El PP boicotea con una gran bronca la intervenci¨®n del ministro Alonso en el Congreso

El Congreso autoriz¨® ayer reforzar con hasta 150 militares el contingente espa?ol en Afganist¨¢n, aplicando por vez primera la Ley de Defensa Nacional. Pero el debate y la posterior votaci¨®n quedaron eclipsados por la monumental bronca organizada por el Grupo Popular para boicotear la intervenci¨®n del ministro de Defensa, Jos¨¦ Antonio Alonso, al que responsabiliza de la detenci¨®n de dos militantes del PP cuando era titular de Interior. El presidente del Congreso, Manuel Mar¨ªn, expuls¨® del hemiciclo al diputado del PP Vicente Mart¨ªnez Pujalte, una medida sin precedentes en la etapa democr¨¢tica. El PP mont¨® otro esc¨¢ndalo en la Asamblea de Madrid, donde sus diputados se pusieron esposas de pl¨¢stico.

Salvo por su espectacularidad, el alboroto no cogi¨® a nadie por sorpresa. Los diputados populares hab¨ªan sido avisados por la direcci¨®n de su grupo y la noticia de lo que preparaban hab¨ªa llegado a o¨ªdos del presidente del Congreso y del ministro de Defensa.

Mar¨ªn intent¨® conjurar el peligro con un gesto previo de autoridad, la expulsi¨®n de Mart¨ªnez Pujalte, pero luego opt¨® por el tancredismo, consciente de que no pod¨ªa expulsar a todos los vociferantes y de que su ¨²nica alternativa era suspender la sesi¨®n. Igual hizo Alonso, que ley¨® el discurso que tra¨ªa preparado ajeno al barullo que imped¨ªa escucharle.

El incidente comenz¨® cuando finalizaba el debate del punto anterior. Eran poco menos de las tres de la tarde y el titular de Defensa hizo entrada en el hemiciclo. Desde los esca?os del PP, todav¨ªa semivac¨ªos, empezaron los abucheos.

Mart¨ªnez Pujalte, gesticulante, se dirigi¨® a Alonso y le espet¨®: "?Ministro, dimisi¨®n!." En ese momento, Mar¨ªn le advirti¨®: "Por favor, le ruego mantenga silencio. Le llamo al orden por primera vez y lamento hacerlo, pero respete al orador".

Acab¨® el debate sobre la reforma judicial y se reanudaron las voces. "?Importa mucho la polic¨ªa!", grit¨® Mart¨ªnez Pujalte, seg¨²n recoge el acta taquigr¨¢fica, mientras ¨¦l y la portavoz adjunta del PP, Mar¨ªa Salom, hac¨ªan el gesto de cruzar las mu?ecas como si estuvieran esposados.

Mart¨ªnez Pujalte vuelve a la carga y se dirige a Alonso: "Se?or ministro, que nos detienen". Nueva amonestaci¨®n de Mar¨ªn: "Se?or Pujalte, le llamo al orden por segunda vez". Replica Pujalte: "Pero no me detiene". El presidente insiste: "Le advierto que si tuviera que llamarle al orden por tercera vez le invitar¨¦ a abandonar el hemiciclo". "?La polic¨ªa!", se escucha gritar a Pujalte.

En ese instante, Mar¨ªn anuncia la decisi¨®n: "Se?or Mart¨ªnez Pujalte le llamo al orden por tercera vez. Abandone el hemiciclo".

El diputado popular hace gestos con la cabeza de desobedecer la orden e insiste: "Que me detengan". Para entonces, el jaleo en el hemiciclo es ya formidable. Algunos diputados del PP gritan "Que lo detengan".

La bara¨²nda va en aumento y el portavoz del PP, Eduardo Zaplana pide la palabra. A partir de ah¨ª se entabla una pugna entre Zaplana y Mar¨ªn. Aquel porf¨ªa por hablar y ¨¦ste le contesta que lo har¨¢ "sin ninguna duda", pero s¨®lo cuando se vaya Pujalte.

Pasan unos cuatro minutos sin que el miembro del PP obedezca la orden. El presidente lee el art¨ªculo del Reglamento de la C¨¢mara que le faculta para expulsar a un diputado y, a¨²n m¨¢s, para impedirle asistir a la pr¨®xima sesi¨®n. Tarjeta roja parlamentaria, que hasta ahora nunca se hab¨ªa sacado en democracia.

El diputado expulsado baja la escalinata en medio de los aplausos y palmadas en el hombro de sus compa?eros. Antes de salir, hace una reverencia tan pronunciada como burlesca; primero hacia Alonso y, luego, en direcci¨®n a Mar¨ªn. Mientras se inclina dice unas palabras que no se escuchan desde la tribuna de prensa y que Mar¨ªn no quiso luego revelar.

Reprobaci¨®n del presidente

Tras la salida de Pujalte, Zaplana toma por fin la palabra para advertir a Mar¨ªn de que su grupo no est¨¢ de acuerdo con la expulsi¨®n del diputado y que presentar¨¢ una propuesta de reprobaci¨®n del presidente del Congreso. Por la tarde, el escrito ya estaba en el registro de la C¨¢mara.

Por fin, el ministro Alonso sube a la tribuna. La bronca arrecia m¨¢s que nunca. Gritos de ?dimisi¨®n! ?fuera! ?libertad! o ?fascista!. Entre los que m¨¢s gritan, el diputado Roberto Soravilla. "Unos mandan detenernos y otros nos echan de aqu¨ª", clama Francisco Gonz¨¢lez.

Alonso s¨®lo hace una referencia a la situaci¨®n que se est¨¢ viviendo: "?ste es la Espa?a que quiere el Partido Popular, la del enfrentamiento descarnado y cainita, la de la manipulaci¨®n del Parlamento. Se sirven para ello de mentiras y manipulaciones, es su estilo, nada nuevo al respecto".

Los patataleo redoblan. Los insultos y gritos ahogan la voz de Alonso. Pero Mar¨ªn permanece aparentemente impert¨¦rrito, no realiza ni una sola llamada al orden. Fuentes de la Presidencia de la C¨¢mara indicaron m¨¢s tarde que el Gobierno no deseaba la suspensi¨®n del pleno porque el despliegue log¨ªstico para el traslado de las tropas a Afganist¨¢n estaba ya preparado y la imagen de Espa?a se habr¨ªa resentido.

Zaplana sube a la tribuna y responde a Alonso: "La Espa?a que queremos nosotros es la Espa?a en la que no se pueda detener ilegalmente a las personas por el hecho de ser militantes de un partido pol¨ªtico".

Despu¨¦s de que intervengan todos los portavoces, el ministro tiene derecho a una r¨¦plica. Pero Alonso renuncia a intervenir. No quiere reabrir el debate.

A¨²n as¨ª se produce una trifulca final. La diputada del PP Ana Bel¨¦n V¨¢zquez asegura que un diputado socialista ha realizado "un gesto obsceno, ofensivo y machista". El afectado lo niega y alega que ha sido insultado.

Zaplana, por su parte, pide que se permita votar a Pujalte, "pues la sociedad espa?ola no entender¨ªa que el ministro responsable de las detenciones ilegales estuviera aqu¨ª y no pudiera hacerlo este diputado". Es el sambenito. Para el PP, Alonso ya no es el ministro de Defensa, sino el "responsable de las detenciones ilegales". Como dijo Zaplana, la relaci¨®n de su grupo con ese ministro "se hace insostenible".