Fernando no estaba en su tumba
Errores en la identificaci¨®n de 48 detenidos desaparecidos y dudas en otros 37 desatan una tormenta pol¨ªtica en Chile
El cineasta chileno Silvio Caoizzi registr¨® con su c¨¢mara uno de los documentales m¨¢s estremecedores sobre la dictadura de Pinochet: la identificaci¨®n y entrega a sus parientes de los restos de Fernando Olivares, un funcionario de la ONU asesinado por la dictadura, que estuvo a?os desaparecido. Junto al esqueleto de la v¨ªctima, cuyos restos fueron exhumados en democracia de una tumba sin nombre en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago, funcionarios del Servicio M¨¦dico Legal (SML, morgue), explican su certeza de que los huesos eran de la v¨ªctima. Fernando ha vuelto, se titula el documental.
Miguel Olivares, hermano de Fernando, es uno de los familiares filmados. "Cre¨ªamos que Fernando hab¨ªa vuelto, pero todav¨ªa no", dice. Hoy sabe, igual que otras 47 familias de v¨ªctimas de Pinochet, que los restos de sus parientes fueron mal identificados. En otros 37 casos no existe certeza de la identidad. Los errores han desatado una tormenta pol¨ªtica y una cacer¨ªa en busca de responsables. "Esto es inimaginable, maquiav¨¦lico: es la b¨²squeda eterna de Fernando. Todav¨ªa no nos recuperamos del mazazo", dicen Miguel y su hermano Jorge.
El domingo pasado, aun sabiendo que no era su hermano el que estaba sepultado, fueron a dejar flores. "Si no es Fernando, es un compa?ero de lucha, que luch¨® y muri¨® por lo mismo. Puede ser el marido de Sola Sierra (fallecida ex presidenta de la Agrupaci¨®n de Familiares de Detenidos Desaparecidos, AFDD) o el padre de Viviana D¨ªaz (dirigente de esta agrupaci¨®n). Quien sea, lo vamos a cobijar hasta que sea identificado", sostiene Miguel. A la madre de Fernando no le han contado que el hijo que cre¨ªa haber encontrado sigue todav¨ªa sin aparecer. "No lo resistir¨ªa", afirma Miguel.
Los parientes de los detenidos desaparecidos pasaron del estupor al llanto e indignaci¨®n cuando supieron de los errores, que reconoci¨® el director del SML, ?scar Vargas. "Que vaya a la iglesia y pida perd¨®n, que no lo haga a m¨ª o a las familias de las v¨ªctimas", afirm¨® la abogada Pamela Pereira, hija de un desaparecido.
Poco despu¨¦s del golpe de septiembre de 1973, los militares arrojaron 126 cuerpos de asesinados y torturados en el Patio 29 del mayor cementerio de Santiago, en 107 tumbas an¨®nimas en el suelo, que durante a?os tuvieron la leyenda "N. N.". Burl¨¢ndose de las v¨ªctimas cuando los cuerpos fueron exhumados, Pinochet dijo que "por econom¨ªa" sepultaron dos y tres por ata¨²d. S¨®lo con la democracia, en 1990, una investigaci¨®n judicial orden¨® la exhumaci¨®n e identificaci¨®n de los cuerpos.
El proceso tard¨® a?os y parec¨ªa terminado. En 1994, un informe de la Universidad de Glasgow, a petici¨®n del SML, cuestion¨® los procedimientos de identificaci¨®n, sin tecnolog¨ªa de ADN y con reconocimiento a trav¨¦s de puntos faciales superpuestos sobre los huesos, adem¨¢s de dentadura y ropa. A la familia de Olivares le extra?¨® que el SML no entregara el historial de identificaci¨®n de Fernando. A pesar del empe?o de los parientes, la transici¨®n a la democracia segu¨ªa su lento camino, con Pinochet al mando del Ej¨¦rcito hasta 1998. En 2002, Pereira denunci¨® a la Corte Suprema las irregularidades, entre ellas el ocultamiento del informe de Glasgow, y ¨¦sta las confirm¨® un a?o despu¨¦s, aunque no encontr¨® delito. El juez Sergio Mu?oz orden¨® exhumar los cuerpos sobre los que hay dudas, y otro juez determinar¨¢ c¨®mo identificar los restos.
La respuesta del Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) fue aumentar los fondos del SML. Los familiares le reprochan que no cambiara los directivos del SML y tomara medidas dr¨¢sticas. La presidenta Michelle Bachelet -hija de una v¨ªctima de la dictadura y torturada ella misma- parti¨® por reconocer el problema, asegurar nuevos recursos hasta identificar los cuerpos, nombrar una representante suya ante los familiares, y ya se ha reunido con dirigentes de la AFDD. La C¨¢mara de Diputados formar¨¢ una comisi¨®n de investigaci¨®n la pr¨®xima semana y no es descartable que cite a ex ministros y ex presidentes.
Hasta la derecha, olvidando su participaci¨®n en la dictadura, se sum¨® a las cr¨ªticas, hasta el punto de que Bachelet pidi¨® "no perder el Norte". Record¨® que el drama es "herencia de una dictadura donde hubo tortura, ocultamiento de la informaci¨®n y atropello de los derechos humanos", y sostuvo que no se debe presuponer que alguien actu¨® de mala fe o para ocultar la verdad.
Luz Castro dice sentirse burlada y con rabia porque ha revivido el drama de su padre, Jos¨¦ Castro, un dirigente campesino al que militares y civiles -todav¨ªa impunes- detuvieron en su casa despu¨¦s del golpe, en Paine, y desde entonces desaparecido. Ella se hizo cargo de sus 12 hermanos. En diciembre de 1994, las autoridades democr¨¢ticas devolvieron identificados los restos de Jos¨¦. "?bamos a ponerle flores para su cumplea?os, santo y el d¨ªa del pap¨¢. Ya que me hab¨ªan entregado sus huesos, deb¨ªan haberlo dejado tal cual. Lo habr¨ªa preferido a un nicho vac¨ªo. Esto ha sido como una segunda muerte", cuenta Luz. A diferencia de Castro, Miguel Olivares prefiere "la verdad, aunque duela".
![Memorial dedicado a las v¨ªctimas de la dictadura de Pinochet en el Cementerio General de Santiago.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VVNWX2EZCVP4T53T2KUK2YAU4E.jpg?auth=a40f71a2090dbb6c15aa26791fbe7c0fc1a66af952915562e429d0c6253d48d8&width=414)
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