Madonna se 'crucifica' en los ¨¢ngeles

Madonna lo ha vuelto a conseguir. Desde su primer gran triunfo internacional en 1984 con su descarado Like a virgin, la provocaci¨®n siempre ha sido su sello de f¨¢brica. Y aunque hayan pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas desde entonces, el pasado domingo en Los ?ngeles no tuvo reparo en crucificarse ante sus fans para alcanzar una vez m¨¢s el efecto Madonna. Se trataba del primer concierto de su gira Confessions, que la llevar¨¢ a recorrer Estados Unidos durante los pr¨®ximos dos meses y Europa en agosto.

A lo largo de las dos horas que dur¨® uno de los espect¨¢culos m¨¢s provocadores que haya firmado esta artista, de 47 a?os, Madonna apareci¨® suspendida de una cruz gigante mientras cantaba su tema Live to tell rodeada de im¨¢genes de ni?os agonizantes del Tercer Mundo. Pero no se conform¨® con seguir alimentando su fama de blasfema. Sobre un barroco escenario lleno de pantallas de v¨ªdeo por el que desfilaron 22 bailarines, se proyect¨® tambi¨¦n un dur¨ªsimo montaje en el que las im¨¢genes del presidente George W. Bush y del brit¨¢nico Tony Blair se mezclaban con las de Adolf Hitler mientras Madonna cantaba I love New York. No contenta con insultar visualmente a los pol¨ªticos de su pa¨ªs natal (Estados Unidos) y de su actual pa¨ªs de residencia (Reino Unido), la cantante se atrevi¨® tambi¨¦n a hacer una sarc¨¢stica referencia uniendo a Bush con el sexo oral.

Pero al margen de sus cr¨ªticas pol¨ªticas, Madonna supo darle a su p¨²blico lo que mejor sabe hacer: espect¨¢culo. Se visti¨® emulando algunos de los mejores momentos de John Travolta, James Brown e incluso Brian Ferry. Se movi¨® sobre el escenario como una d¨®mina sadomaso y tambi¨¦n supo transformarse en una femme fatal. Recorri¨® casi al completo los temas de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Confessions on a dance floor, pero no se olvid¨® de sus cl¨¢sicos, Like a virgin, Ray of light o Lucky Star.

Entre quienes, a pesar de los 380 d¨®lares que costaba la entrada (el precio de reventa lo puede triplicar), no quisieron perderse el espect¨¢culo, estaban desde Rosie O'Donnell hasta el gur¨² de los estudios de la Kabbala Rabbi Yehuda Berg, el maestro espiritual de Madonna. La cantante se ha hecho c¨¦lebre en los ¨²ltimos a?os por su conversi¨®n religiosa, cuya influencia tambi¨¦n dej¨® notarse en la puesta en escena de una gira que, seg¨²n algunas predicciones, podr¨ªa convertirse en la m¨¢s lucrativa de la historia para una cantante femenina, superando los 200 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n.