Zidane se despide con un gol y Ramos acusa a Del Nido

Juan Ram¨®n L¨®pez Caro, que, de peque?o, era sevillista, sol¨ªa repetir que, con ¨¦l al mando, el Madrid va a ser el campe¨®n de la segunda vuelta. Puede ser cierto. A pesar de la derrota de ayer y de volver a jugar mal, sali¨® del S¨¢nchez Pizju¨¢n como l¨ªder virtual de su Liga imaginaria.

En ese torneo de fantas¨ªa, con 19 jornadas entre la Epifan¨ªa del Se?or y la primavera, el equipo blanco se impone por un punto al Bar?a, al que, eso s¨ª, a¨²n le queda un encuentro que jugar, y que actu¨® en el anterior con los suplentes pensando en la cita de Par¨ªs.

En el torneo de los sue?os del todav¨ªa entrenador madridista lo mismo da ir ganando por 0-2 que acabar perdiendo por 4-3. Cuando L¨®pez Caro se santigua - lo hace a cada rato-, la providencia sanciona su ley inexorable. Entonces, el hombre, resignado, se presenta en la sala de prensa y dice cosas como que su equipo fue "espectacular" y el Sevilla estuvo "brillante". Todo reluce. La tabla enga?a. La virtud no depende del resultado, sino de una misteriosa conexi¨®n ¨ªntima con lo inefable.

Termina la temporada y pronto las palabras de L¨®pez Caro ser¨¢n olvidadas en la tormenta electoral que se avecina. Con el paso del verano, los hinchas madridistas ir¨¢n asimilando el fin de algo m¨¢s. Ayer, Zidane, a los 33 a?os, jug¨® su ¨²ltimo partido con la camiseta blanca. Decidi¨® retirarse porque no soporta el fracaso. Su gesto descubre un hombre agotado. Tras tres temporadas sin tocar un trofeo, ya no ve nada espectacular por ning¨²n lado. Est¨¢ avergonzado. Podr¨ªa seguir ofreciendo buenos partidos, pero ya no soporta la mediocridad y la prepotencia. Para firmar su despedida marc¨® un gol, otro zurdazo. Fue su noveno tanto de la temporada. Una cifra que iguala su mejor registro goleador en la Liga. Le espera ahora el Mundial de Alemania para despedirse de lo que le queda: los hinchas de Francia.

El Madrid se fue del S¨¢nchez Pizju¨¢n maltratado por el grader¨ªo. El primero, Ra¨²l. El capit¨¢n madridista escuch¨® increpaciones y consignas denigrantes. Como si a¨²n no hubiera demostrado lo suficiente. Le gritaron que es simplemente "malo".

Tal vez este juicio no hiri¨® tanto a Ra¨²l como los insultos que escuch¨® Sergio Ramos. Traspasado el verano pasado al Madrid por 39 millones de euros, al central de Camas no le agradecieron haber hecho rico al Sevilla. Al contrario. La facci¨®n m¨¢s violenta del sevillismo le tild¨® de traidor. Al salir del campo, el jugador estaba dolido. Dijo a la cadena SER que todo es por culpa del presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, que ha hecho circular una versi¨®n falsa. "Me han insultado a m¨ª y a mi madre en mi casa", se quej¨® Ramos; "voy a hablar con mi agente para que diga la verdad sobre mi traspaso. La verdad que no quiere contar Del Nido".