El cambio en Latinoam¨¦rica desata el debate
Desde la cr¨ªtica o el apoyo, los intelectuales buscan explicaciones a la transformaci¨®n pol¨ªtica y social
Los fantasmas agazapados de Am¨¦rica Latina han empezado a aparecer. La prueba de que el continente est¨¢ m¨¢s vivo que nunca. Que se reinventa tras d¨¦cadas de Gobiernos que han saqueado las promesas y las esperanzas de sus ciudadanos.
Eso es lo que vislumbran los intelectuales latinoamericanos con dudas y opiniones polarizadas frente a los cambios pol¨ªticos y econ¨®micos que se viven all¨ª, pero unidos por una misma sensaci¨®n de expectaci¨®n y optimismo. "Hay decepci¨®n. Y aunque todo est¨¢ muy nublado, y las relaciones entre pa¨ªses est¨¢n tensas, es fundamental que la gente opine", afirma N¨¦lida Pi?¨®n, escritora brasile?a y Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras 2005.
Una Am¨¦rica Latina que cambia de rumbo y se muestra fragmentada. Como se vio el pasado fin de semana en Viena en la Cumbre UE-Latinoam¨¦rica que reuni¨® a 60 jefes de Estado y de Gobierno. Y que tendr¨¢ otra escenificaci¨®n el jueves en Buenos Aires, con una manifestaci¨®n en la plaza de Mayo en la que el p¨²blico pedir¨¢ a N¨¦stor Kirchner y su esposa, al mejor estilo Per¨®n-Per¨®n, que se presente a la reelecci¨®n presidencial de Argentina en 2007. Y, como ruido de fondo, consignas antisistema y reivindicaci¨®n de nacionalismos y de unidad continental.
Mutis: "Estamos llegando al nivel m¨¢s cr¨ªtico del ego¨ªsmo y cinismo de los pol¨ªticos"
Montejo: "Hay que distinguir la izquierda democr¨¢tica de la de procederes autocr¨¢ticos"
Galeano: "En tiempos oscuros hay que aprender a volar en la oscuridad"
Ser¨¢ la romer¨ªa de todos los fantasmas latinoamericanos que asustan, pero ya no les espantan: los resucitados de la izquierda en sus m¨²ltiples manifestaciones y f¨®rmulas pol¨ªticas que se cre¨ªan anacr¨®nicas y los perpetuos de las desigualdades e injusticias en todos los niveles. Pero sus pobladores han decidido darse otra oportunidad. As¨ª se percibe desde el R¨ªo Bravo hasta Tierra del Fuego, un territorio de 450 millones de personas que dan vida a 22 naciones. Y donde tradicionalmente los intelectuales han tenido una relevante presencia. EL PA?S ha invitado a 20 de ellos, que no se les ha o¨ªdo mucho en Espa?a sobre el tema, para que den las claves del presente de Am¨¦rica Latina.
Como pre¨¢mbulo de un continente con vocaci¨®n de laboratorio de revoluciones y reformas, las palabras del narrador y poeta colombiano ?lvaro Mutis, premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras 1997, que recoge el sentimiento tan legendario como real del latinoamericano: "Jam¨¢s he participado en pol¨ªtica. No he votado nunca, ni votar¨¦. Los pol¨ªticos, todos, me parecen un desastre de cinismo y ego¨ªsmo. Aqu¨ª estamos llegando al nivel m¨¢s cr¨ªtico de ese ego¨ªsmo y cinismo. No creo ni en la izquierda ni en la derecha. Todo son pretextos c¨ªnicos para tomar el poder y hacer dinero. En Europa en el siglo XVIII hubo intercambio de soluciones, tambi¨¦n destruida por el pol¨ªtico profesional. Hab¨ªa un camino que se hac¨ªa, aqu¨ª no se hace nada. S¨®lo hay muertos, miseria, corrupci¨®n, falta de sentido. Ya no hay fisuras entre pa¨ªses, ?hay abismos! Por eso no veo qu¨¦ se puede hacer. Se supone que los Gobiernos tienen los mecanismos para buscar soluciones. Pero no quieren y dejan que todo suceda como en las fotos m¨¢s macabras y c¨ªnicas".
