Sospechas eternas
La t¨¢ctica de recursos constantes ante todas las acciones propuestas retrasa hasta la exasperaci¨®n el 'caso Fabra'
El procedimiento judicial al que est¨¢ sometido el presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y l¨ªder del PP provincial, Carlos Fabra, comenz¨® hace m¨¢s de dos a?os. Desde entonces, existe una investigaci¨®n abierta y se est¨¢n practicando las diligencias necesarias para que, un d¨ªa, la titular o el titular del juzgado n¨²mero 3 de Nules, donde se instruye el caso, determine si se abre o no juicio oral. En el caso de que la decisi¨®n fuese afirmativa, Fabra pasar¨ªa de ser imputado a ser procesado, con las consecuencias que se derivan de esa condici¨®n para los pol¨ªticos en activo. Hasta ese momento, sobre el dirigente popular recaen las sospechas de haber cometido un presunto delito de tr¨¢fico de influencias, otro de cohecho, otro de negociaciones prohibidas y otro de fraude fiscal.
El ¨²ltimo ejemplo es el protagonizado por los cuatro ex ministros del PP que han de declarar
Pero la eternizaci¨®n de la causa no se debe s¨®lo al hecho de que haya pasado por las manos de siete jueces diferentes y cuatro fiscales, pese a que este hecho, tal como admiti¨® el fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, puede "perturbar la marcha del proceso". A los retrasos derivados de la provisionalidad de jueces y fiscales se suma la presentaci¨®n de decenas de recursos y el aplazamiento de algunas de las comparecencias previstas, sobre todo de aquellas que corresponden a dirigentes del PP. Con ello se han acumulado considerables dilaciones en la instrucci¨®n del caso.
En ejercicio de sus derechos, Carlos Fabra ha recurrido pr¨¢cticamente todas las acciones propuestas o dispuestas por alguna de las partes o por la propia juez. Solicitudes de pruebas documentales y testificales, providencias y autos han sido, sistem¨¢ticamente, recurridos por el principal imputado. Los recursos se presentan, primero, ante la propia juez de Nules y, en segunda instancia, ante la Audiencia, tal como ha hecho Fabra en la mayor¨ªa de las ocasiones en las que se ha adoptado una medida procedimental. Una vez iniciada la causa, el l¨ªder del PP de Castell¨®n ya recurri¨® la personaci¨®n de la Uni¨®n de Consumidores de la Comunidad Valenciana como acusaci¨®n popular, petici¨®n que desestim¨® la Audiencia. Desde entonces, la solicitud de cualquier tipo de acci¨®n por esta parte ha sido recurrida por Fabra, al igual que ocurre con las que ha reclamado la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n.
En el caso de los interrogatorios a testigos, el paso por el juzgado de los dirigentes del PP vinculados de alguna manera al supuesto tr¨¢fico de influencias tambi¨¦n ha sido motivo de retrasos. El ¨²ltimo ejemplo es el protagonizado por los cuatro ex ministros que han de declarar en el llamado caso Fabra. Todos ellos han esperado pr¨¢cticamente al ¨²ltimo d¨ªa, hasta 48 horas antes de que se cumpliera la fecha determinada por la juez, para presentar una solicitud con la que pretenden eludir su paso por el juzgado y prestar declaraci¨®n por escrito. En ejercicio de su derecho, aluden a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pero su solicitud ha abierto, adem¨¢s, un plazo de tres d¨ªas para que las partes aleguen contra esta posibilidad. En el caso de que finalmente sea admitida, supondr¨¢ que las preguntas se formulen a los ex ministros populares por escrito, se les remitan y ellos las contesten. Es decir, varias jornadas.
Otro de los aplazamientos sonados, ejecutado tambi¨¦n en ejercicio de sus derechos, fue el de Carlos Fabra el d¨ªa que iba a ser interrogado por presunto delito fiscal. El l¨ªder del PP pens¨® que el juzgado de Nules no era el adecuado para tomarle esta declaraci¨®n y recurri¨® hasta que la Audiencia, en otro de los numerosos reveses al presidente de la Diputaci¨®n, decidi¨® que s¨ª lo era. Ahora est¨¢ pendiente de que la juez llame de nuevo a Fabra para que responda, o no, a las preguntas sobre el fraude fiscal que le atribuye la Agencia Tributaria y del que a¨²n no ha dicho nada.
Ante la situaci¨®n, para agilizar las cosas, cabr¨ªa la formulaci¨®n de la utilizaci¨®n indebida del derecho procesal. Mientras tanto, el caso se eterniza. Y las sospechas tambi¨¦n.
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