Y cantaron 'L'Estaca'
La fiesta oficial en el Bois de Boulogne se cerr¨® con la canci¨®n de Llu¨ªs Llach, y los jugadores bailaron en Par¨ªs hasta bien entrada la madrugada
Y cantaron L'Estaca, aquella canci¨®n de Llu¨ªs Llach que llen¨® Par¨ªs de catalanidad en los setenta. Fue al alba, al final de una noche que el barcelonismo se bebi¨® en Par¨ªs como si fuera una copa de cava, la noche m¨¢s cul¨¦ que se haya conocido en las riberas del Sena. Los jugadores abandonaron el Bois de Boulogne y se dirigieron a la discoteca VIP, en los Campos El¨ªseos, donde Messi qued¨® exhausto en un sof¨¢ y Sylvinho, asustado por la presencia de unos espectaculares drag queens en la sala.
Fue entonces, cuando ya no quedaban pol¨ªticos en la fiesta organizada por la directiva del Barcelona -y hubo bastantes, en especial convergentes, "alcalde, alcalde", le gritaron a al abandonar el recinto a Xavier Tr¨ªas-; ni siquiera quedaban apenas miembros del dream-team, casi todos con se?ora y ni?os/as, ya en sus hoteles. Fue entonces, cuando alguien -todos apuntan a Toni Rovira- se acerc¨® a la cabina del DJ y pinch¨® el hit mas celebrado de la noche: "L'Avi Siset em parlava...", empez¨® a escucharse por los altavoces, a toda mecha. Y all¨ª, en la pista, una Echevarr¨ªa cant¨® a pleno pulm¨®n. "Segur que tomba, tomba, tomba...". Su hermano Alejandro, cu?ado de Laporta y ex directivo dimitido hace pocos meses, celebraba el t¨ªtulo en Barcelona con Alfons Godall, ¨²nico miembro de la junta que no estuvo en Par¨ªs.
La noche fue dura para el departamento de protocolo del club, que trabaj¨® a destajo, y eso s¨ª, con eficiencia para separar el trigo de la paja -a usted le pongo el brazalete, a usted no le dejo pasar- aunque bastaba con ser amigo del hermano del presidente para que se te abrieran de par en par las puertas del local. De hecho, eran precisamente sus amigos los m¨¢s animados de la noche.
Una vez dentro, los invitados disfrutaron de canap¨¦s, trago largo -no hab¨ªa cervezas- y champ¨¢n franc¨¦s. La estrella de la noche fue, sin duda, el trofeo que levant¨® Carles Puyol en el Stade de France. La Copa de Europa, manoseada por cientos de invitados, sirvi¨® de fondo para cientos de fotos hasta que Carlos Naval, delegado del equipo, al grito de "este trofeo, es de los jugadores", se la llev¨® al fondo de una de las salas del acogedor Pavelion d'Armenonville, el lugar escogido por el directivo Albert Perr¨ªn para celebrar la victoria en Par¨ªs.
Gozaron los profesionales del primer equipo de un ¨¢rea reservada que agradecieron. Como gozaron los jugadores del dream team del dulce sabor del reencuentro, que tambi¨¦n agradecieron. Juan Carlos, Nando, Amor, Alexanko, Salinas, Laudrup y compa?¨ªa celebraron el haber dejado de ser los ¨²nicos en ganar esa Copa. Ellos, sus esposas y sus hijos, que a golpe de festejo van a terminar por intimar. "De estas sale una boda", brome¨® alguno. Los h¨¦roes de la noche, para esas glorias no tan viejas, fueron, indiscutiblemente, Eusebio Sacrist¨¢n, Juan Carlos Unzue y, por supuesto, Txiki Begiristain, aunque el de Olaberria se hizo h¨¢bilmente un lugar junto a la barra del bar. Desde all¨ª contempl¨® la charla de Andoni Zubizarreta y V¨ªctor Vald¨¦s, que hablaron de sus cosas, o sea, de ese f¨²tbol que s¨®lo se entiende visto desde la perspectiva de los tres palos.
Para los jugadores catalanes, el d¨ªa termin¨® donde empez¨®, en el hotel Trian¨®n parisino. Para los extranjeros, el sol sali¨® en la discoteca. Para la directiva, la mujer del presidente de la primera, coreando aquello de "ens podrem alliberar". La Copa, como en Londres en 1992, durmi¨® en la habitaci¨®n de Naval. Un cl¨¢sico.
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