Cirug¨ªa para el s¨ªndrome de Down
Personas afectadas por esta alteraci¨®n gen¨¦tica pasan por el quir¨®fano para modificar sus rasgos faciales
"Cuando era peque?o y me miraba al espejo pensaba: que se me quite el s¨ªndrome de Down". Julio Camblor naci¨® hace 29 a?os con un cromosoma extra en el par 21, causante de esta alteraci¨®n gen¨¦tica que tienen 32.000 personas en Espa?a. Hace diez a?os, decidi¨® pasar por el quir¨®fano para modificar aquellos rasgos de su rostro t¨ªpicos del s¨ªndrome. "S¨¦ que eso va a estar conmigo siempre, pero ahora me miro al espejo y me siento mucho mejor, m¨¢s seguro de m¨ª mismo".
El bistur¨ª no puede llegar a un cromosoma aunque s¨ª cambiar algunas de las facciones que ha generado. La cirug¨ªa pl¨¢stica ha sido promovida como un medio de lograr una mejor aceptaci¨®n social. Sin embargo, la mayor¨ªa de las asociaciones de personas con el s¨ªndrome de Down est¨¢n en contra de esta pr¨¢ctica y defienden una plena integraci¨®n sin necesidad de pasar por el quir¨®fano.
Las operaciones m¨¢s habituales son la glosoplastia y la cantoplastia. La primera consiste en la reducci¨®n de la lengua, excesivamente grande en algunos casos, para ayudarles a pronunciar mejor o simplemente con fines est¨¦ticos. La segunda, la cantoplastia, es una recolocaci¨®n de los cantos externos de los ojos para quitar la expresi¨®n achinada.
No existen datos sobre el n¨²mero de personas que se han sometido a este tipo de operaciones. La mayor¨ªa acuden a cl¨ªnicas privadas, aunque hospitales como el Gregorio Mara?¨®n tambi¨¦n las realizan, pagadas por la sanidad p¨²blica.
Los m¨¦dicos especialistas se?alan que lo importante es seleccionar bien a los pacientes y estar seguros de que la cirug¨ªa va a darles m¨¢s confianza y facilitarles la vida. "Es lo mismo que una operaci¨®n a un ni?o con orejas de soplillo. Si lo hacemos en esos casos, por qu¨¦ no lo vamos a hacer en personas con el s¨ªndrome", se?ala Francisco M¨¦n¨¦ndez-Grai?o, cirujano pl¨¢stico y autor de una de estas operaciones.
"Entiendo que se pida una mayor integraci¨®n, pero lo cierto es que la sociedad no es as¨ª. ?ste tipo de operaciones puede ayudar precisamente a que no se sientan discriminados. ?Por qu¨¦ no vamos a hacerla entonces?", se pregunta el m¨¦dico.
Las asociaciones no lo entienden as¨ª. "El s¨ªndrome de Down es una alteraci¨®n gen¨¦tica. La cirug¨ªa est¨¦tica, por tanto, no va a cambiar la discapacidad de la persona. Respetamos la libertad de cada uno a hacer lo que quiera con su cuerpo pero nuestro objetivo es conseguir el bienestar f¨ªsico y psicol¨®gico de las personas con s¨ªndrome de Down y su integraci¨®n plena, tal y como son, en la sociedad", afirma Pedro Ot¨®n, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de S¨ªndrome de Down.
Adem¨¢s de las intervenciones de ojos y lengua, las operaciones m¨¢s frecuentes son las de nariz, ment¨®n y p¨®mulos. ?stas dos ¨²ltimas se realizan con pr¨®tesis y est¨¢n contraindicadas antes de que finalice la fase de crecimiento. La de ojos se puede hacer en cualquier momento y la de lengua suele recomendarse en los ni?os peque?os, aunque hay expertos que lo desaconsejan.
"Los rasgos faciales suelen sufrir cambios en la adolescencia", se?ala un informe de la Federaci¨®n C¨¢ntabra de S¨ªndrome de Down, "por lo que no es un tratamiento que est¨¦ m¨¦dicamente indicado".
Julio cree que detr¨¢s de las opiniones en contra de la cirug¨ªa pl¨¢stica hay cierto miedo de los padres a la operaci¨®n y asegura que ¨¦l se siente mucho mejor ahora. ?l se oper¨® los ojos, la nariz, el ment¨®n y alguna otra cosa m¨¢s que no quiere decir. "S¨®lo unos cuantos retoques", bromea. Cuenta que lo hizo para dar un cambio radical a su vida y que su nueva imagen le ha dado m¨¢s seguridad para relacionarse. "Me ha servido para hacer m¨¢s amigos. Soy valiente y decidido y por eso no tuve miedo a operarme", se?ala. Pese a todo, Julio reconoce que a veces percibe "un poquito de discriminaci¨®n". "No lo dicen pero s¨¦ que a veces est¨¢n pensando que no les entiendes. Pero en general no es as¨ª y todo el mundo te acepta como eres", concluye.
