La mentira como forma de vida
Las estafas de los sellos y las mil obras de arte, las manipulaciones en los resultados de los partidos de f¨²tbol, los enga?os a la seguridad social mediante falsos partes m¨¦dicos, el dopaje en el ciclismo o en otros deportes de elite, las corrupciones en Terra M¨ªtica o en incontables lugos y marbellas. ?Ha concluido, por fin, la honradez?. La honestidad, la probidad, la verdad, siguen formando parte del repertorio nominal del valor pero han dejado de poseer la funcionalidad, la categor¨ªa y el peso de otro tiempo. El tendero que expend¨ªa mercanc¨ªa aut¨¦ntica gozaba de la f¨¦rrea confianza del parroquiano pero actualmente no es decisiva la autenticidad para conquistar al cliente y ganar su apego. Todos los clientes son hoy sustantivamente infieles. La condici¨®n particular del cliente contempor¨¢neo es su infidelidad creciente. Gracias a ella se encuentra disponible para girar hacia otros productos, otras modas, otras marcas. El car¨¢cter mercurial del cliente se corresponde con la fluidificaci¨®n general: la mezcla de lenguas, el desplazamiento de capitales o de personas en easy-jet. La mengua de la fijeza, la univocidad o el dogma, conlleva el aumento de la inestabilidad a unos grados in¨¦ditos. En tal tremedal la mentira se adapta mejor al paraje.
La verdad es una pero la mentira es m¨²ltiple y mult¨ªpara. Con la verdad a cuestas apenas se podr¨ªa dar un paso mientras que gracias a la mentira se vuela de aqu¨ª para all¨¢ puesto que su naturaleza es como el humo del diablo. Sumariamente, de la adoraci¨®n de la Verdad Absoluta se ha pasado a la asunci¨®n de la Falsedad Total. Gracias a esta lasitud el espacio se ensancha y qui¨¦n sabe si llega a conocer l¨ªmites. Cuanto menos adherencia y sujeci¨®n a una idea, una creencia, una organizaci¨®n, mayor capacidad para transmigrar por el reino de las falacias.
Antes se dec¨ªa "la verdad os har¨¢ libres" pero hoy la verdad ata. De hecho, cada vez que se realiza un sondeo sobre la confianza que inspiran determinadas instituciones de toda la vida, la fe se reduce, la adhesi¨®n decae, el esp¨ªritu vuela y se desprende de inservibles creencias. La falsedad convertida en medio ambiente permite, adem¨¢s, decir esto y aquello, sostener una teor¨ªa y la siguiente sin que aparezca un contraventor. Pr¨¢cticamente nadie se aventura a no participar en la aventura de decir sin consecuencias, de perorar sin fundamentos o de trabajar rigurosamente en busca de la verdad. Hasta los cient¨ªficos, coreanos o no, chinos o norteamericanos, mienten, Mienten tambi¨¦n los reputados medios de comunicaci¨®n y los laboratorios farmac¨¦uticos, los productos cosm¨¦ticos y los sondeos, mienten los institutos de estad¨ªstica y los hombres de Estado. Todos mienten y -lo que constituye novedad- sabemos que nos mienten.
Habitamos de este modo un reino donde se convalida no s¨®lo lo aut¨¦ntico por la copia o el original por su reproducci¨®n, sino la falsificaci¨®n por la falsificaci¨®n. Bajo estas condiciones convertirse en un ser verdadero equivaldr¨ªa a una reinterpretaci¨®n de la falsedad. Es decir, lo honrado como versi¨®n o ex¨¦gesis interpretativa de la Mentira, convertida ya en canon. Ocurre lo mismo que con el sexo, ahora transformado en g¨¦nero. Con el sexo pod¨ªa hablarse del modelo masculino y del modelo femenino como polos de definici¨®n. Hoy, sin embargo, bajo el reino del g¨¦nero caben todos los grados y mixturas hasta parecer inapropiado caracterizar rigurosamente a alguien como hombre/hombre o mujer/mujer. Todos somos fusiones, transmigraciones, mestizajes, construcciones azarosas, permeables y flexibles, deslizantes y propensas a la reinstauraci¨®n.
Finalmente, cualquiera se siente ahora m¨¢s confortable gozando de la posibilidad de cambiar su tesitura que en una circunstancia fija. Cualquiera se encuentra m¨¢s seguro en su cuota de indeterminaci¨®n que en una identidad incorregible. La verdad nos hac¨ªa libres cuando apenas se pod¨ªa volar o viajar. Hoy los vuelos low cost representan la formidable victoria del desplazamiento, la infidelidad espacial, el imperio de la fuga y de la fugacidad.
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