Una vor¨¢gine de decepciones donde se abre paso Carlos Monsiv¨¢is, uno de los escritores y pensadores de referencia de M¨¦xico, para se?alar esos fantasmas que han tra¨ªdo consigo este momento: "En Am¨¦rica Latina, y esto es fundamental, ya es posible hablar de Am¨¦rica Latina, y no como sol¨ªa hacerse de la suma mec¨¢nica de los pa¨ªses. A la unidad, todav¨ªa no muy clara pero irreversible, contribuyen varios factores: los efectos del neoliberalismo (el desempleo, las grandes migraciones, los ecocidios...), la presencia militante de los hispanos o latinos en Estados Unidos, el aspecto de las grandes ciudades (con todo y cadenas de franquicias), el impulso de las industrias culturales, las cat¨¢strofes de los sistemas educativos, las presiones ominosas de Norteam¨¦rica y el sistema financiero internacional y, especialmente en el campo cultural, la confluencia de la literatura, m¨²sica, las artes pl¨¢sticas, la arquitectura, el teatro de cada naci¨®n. La democracia y la sociedad civil son los conceptos que han sustituido en casi todas partes a la revoluci¨®n como t¨¦cnica de afirmaci¨®n comunitaria y meta hist¨®rica nunca alcanzada del todo, pero capaz de modificar las vidas. Sin embargo, hay un l¨ªmite: la impunidad de la clase gobernante que en casi todos los pa¨ªses acepta la democracia pero en rigor apenas la toma en cuenta. Las crisis del continente son econ¨®micas, sociales, de racismo interminable, de reconsideraci¨®n del proyecto hist¨®rico, del relegamiento de las mujeres y de indefensi¨®n ante la violencia, all¨ª donde juega un papel fundamental el narcotr¨¢fico. Adem¨¢s, a la democracia la reemplaza en muchos pa¨ªses la mercadotecnia que convierte en producto a los candidatos y en falsos consumidores a los ciudadanos".
Identificados los fantasmas, los analistas reconocen la agudizaci¨®n de una crisis que ha modificado la geopol¨ªtica latinoamericana, y donde sigue vigente la presencia del r¨¦gimen cubano. Para el poeta venezolano Eugenio Montejo, todo tiene su origen en que "ante los crecientes problemas de pobreza, desempleo, inseguridad o educaci¨®n, las acciones gubernamentales de las ¨²ltimas d¨¦cadas se han considerado en buena parte insatisfactorias o inviables, y como reacci¨®n ha aumentado la radicalizaci¨®n y el descontento. Se se?ala una inclinaci¨®n a elegir gobiernos izquierdistas, cuyos procesos se corresponden con la insatisfacci¨®n actual. Conviene distinguir entre la izquierda democr¨¢tica (Bachelet, Lula o Tabar¨¦) y la izquierda de evidentes procederes autocr¨¢ticos, como la de Ch¨¢vez".
Es una revoluci¨®n d¨¦bil y coyuntural, seg¨²n el narrador ecuatoriano Leonardo Valencia. "Una revuelta que surge del hartazgo de la explotaci¨®n indiscriminada, del debilitamiento de la usual injerencia de Estados Unidos en Am¨¦rica Latina al tener tantos frentes abiertos en Oriente y Oriente Medio, y de la falta de pol¨ªticos de nivel que tengan voz para no someterse a los intereses capitalistas. Pero es una revoluci¨®n que no ocurre en todos los pa¨ªses. La radical y populista ha surgido en Venezuela y Bolivia, por el peso de sus recursos en petr¨®leo, gas y minerales, y probablemente ocurra en Per¨² por sus reservas de gas. Ecuador, sin embargo, gran productor petrolero, tiene como moneda el d¨®lar estadounidense y est¨¢ sometido a las presiones de Estados Unidos en connivencia con grupos de poder nacionales y una corrupci¨®n desbordada".
Es la hora de la discordia. Eso dice el novelista salvadore?o Horacio Castellanos Moya. "No hay revoluci¨®n, sino caricatura y fanfarria; no hay renovaci¨®n, sino una enorme desesperaci¨®n de masas empobrecidas. Los liderazgos pol¨ªticos se repelen y se repugnan: los argentinos y los uruguayos por la instalaci¨®n de una f¨¢brica de papel, los brasile?os y los bolivianos por el gas, los nicarag¨¹enses y los costarricenses por la migraci¨®n de los primeros, los venezolanos y los mexicanos por su relaci¨®n con Bush. No hay una br¨²jula ni modelo. Estados Unidos est¨¢ metido en su propia crisis y Europa queda demasiado lejos. Lo que veo es caos. Quiz¨¢ s¨®lo Chile se rija por el sentido com¨²n". De los pa¨ªses clave s¨®lo Colombia sigue fiel a Estados Unidos, y seguir¨¢ cuatro a?os m¨¢s porque es casi seguro que ?lvaro Uribe sea reelegido.
