Berlusconi anuncia que presentar¨¢ el martes su dimisi¨®n como jefe del Gobierno
Prodi sale debilitado tras una victoria ag¨®nica en su primera batalla parlamentaria
M¨¢s de tres semanas despu¨¦s de su derrota electoral, Silvio Berlusconi inform¨® ayer de que presentar¨¢ su dimisi¨®n como primer ministro italiano el martes. El anuncio se hizo una vez que Romano Prodi logr¨® la elecci¨®n de sus candidatos a la presidencia del Senado, Franco Marini, y de la C¨¢mara, Fausto Bertinotti, tras cuatro votaciones y una noche ca¨®tica. En la primera gran batalla parlamentaria de la legislatura, Prodi demostr¨® contar con la mayor¨ªa en ambas c¨¢maras, pero descubri¨® que su mandato va a estar plagado de dificultades, sobre todo en el Senado.
Bertinotti, l¨ªder de Refundaci¨®n Comunista, dedic¨® su elecci¨®n como presidente "a los obreros y las obreras", e hizo un canto a los partisanos de la II Guerra Mundial. El discurso de Bertinotti horroriz¨® a la derecha, pero no a Berlusconi, quien lo calific¨® de "coherente" y protagoniz¨® un gesto de distensi¨®n hacia el veterano comunista. Il Cavaliere se acerc¨® a la sala de Montecitorio donde Bertinotti y su familia celebraban la elecci¨®n y comparti¨® con ellos un brindis. Incluso brome¨® con los nietos de Bertinotti: "Por una vez, vuestro abuelo se merece un aplauso", les dijo.
La cortes¨ªa de Berlusconi no se extendi¨® a Prodi, a quien no se molest¨® en saludar. Sin embargo, anunci¨® al fin la esperada dimisi¨®n, una vez se comprob¨® que su sucesor contaba con una mayor¨ªa suficiente para intentar gobernar. Il Cavaliere precis¨® que el martes, a las 12.30, presidir¨¢ su ¨²ltimo Consejo de Ministros, y que despu¨¦s presentar¨¢ su renuncia ante el presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi. Berlusconi adelant¨® a los periodistas que no tiene intenci¨®n de dejar la pol¨ªtica. "Para alguien como yo ser¨ªa espl¨¦ndido poder tener unos a?os sab¨¢ticos. Pero pienso que, teniendo un apoyo tan alto, ser¨ªa como traicionar a los italianos", indic¨®, seg¨²n informa Efe.
Hasta el viernes, el centro-izquierda confiaba en que Ciampi, no dejara que fuera su a¨²n desconocido sucesor (que deber¨ªa jurar el cargo el 18 de mayo) quien llamara a Prodi al palacio del Quirinal el pr¨®ximo mi¨¦rcoles para encargarle la formaci¨®n de Gobierno; la agon¨ªa parlamentaria en el Senado deber¨ªan, por el contrario, llevarle a la prudencia y a descargar la responsabilidad en otro presidente.
Para Il Cavaliere, en el Senado qued¨® demostrada "la existencia de dos bloques pr¨¢cticamente id¨¦nticos y contrapuestos". "No hay una aut¨¦ntica mayor¨ªa y, por tanto, no se dan las condiciones para gobernar", a?adi¨®. El espect¨¢culo en el Senado fue, en efecto, entre esperp¨¦ntico y deprimente.
Francotiradores
Un grupito de rebeldes del centro-izquierda, amparados en el voto secreto, boicotearon por tres veces la elecci¨®n de su propio candidato escribiendo "Francesco Marini" en lugar de "Franco Marini", o ¨²nicamente el apellido, lo que implicaba la no atribuci¨®n del voto por la presencia de otro Marini, de nombre Giulio, en los esca?os senatoriales. Todas las sospechas recayeron en los centristas de Udeur, con experiencia en ese tipo de escaramuzas. Fueron bastantes los que teorizaron que el l¨ªder de Udeur, Clemente Mastella, hab¨ªa martirizado a Prodi por persona interpuesta (Marini) para recordarle que exig¨ªa el Ministerio de Defensa. Mastella neg¨® haber dirigido al grupo de francotiradores.
El viejo radical Marco Panella mont¨® un esc¨¢ndalo por no haber sido elegido senador; el presidente provisional Oscar Luigi Scalfaro se equivoc¨® con una papeleta dudosa (a favor de los suyos, el centro-izquierda) y se excus¨® alegando encontrarse mal (cosa cre¨ªble, dados sus 87 a?os y que llevaba m¨¢s de 12 horas intentando controlar un guirigay); la tercera votaci¨®n fue retrasada dos horas, pese a las protestas del centro-derecha, para repescar a los senadores del centro-izquierda que se hab¨ªan ido a casa, convencidos de que Marini ya hab¨ªa sido elegido... Hacia la una de la ma?ana, tras la tercera votaci¨®n infructuosa, algunos senadores se tumbaron sobre los esca?os para echar una cabezada. La senadora y premio Nobel de Medicina Rita Levi Montalcini, de 97 a?os, aguant¨® hasta el final.
Para Berlusconi, en el Senado se vio "un espect¨¢culo indecente". Para Piero Fassino, uno de los pesos pesados del centro-izquierda, s¨®lo se vio "lo normal". Quiz¨¢ el problema consisti¨® en enfrentar para la presidencia a dos democristianos de colmillo retorcido como Franco Marini y el inmarcesible Giulio Andreotti, compa?eros de casi toda una vida (Andreotti nombr¨® ministro de Trabajo a Marini en 1991 y ya entonces le trataba de "viejo amigo") y, sin embargo, despiadados el uno con el otro. Tras su elecci¨®n, Marini evit¨® estrechar la mano de Belceb¨² Andreotti.
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