La renovaci¨®n del viejo Aquarium donostiarra arrancar¨¢ en octubre

Las obras de renovaci¨®n de la parte antigua del Aquarium de San Sebasti¨¢n arrancar¨¢n el pr¨®ximo mes de octubre y durar¨¢n dos a?os. La remodelaci¨®n combinar¨¢ el respeto a la identidad y el estilo del viejo edificio inaugurado en 1928 con la incorporaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas. El espacio dedicado a museo ocupar¨¢ dos plantas, bajo las cuales, en el s¨®tano actualmente en desuso, se colocar¨¢n diez nuevas peceras.

El Aquarium de San Sebasti¨¢n abri¨® sus puertas en 1928. Setenta a?os despu¨¦s, en 1998, inaugur¨® su primera ampliaci¨®n, que tuvo como plato fuerte la incorporacion de un tanque de agua de dos millones de litros atravesado por un t¨²nel submarino de metacrilato. Ahora, est¨¢ enfrascado en su segunda gran remodelaci¨®n, dividida en dos fases y que costar¨¢ 15 millones de euros. De esta cantidad, 12,6 millones saldr¨¢n de las arcas del Ayuntamiento (5), la Diputaci¨®n (3,6) y el Gobierno vasco (4). El resto lo pagar¨¢ la Fundaci¨®n Oceanogr¨¢fica de Guip¨²zcoa, que gestiona el complejo.

La primera fase de los trabajos est¨¢ a punto de concluir e incluye un edificio de dos pisos sobre la terraza del Aquarium, contra el monte Urgull, que acoger¨¢ el bar, el restaurante y aulas para el nuevo master de Biolog¨ªa Marina. La zona del auditorio acoger¨¢ un acuario de ocho metros de base y cuatro de altura, cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista a primeros de junio.

La segunda fase de las obras comenzar¨¢ en oto?o y se centrar¨¢ en el viejo palacio del mar. El s¨®tano se recuperar¨¢ para colocar diez nuevas peceras. Ser¨¢n 400 nuevos metros cuadrados de espacio expositivo, en los que destacar¨¢ un gran tanque que simular¨¢ un r¨ªo tropical. All¨ª se podr¨¢n ver especies gigantes como la arapaima. En piscinas m¨¢s peque?as lucir¨¢n los corales y nadar¨¢n peces payasos, caballitos de mar, peces escorpi¨®n y otros, seg¨²n explic¨® ayer Philippe Lacase, de la empresa Coutant Aquariums.

El proyecto museogr¨¢fico ocupar¨¢ dos plantas y correr¨¢ a cargo de la firma Sono y el arquitecto Joan Sibina. Un audiovisual recibir¨¢ al visitante para introducirle en la vida en el mar. El esqueleto de ballena, suspendido entre las dos alturas, continuar¨¢ siendo el protagonista del museo. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, el p¨²blico, colocado cerca de los restos del mam¨ªfero, tendr¨¢ la sensaci¨®n de estar cazando una pieza similar. Podr¨¢ conocer tambi¨¦n los entresijos de la construcci¨®n de barcos o los utensilios utilizados en el arte de la pesca.