Es una Am¨¦rica Latina que surge de una frustraci¨®n generalizada y fracaso de un modelo, reflexiona Cristovam Buarque, escritor brasile?o, ex ministro de Educaci¨®n de Lula y candidato a la presidencia este a?o. "La gente se ha decepcionado de la democracia y sus partidos". Y se muestra preocupado ante quienes dicen tener alternativas como las de Ch¨¢vez y Morales, "f¨®rmulas del pasado que no saben proponer un salto hacia delante. Viven la preglobalizaci¨®n y no buscan la postglobalizaci¨®n".
En un a?o en el que hay 10 elecciones presidenciales, el artista peruano Fernando Bryce dice que el nuevo mapa hay que verlo con cautela. "Entre las tendencias populistas y autoritarias, hoy revestidas de discurso antiimperialista y el nuevo centro-izquierda liberal, m¨¢s de lo mismo, no veo nada que se asemeje a una idea de futuro coherente y esperanzador".
Hasta que aparece el nombre del pen¨²ltimo responsable de todo esto: el neoliberalismo. Para el autor chileno Rafael Gumucio la importaci¨®n de ese modelo en los noventa se adapt¨® mal. "Estaba plagado de incoherencias. Es un momento apasionante donde surge una izquierda que no adhiere los mitos de los sesenta, y el di¨¢logo de intelectuales se hace fruct¨ªfero".
Para el autor boliviano Jos¨¦ Edmundo Paz Sold¨¢n, el modelo neoliberal dio cierta estabilidad al continente. "Pero no logr¨®, excepto en contadas ocasiones, reactivar la econom¨ªa. Revolucion¨® las expectativas y dej¨® claro que los problemas estructurales del pa¨ªs requieren de m¨¢s de una generaci¨®n para ser solucionados". Recuerda que la crisis del modelo abri¨® puertas por donde han entrado l¨ªderes de izquierda y de estirpe populista. "Lo que no sorprende, porque aqu¨ª hay tradici¨®n de confianza en el caudillo, en el hombre providencial. Del retorno a un discurso conocido, nacionalismo populista, y de una reestructuraci¨®n del sistema con una crisis que se ha cargado los partidos tradicionales".
Pero con la llegada de Lula en 2002 se renov¨® la esperanza. Nadie niega que se vive una revoluci¨®n pol¨ªtica y social sin precedentes, asegura Alfredo Jaar, artista chileno. "La raz¨®n m¨¢s clara es la lucidez de las nuevas generaciones que reaccionan ante la insoportable realidad sin miedo, y con una participaci¨®n activa en todo. Cuando en el resto del mundo soplan aires fascistas, aqu¨ª se da ejemplo de un pensar y actuar progresista. No nos podemos dar el lujo de la apat¨ªa pol¨ªtica de Europa y Estados Unidos". Y aunque hay diferencias entre dirigentes y pa¨ªses, reina el mismo esp¨ªritu: "un esp¨ªritu nuevo de sensibilidad social y una voluntad de progreso en todas las esferas de la sociedad".
Este atlas oral de Am¨¦rica Latina tambi¨¦n tiene voces curadas de espantos. Mario Benedetti, uno de los que celebra el presente. El escritor uruguayo asegura que "en medio de todo, las contradicciones internas que hay, Am¨¦rica Latina est¨¢ mejorando. Varios pa¨ªses han elegido Gobiernos progresistas pero cada pa¨ªs tiene su estilo propio. Incluso creo que los propios Estados Unidos est¨¢n aprendiendo a ser menos agresivos con nosotros". Es importante notar, a?ade, que por primera vez est¨¢n teniendo cierta vigencia los grupos ind¨ªgenas y se est¨¢n dejando o¨ªr. El boliviano Morales es el primer presidente ind¨ªgena del continente.
Una de las m¨¢s optimistas es la narradora mexicana ?ngeles Mastretta. No cree que ahora exista un caos superior al de otras ¨¦pocas. "Me he pasado la vida pecando de optimista y he tenido raz¨®n. Pero lo que sigue siendo un reto y una verg¨¹enza es la desigualdad que hemos propiciado. ?se es el problema a resolver. Hemos caminado bien en la consolidaci¨®n del sistema democr¨¢tico, es un logro. Nos pueden gustar o no los elegidos, pero ya son elecciones limpias y cre¨ªbles, tras largos periodos dictatoriales o concertados en algunos pa¨ªses. ?Eso es un milagro!".