Julio opina que lo m¨¢s importante en su vida es el trabajo y cita uno por uno todos los cursos que ha estudiado y que le han dado una formaci¨®n de lo m¨¢s variopinta. Desde ayudante de camarero y conserjer¨ªa a trabajos en oficinas manejando Internet y procesadores de textos. "Ahora estoy en paro, buscando algo. Tengo cursos de gesti¨®n y administraci¨®n y soy ayudante de panadero y confitero. Puedo hacer muchas cosas. Para no estar en casa voy al gimnasio y trabajo mis b¨ªceps y el pecho y corro en la cinta. Pero lo que quiero es trabajar y relacionarme con gente. Quiero que me conozcan, que se acerquen para alternar y tener una pandilla, como todo el mundo".
Carmen Alonso Va?uelos / Cirujana pl¨¢stica: "Les ayuda a integrarse"
En el Gregorio Mara?¨®n de Madrid, hospital p¨²blico, se hacen operaciones de cirug¨ªa pl¨¢stica a ni?os con s¨ªndrome de Down desde hace a?os. Carmen Alonso Va?uelos, responsable de las intervenciones, se?ala que siempre se trata de cirug¨ªa pl¨¢stica reparadora e insiste en no confundirla con la cirug¨ªa est¨¦tica. "En los hospitales p¨²blicos no se hacen intervenciones con fines est¨¦ticos. Las operaciones que realizamos pretenden cosas muy distintas. Las reducciones de lengua en los ni?os con Down las hacemos cuando los logopedas han diagnosticado un problema en el proceso de aprendizaje por un tama?o excesivo de la lengua", aclara. "En estos casos se hace a petici¨®n de los padres. Se llama glosoplastia de reducci¨®n y la intervenci¨®n es sencilla, con 24 horas de ingreso y anestesia general".
Pero es la otra operaci¨®n, la cantoplastia o recolocaci¨®n de los cantos externos de los ojos, la que suele ser m¨¢s controvertida. "Creo que no se hace nada malo y que s¨ª se puede ayudar en mucho a los ni?os. Les facilita la integraci¨®n. En ocasiones, estos ni?os viven en un entorno muy reducido. Si tienen que v¨¦rselas en una sociedad abierta, que a veces les margina, la modificaci¨®n de sus rasgos puede cambiarles la vida. Lo mismo se hace con los ni?os con orejas grandes o separadas. ?Por qu¨¦ vamos a actuar de forma distinta con los ni?os con Down?", concluye.
Jos¨¦ Mar¨ªa Borrel / Padre de un chico con Down: "No tienen que cambiar"
Jos¨¦ Mar¨ªa Borrel, m¨¦dico y asesor de la Federaci¨®n Espa?ola de S¨ªndrome de Down, es adem¨¢s padre de un chico de 18 con esta discapacidad. Borrel cuenta una an¨¦cdota que sirve para ilustrar la pol¨¦mica generada en torno a la cirug¨ªa pl¨¢stica: "Fue hace a?os en un congreso en Madrid sobre el s¨ªndrome. Un cirujano alem¨¢n dijo que ¨¦l, sistem¨¢ticamente, les cortaba la lengua y que luego hablaban el idioma mucho mejor. Sent¨® fatal en todos los que est¨¢bamos all¨ª y le recriminamos su actuaci¨®n".
"No estoy en contra de las operaciones de lengua cuando ¨¦stas tienen un car¨¢cter funcional, para corregir problemas respiratorios, o de apnea del sue?o, pero no estoy a favor del fin est¨¦tico. Primero, porque no considero que se les mejore. Los veo mucho m¨¢s hermosos tal como son. A m¨ª me choca mucho ver a un chaval que se ha operado todo para quitarse los rasgos, pero cada persona es libre de hacer lo que quiera. Y luego lo que me parece es que algunas familias convencen a los chicos porque no quieren que se note que tienen la discapacidad. Eso es como esconderlos", asegura.
Borrel insiste en la necesidad de que la sociedad integre a las personas con s¨ªndrome de Down y no que sean ellos los que tengan que cambiar sus rasgos para ser admitidos: "No tienen por qu¨¦ cambiar. Son la gente m¨¢s bella del mundo".
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