En Afganist¨¢n, Alianza de Civilizaciones
El autor analiza la labor del Ej¨¦rcito espa?ol en Afganist¨¢n, y eval¨²a los resultados del ¨²ltimo quinquenio, donde los escolares han pasado de uno a cinco millones, el 40% ni?as.
Estos d¨ªas, la OMS y la Unicef desarrollan una nueva campa?a de vacunaci¨®n contra la polio en Afganist¨¢n, uno de los cuatro pa¨ªses que a¨²n no han erradicado el virus causante de esta enfermedad. ?Son necesarios militares para una campa?a de vacunaci¨®n? No. Normalmente, no; pero en Afganist¨¢n, s¨ª. De hecho, la vacunaci¨®n de polio y sarampi¨®n de m¨¢s de cinco millones de ni?os es uno de los resultados de nuestra presencia all¨ª. ?Es el Ej¨¦rcito una organizaci¨®n humanitaria? No. Pero la acci¨®n humanitaria en gran parte del planeta es imposible sin la participaci¨®n de Fuerzas Armadas. En los Estados fr¨¢giles, son militares como los espa?oles que trabajan en Afganist¨¢n los que crean entornos seguros para hacer posible el trabajo humanitario, y no prejuicios antimilitares trasnochados.
Evitar la vuelta de los talibanes merece la m¨¢xima coordinaci¨®n de la comunidad internacional
El Parlamento ha autorizado una ampliaci¨®n de efectivos militares para la misi¨®n de reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n. M¨¢s del 97% de los diputados votaron a favor: un porcentaje muy similar al de los espa?oles que apoyan en todas las encuestas la participaci¨®n de nuestras Fuerzas Armadas en misiones de paz. El Parlamento, pues, decide y est¨¢ obligado, tambi¨¦n, a evaluar. ?Los resultados avalan la decisi¨®n? En este quinquenio, cuatro millones de refugiados han podido volver a sus casas y se ha pasado de un mill¨®n de ni?os escolarizados a m¨¢s de cinco, de ellos un 40% de ni?as que ten¨ªa prohibido asistir a la escuela con los talibanes. ?De ninguna ni?a escolarizada a dos millones que hoy pueden asistir a clase! Pero, hospitales, carreteras, centrales el¨¦ctricas, proyectos de irrigaci¨®n, no pueden hacernos olvidar las enormes dificultades para la estabilizaci¨®n de un Estado afgano sostenible, es decir, la raz¨®n de ser de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganist¨¢n (ISAF).
Se ha avanzado con la creaci¨®n de un ej¨¦rcito afgano que hoy cuenta con 35.000 efectivos, pero estamos lejos de los 70.000 necesarios. Ah¨ª siguen los se?ores de la guerra con unos 20.000 hombres armados, pero tambi¨¦n hay mejoras con m¨¢s de 60.000 milicianos desmovilizados y 11.000 armas pesadas retiradas. Se ha formado e incorporado a 50.000 polic¨ªas, pero la corrupci¨®n les hace poco eficaces frente a la enorme inseguridad. ?La econom¨ªa del opio? A pesar de los avances del ¨²ltimo a?o, hay un riesgo real de bloqueo de la estabilizaci¨®n si no se rompe con esta servidumbre econ¨®mica y social del pa¨ªs. Luces y sombras. Como en la mayor lacra contra los derechos humanos: seguimos viendo el burka, pero hoy hay 60 mujeres parlamentarias afganas, que representan el 27% de parlamentarios. Las operaciones de reconstrucci¨®n son siempre lentas, pero podemos hablar de avances en cinco a?os que justifican el esfuerzo.
?Cu¨¢ntos a?os debemos permanecer all¨ª para terminar el trabajo? No lo sabemos. El Pacto de Afganist¨¢n firmado por los donantes en Londres, el pasado 1 de febrero, programa completar la reconstrucci¨®n durante otros cinco a?os. Otros m¨¢s pesimistas hablan de no menos de 10 a?os. Desesperante lentitud. En mi opini¨®n, la condici¨®n para mantener este esfuerzo debe ponerse en que los afganos no nos vean como ocupantes y que se impliquen en la soluci¨®n al problema. Las encuestas sobre el terreno hablan de un 77% de apoyo afgano a la labor de reconstrucci¨®n. Para mantener esta actitud es b¨¢sico que la poblaci¨®n vea resultados y los equipos provinciales de reconstrucci¨®n (PRT) van en esa direcci¨®n. Un grupo de parlamentarios y periodistas comprobamos, el pasado mes de agosto, c¨®mo el equipo de reconstrucci¨®n que promueve Espa?a en la provincia de Bagdis responde a esta exigencia, c¨®mo los militares espa?oles iniciaban en Quali Nao con gran profesionalidad su trabajo de estabilizaci¨®n y reconstrucci¨®n en excelente sinton¨ªa con los afganos.
En fin, se est¨¢ haciendo lo que el Parlamento y los espa?oles quieren que se haga. A veces, se confunde esta misi¨®n de reconstrucci¨®n con una misi¨®n de combate, como la de Libertad Duradera de Estados Unidos. La ISAF es una operaci¨®n de la ONU, y no s¨®lo autorizada por la ONU, con fines, plazos y condiciones definidos resoluci¨®n a resoluci¨®n y declaraci¨®n a declaraci¨®n. Son hechos que en julio de 2004 dejamos Libertad Duradera o que el pasado 8 de diciembre los ministros de Exteriores de la Alianza Atl¨¢ntica aprobaron que ambas operaciones "se mantendr¨¢n diferenciadas". En cualquier caso, evitar la vuelta de los talibanes merece la m¨¢xima coordinaci¨®n de toda la comunidad internacional.
Hay quienes ven en estas formas de radicalismo islamista una nueva guerra fr¨ªa, un choque de civilizaciones. Samuel P. Huntington en la versi¨®n original, o Aznar y FAES en copia literal con su propuesta para la OTAN, lo ven as¨ª. Frente a esta interpretaci¨®n bipolar con resultados tan nocivos, el presidente Zapatero lanz¨® la alternativa de la Alianza de Civilizaciones: "Primero, respeto escrupuloso en todo momento a la legalidad internacional; segundo, voluntad de contribuir a las iniciativas multilaterales encaminadas a asegurar la paz y estabilidad internacionales; y tercero, solidaridad frente a la injusticia, la violaci¨®n de los derechos humanos o cat¨¢strofes humanitarias". En la consideraci¨®n de que contra el terrorismo internacional tambi¨¦n se combate atacando sus causas, en esta mirada cosmopolita ante los problemas del planeta, no est¨¢ solo. El secretario general de Naciones Unidas tiene una opini¨®n similar: "No tendremos desarrollo sin seguridad, no tendremos seguridad sin desarrollo y no tendremos ni seguridad ni desarrollo si no se respetan los derechos humanos". No es mala compa?¨ªa Kofi Annan. Encuesta tras encuesta, los espa?oles le sit¨²an como el l¨ªder internacional m¨¢s valorado y querido. Tampoco est¨¢ mal que el presidente del Gobierno coincida con los espa?oles en las prioridades de nuestra pol¨ªtica exterior.
Jes¨²s Cuadrado es diputado por Zamora y portavoz de Defensa del Grupo Parlamentario Socialista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.