Pamplona devuelve la visita a Hemingway
Autoridades navarras homenajean al escritor en su tierra natal
A sus casi 78 a?os, a Patrick Hemingway le quedan pocas cosas por hacer, pocas ilusiones que todav¨ªa no haya podido satisfacer. Pero lleva una espina en el coraz¨®n: visitar Pamplona: "Quiero vivir por lo menos un a?o m¨¢s para poder ir a los sanfermines, para poder ver todo aquello que mi padre contaba". Patrick, ¨²nico hijo vivo del premio Nobel Ernest Hemingway, sabe bien que Navarra nunca olvidar¨¢ a su padre. Con pa?uelo rojo al cuello y una permanente sonrisa, Patrick no dud¨® el pasado viernes en abandonar su tranquilo retiro espiritual en Craig, Montana, para desplazarse a la no menos buc¨®lica poblaci¨®n de Oak Park, a escasos kil¨®metros de Chicago, lugar que vio nacer a su padre en 1899. All¨ª, en el Museo Ernest Hemingway, a pocos metros de la casa natal del autor, Pamplona decidi¨® devolverle la visita.
"Espa?a era para mi padre su segundo pa¨ªs", dice Patrick, hijo de Ernest Hemingway
Con una delegaci¨®n de Navarra, la alcaldesa de la ciudad, Yolanda Barcina, particip¨® en un homenaje al escritor con dos exposiciones y una recopilaci¨®n de textos, v¨ªdeos y fotograf¨ªas sobre la estrecha relaci¨®n de Hemingway con Pamplona, que la comunidad foral ha donado a la fundaci¨®n del autor.
A Patrick Hemingway no le cabe duda de qu¨¦ fue lo que cautiv¨® al escritor: el esp¨ªritu amable de la gente, la cercan¨ªa de las personas y el modo de vida, la fiesta. "No hay que olvidar que cuando mi padre comenz¨® a visitar Espa?a, por los a?os veinte, en EE UU estaba prohibido el alcohol, te pod¨ªan meter en la c¨¢rcel, as¨ª que mi padre encontr¨® la felicidad junto a un vaso de vino". Patrick no duda en afirmar: "Mi padre consideraba a Espa?a su segundo pa¨ªs, su pa¨ªs de adopci¨®n; le gustaba tanto que estuvo all¨ª incluso en la dictadura franquista, despu¨¦s de haberse jurado que nunca m¨¢s podr¨ªa pisar Espa?a".
La influencia de Hemingway contribuy¨® a cambiar la imagen de Espa?a en EE UU. "Una imagen asociada a la barbarie y a las guerras de Cuba y Filipinas. Con Hemingway, EE UU conoci¨® una Espa?a m¨¢s amable y cercana", asegura Allen Josephs, profesor de Literatura en la Universidad de Pensacola (Florida) y uno de los mayores expertos en el autor. De esa opini¨®n es John Tibensky, que estuvo entre las 300 personas que acudieron a Oak Park y miembro del Club Taurino de Chicago, con casi 100 amantes de los toros. Tras leer al autor, el matrimonio de John y Carol Dudzik fue a los sanfermines de 1983 a 1993. "Fueron diez a?os magn¨ªficos en los que corr¨ª 32 encierros", recuerda John.
El acto coincidi¨® con la decisi¨®n de Cuba de enviar copias de m¨¢s de 20.000 documentos relacionados con el escritor a la Biblioteca del Congreso, seg¨²n informa al diario cubano Granma Marta Arjona, cumpliendo con un acuerdo de 2002 para restaurar el legado de Hemingway.
El homenaje cerr¨® la II Semana Navarra-USA 2006, en la que el presidente de la comunidad foral, Miguel Sanz y la alcaldesa Barcina acompa?aron a una delegaci¨®n de empresarios navarros a Nueva York y Chicago.
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