Por eso contra el prejuicio de que todo lo del pobre es robado est¨¢n el cineasta argentino Juan Jos¨¦ Campanella y el peruano Javier Corcuera. El primero reconoce que "es una combinaci¨®n de crisis y logros que se tensionan entre s¨ª. Los nuevos Gobiernos elegidos marcan un rechazo al neoliberalismo de los noventa, que s¨®lo gener¨® un aumento de la pobreza". Para Corcuera, "lo que sucede en pa¨ªses como Bolivia es un trabajo de largo tiempo de las organizaciones sociales de base que han buscado alternativas de un cambio real a trav¨¦s de la democracia".
Una Am¨¦rica Latina enmara?ada de opiniones que tiene dos malas maneras de entender, seg¨²n el escritor nicarag¨¹ense Sergio Ram¨ªrez: "Como una clonaci¨®n de fen¨®menos, o buscando culpables como hace el Gobierno de Estados Unidos. Las dos son reducciones f¨¢ciles. Ocurri¨® que empezaron a hundirse modelos comidos por la polilla, como en Venezuela, tanto que la gente lleg¨® a ver con esperanza un golpe de Estado, y a los golpistas como redentores. Cuando quienes dan un golpe se quedan, resultan dictaduras militares, o caudillos populistas, Ch¨¢vez. Ha ocurrido tambi¨¦n que el resurgimiento de la democracia se ofreci¨® envuelto en el papel de regalo de una econom¨ªa que traer¨ªa casa y empleo. Esta falacia se derrumb¨®, y los electores han podido separar el regalo de su envoltura. La derecha neoliberal ha probado ser un fracaso, y la gente prueba algo diferente bajo el laxo nombre de izquierda o socialismo".
La verdad es que hay fiebre por una nueva Am¨¦rica Latina, y Eduardo Galeano no niega que son "procesos complejos, contradictorios, que m¨¢s vale no etiquetar ni clasificar". El autor uruguayo advierte de que se dir¨¢ que las cosas no est¨¢n claras, "y es verdad". Pero recuerda que "en tiempos oscuros, hay que aprender a volar en la oscuridad, como los murci¨¦lagos. Y lo que importa es la energ¨ªa del vuelo, que se ha despertado con ganas".
La voz de la cultura en las crisis
Los artistas pl¨¢sticos y audiovisuales tambi¨¦n aportan su voz al debate de la transformaci¨®n latinoamericana. El mexicano Emiliano Gironella dice: "El arte y la cultura se han convertido en un mercado de lenguajes globales. Estos lenguajes nos han llegado a Latinoam¨¦rica a trav¨¦s del modelo de Estados Unidos, por lo cual la cultura popular es el ¨²nico medio para defender la identidad ante el avasallador sistema norteamericano. Esta identidad, que se puede llamar culturas populares, indigenismo, etc¨¦tera, es aprovechada por los pol¨ªticos como ret¨®rica en sus discursos sin conocimiento lo que hace que los oportunistas se filtren".
El cineasta argentino, Juan Jos¨¦ Campanella, cree: "El artista es, por la naturaleza de su trabajo, un solitario. Su motor es su alma, y sus vivencias son su combustible. Si bien puede retratar la realidad tal cual la ve, los verdaderos cambios surgen de los movimientos organizados y numerosos. La comunidad, la protesta y la pol¨ªtica son la clave. Podemos apoyar desde nuestro arte, y hasta podemos inspirar el alma de ciertos individuos. Pero tambi¨¦n tenemos otras facetas como todos. Participamos en pol¨ªtica, en movimientos comunitarios, tratamos de usar nuestra cara conocida para instalar debates".
El artista y cineasta chileno Alfredo Jaar a?ade: "En la actual situaci¨®n de Am¨¦rica Latina, la cultura est¨¢ reaccionando m¨¢s lentamente de lo que yo deseo. Si la producci¨®n cultural estuvo en la vanguardia de las luchas pol¨ªticas de las ¨²ltimas d¨¦cadas contra las dictaduras, ahora sufre de cierto aburguesamiento, como si la energ¨ªa se hubiera gastado en aquellas luchas. Absurdo, ya que el mundo de la cultura ofrece el ¨²ltimo espacio de libertad que nos queda, y el participar de esta revoluci¨®n significa contribuir a cerrar un poco el abismo entre la cultura y la mayor¨ªa absoluta de la poblaci¨®n. ?Qu¨¦ puede hacer la cultura que sea m¨¢s importante?".
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