Las visitas suspendidas se programar¨¢n durante el mes de mayo

Los hospitales catalanes conf¨ªan en que durante mayo puedan realizar todas las consultas canceladas por la huelga de m¨¦dicos. Pero si la semana que viene el sindicato Metges de Catalunya mantiene la convocatoria de dos d¨ªas m¨¢s de paro, estos plazos se podr¨ªan alargar a¨²n m¨¢s. El trabajo se acumula para los administrativos de los centros sanitarios. No paran de atender a los pacientes, escuchar sus quejas y asignar nuevas citas para las visitas canceladas.

"Reprogramar las visitas es muy complicado: las agendas siempre est¨¢n llenas, y a¨²n sufren las consecuencias de los tres d¨ªas de paro de hace un mes", explica doctor Antoni Casagran, gerente de la unidad asistencial del Grupo Mutua de Terrassa. En este centro ayer se cancelaron el 60% de las 650 consultas programadas. El personal administrativo procur¨® avisar a los pacientes para anunciarles que hoy se anulaba su consulta por la huelga, explica Casagran. Todas las consultas y pruebas canceladas se realizar¨¢n en las pr¨®ximas "tres o cuatro semanas".

Otros centros han optado por crear un tel¨¦fono de informaci¨®n para el paciente, para que pueda saber, antes de salir de casa, si su m¨¦dico secunda los paros. ?ste ha sido el caso del Hospital de Matar¨® (Maresme). "Las visitas canceladas se reprogramar¨¢n", explica Peter Reth, su subdirector m¨¦dico, y tendr¨¢n prioridad "las visitas urgentes y los pacientes m¨¢s graves". Lo mismo ocurre en el Hospital de Sabadell (Parc Taul¨ª). Ayer "se anularon 993 visitas de las m¨¢s de 1.200 previstas", explic¨® su director ejectuvio, Joan Mart¨ª.

En Bellvitge, la huelga volvi¨® a dejar sin atenci¨®n a numerosos usuarios de la sanidad p¨²blica que hab¨ªan sido citados para ayer y que al acudir a la hora convenida se encontraron con que los m¨¦dicos no trabajaban. Frente al punto de informaci¨®n del edificio de Consultas Externas se formaron colas de personas que desconoc¨ªan si ser¨ªan atendidas. Fue el caso de Judit Molgosa, que acompa?¨® a su abuela, de 80 a?os y enferma de Parkinson, a la consulta que ten¨ªa concertada desde hac¨ªa tres meses. "Hemos estado llamando desde casa para saber si el m¨¦dico nos atender¨ªa para ahorrarnos el viaje", explic¨®. Pero al no obtener ninguna respuesta se tuvieron que dirigir al centro a probar suerte. A las 12.40 ten¨ªan la visita programada, faltaban tres cuartos de hora y a¨²n no sab¨ªan si su m¨¦dico aparecer¨ªa.

Por su parte, Encarnaci¨®n Luque se mostr¨® muy molesta al conocer que su viaje para realizar unas pruebas previas a una operaci¨®n hab¨ªa sido en balde. "Ya vinimos el d¨ªa 30 del mes pasado, hab¨ªa huelga y nos citaron para hoy", lament¨®. Manuel Mart¨ªnez fue uno de los pocos pacientes que se mostr¨® comprensivo: "Los m¨¦dicos tambi¨¦n tienen su derecho de hacer reivindicaciones", expuso. "Que protesten, pero que no recaiga todo sobre los pacientes", consider¨® por el contrario Carlos G¨®mez, cuya visita al endocrino, programada desde enero, se retrasar¨¢ un mes.

En los centros de asistencia primaria de Barcelona, el seguimiento de la nueva huelga fue del 28%, seg¨²n el Departamento de Salud, un valor ligeramente inferior al de la de hace un mes (30%). La sensaci¨®n entre los trabajadores de los centros tambi¨¦n era que esta vez la adhesi¨®n de los facultativos ha sido "menor", como coment¨® una de las administrativas del CAP Maragall, el centro de mayores dimensiones de Barcelona. Este colectivo es uno de los m¨¢s molestos con la huelga, ya que, tal como ten¨ªan que explicar a los pacientes que iban a ser atendidos, "somos nosotros los que tenemos que dar la cara cuando no tenemos nada que ver".

Han colaborado en esta informaci¨®n: Gloria Ayuso, David Casals y Marta Mart¨ªnez.