®lo apareci¨® cuando ya el partido era del gaucho, que primero regal¨® un gol, luego estrell¨® un bal¨®n en el palo y finalmente, le tir¨® un sombrero a Gattuso.
Llevaba d¨ªas con el partido en la cabeza, mimando su pierna derecha, y fue el mejor. Lo sab¨ªa cuando abandon¨® el mismo estadio que en el homenaje de Albertini le pidi¨® con pancartas que se fuera a vivir a Milan. Seguramente, el brasile?o, sonriendo en su camino hacia el banquillo, feliz despu¨¦s de que Gilardino, Ambrosini y Maldini erraran ante Vald¨¦s, debi¨® pensar entonces que Par¨ªs queda ya m¨¢s cerca. El no lo cree. "Yo no veo la Torre Eiffel, veo el Camp Nou y veo el Milan, un rival que nos lo va a poner muy dificil", asegur¨® Ronaldinho.
![Shevchenko se lamenta tras una jugada.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UJ3OQE7Q2FFWM3F7GE4FY6XC44.jpg?auth=ef83afc8a06da22e008384e15f6184d747d800d315756c3455365d0599e5a536&width=414)
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