Ferr¨¦z retrata la violencia de las favelas con el ritmo de un 'rap'

El escritor y rapsoda de hip hop Reginaldo Ferreira da Silva (S?o Paulo, Brasil, 1975), quien firma sus obras con el seud¨®nimo art¨ªstico de Ferr¨¦z, conoce bien la violencia de las favelas brasile?as porque vive en una de ellas: Capao Pecado, un enclave marginal no apto para turistas. En Manual pr¨¢ctico del odio (El Aleph), su segunda novela, Ferr¨¦z retrata el terror que padecen los habitantes de estos barrios mis¨¦rrimos, v¨ªctimas tanto de polic¨ªas corruptos como de sicarios vocacionales. El libro arranca con una larga lista de damnificados, que incluye m¨¢s de una treintena de nombres. "Es gente real que me sirvi¨® de inspiraci¨®n. Casi todos murieron asesinados. He querido rendirles el homenaje que se merecen", explica el autor.

Los protagonistas del libro son j¨®venes sin esperanza que abrazan la delincuencia como ¨²nica forma de sobrevivir. L¨²cio F¨¦ est¨¢ harto de peque?os golpes y planea un atraco te¨®ricamente perfecto. Entre sus compinches se encuentra Ani?a, quien padeci¨® de cr¨ªa los abusos sexuales de su padre, traum¨¢tica experiencia que la llen¨® de rabia y afin¨® su punter¨ªa.

"Las favelas est¨¢n dominadas por una nueva generaci¨®n de criminales. No se andan con tonter¨ªas. Lo que quieren, lo consiguen", apunta Ferr¨¦z, que elude los manique¨ªsmos simplones en su relato. "El libro habla de las consecuencias propias de un sistema bestial, que margina y no da oportunidades a los m¨¢s pobres. Convivo con personas que se arreglan por las ma?anas para ir a robar, como si fuera un trabajo normal. Besan a su mujer, rezan una oraci¨®n y se van a buscar la vida".

Ferr¨¦z se aficion¨® a la lectura de peque?o: los libros le salvaron la vida. Entre sus autores favoritos, cita a Ch¨¦jov, Bukowski, Pessoa y Gorki. "La lectura evit¨® que cayera en la delincuencia. El Gobierno de Brasil tendr¨ªa que saber que si no planta libros, cosechar¨¢ cad¨¢veres. Los j¨®venes de las favelas no tienen esperanza. Cuando alguien consigue salir de all¨ª, sus amigos le recuerdan como a un vencedor. Nadie es culpable, pero tampoco inocente". Los tiroteos sin sentido, las muertes gratuitas y las cruentas venganzas familiares componen una estampa recurrente en Manual pr¨¢ctico del odio.