Carmen Mart¨ªnez Bordi¨² prepara su boda en Santander
Jos¨¦ Campos, el novio de la 'niet¨ªsima' asegura que quiere una ceremonia "¨ªntima"
Contra todo pron¨®stico, uno de los romances m¨¢s sonados de los ¨²ltimos a?os en el proceloso mundo del coraz¨®n, ha necesitado apenas un a?o para fraguarse a los pies del promontorio de la Magdalena, donde los santanderinos suspiran por el pasado aristocr¨¢tico de la ciudad, ya que el palacio del mismo nombre fue residencia veraniega de Alfonso XIII. Y es que Carmen Mart¨ªnez Bordi¨², la niet¨ªsima, de 55 a?os, ya disfruta de sus paseos por las todav¨ªa fr¨ªas arenas de la segunda playa del Sardinero, cuando falta poco m¨¢s de un mes para que d¨¦ el s¨ª a primeros de julio al c¨¢ntabro Jos¨¦ Campos.
"Nos casaremos unos d¨ªas antes del 8 de julio, y ser¨¢ una ceremonia ¨ªntima, en familia, me morir¨ªa si tuviera que casarme con 200 paparazzis y 700 personas en la puerta de la iglesia. Otra cosa ser¨¢ la fiesta", asegura el novio a EL PA?S. Intimidad para evitar tumultos, dice el novio, e intimidad que asegure la exclusiva para el medio que narra desde hace d¨¦cadas el periplo vital de Carmen, sus vaivenes sentimentales y sus desgracias familiares.
La madrina, la madre del novio. El padrino, casi con seguridad, el hermano de la novia, Francis Franco, ante la sorpresa no disimulada de su hijo Luis Alfonso cuando ¨¦sta le anunci¨® su boda.
Afanosamente ocupada en decorar su flamante residencia c¨¢ntabra, el primer piso de 250 metros cuadrados del antiguo Hotel Mar¨ªa Isabel, ahora reconvertido en bloque de superlujo en la milla de oro del Sardinero, Carmen parece haber recuperado la m¨¢s amplia de las sonrisas. Atr¨¢s queda el embrujo sevillano de la que iba a ser su casa en el Barrio de Santa Cruz, ante la pasi¨®n c¨¢ntabra de Jos¨¦: "?No hay quien le saque de su tierra!", ha dicho ella en Hola.
Jos¨¦ Campos, el otrora saltador de longitud, que lleg¨® a ser campe¨®n de Espa?a en su especialidad y comparti¨® esfuerzos en la residencia Blume de Barcelona con el Abas (Jos¨¦ Manuel Abascal, el medallista c¨¢ntabro en los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles en 1984) y con figuras como Antonio Corgos, deja atr¨¢s una prolongada y disfrutona solter¨ªa, complementada con su actividad como empresario de instalaciones deportivas y de hosteler¨ªa. Insiste en que nada de este vendaval que vive desde hace un a?o le ha hecho cambiar, y que la boda tampoco lo har¨¢: "Seguir¨¦ haciendo mi vida en Santander, con Carmen, y dedicado a mis tareas habituales. Y Carmen seguir¨¢ haciendo su trabajo, al que por supuesto, y si es necesario, le acompa?ar¨¦".
Con tenacidad de atleta, Campos consigui¨® arrancar el s¨ª a Carmen con sus afables maneras de conquistador, sonrisa permanente y campechan¨ªa a raudales, que cultiva con mimo y difunde con asiduidad en el plat¨® televisivo de su buen amigo Walter Garc¨ªa, un conocido comunicador deportivo c¨¢ntabro: "Es una buena persona, uno de los tipos m¨¢s honrados que he conocido en mi vida, y tiene m¨¢s coraz¨®n que cabeza. Lo que m¨¢s gracia me hace de todo esto del supuesto montaje es que yo lo vi nacer todo, y s¨¦ lo que hay", cuenta Garc¨ªa. "Se complementan, la locura vital unida a la madurez, forman un t¨¢ndem perfecto", a?ade.
El novio de Carmen Mart¨ªnez Bordi¨² ha roto sin duda los esquemas del mundo rosa, un mundo que, afirma no le interesa, a tenor de las cifras multimillonarias que asegura haber rechazado para acudir a programas como Salsa rosa o Supervivientes, y no ahorra calificativos cuando habla de lo normal, sencilla y buena persona que es su futura esposa, 14 a?os mayor que ¨¦l. "Yo veo que la gente quiere a Carmen, y a m¨ª me quieren de rebote. Respecto a lo de los montajes, yo no necesito ir a las televisiones a vender nada, y Carmen ya est¨¢ de vuelta de un mundo en el que vive desde ni?a, y ahora quiz¨¢ busca una vida sencilla. Eso es lo que queremos los dos", recalca Campos, que atiende a las preguntas con una amabilidad y cercan¨ªa poco frecuentes.
Y si los santanderinos apuestan por un final feliz, mientras observan a la pareja pasear su amor por la ciudad en los m¨¢s variados actos sociales, el Suite Hotel Palacio del Mar se prepara para recibir la avalancha de invitados, "ser¨¢n unos 650", dice Jos¨¦. Se dan por seguros personajes como Isabel Preysler, Vitorio y Luchino, Los del R¨ªo, o el core¨®grafo c¨¢ntabro Javier Castillo, Poti, entre una amplia constelaci¨®n de estrellas de m¨¢s o menos fuste, secundados por familia y amigos, y a buen seguro una amplia representaci¨®n de la sociedad regional.
Queda la duda de si el cada vez m¨¢s medi¨¢tico presidente regionalista Miguel ?ngel Revilla acudir¨¢ o no al enlace, al que est¨¢ invitado. Quien s¨ª ha confirmado que ir¨¢ es el alcalde popular Gonzalo Pi?eiro: "Conozco a Jos¨¦ desde hace d¨¦cadas y es un amigo, as¨ª que voy a la boda de un amigo", ha explicado Pi?eiro, que sin duda saborea los frutos promocionales de la boda para la ciudad, y que no podr¨¢ darse el gusto de casar a la pareja, ya que Carmen ha anunciado boda como Dios manda, por la Iglesia, y con traje de Christian Lacroix, pero con poco blanco, que como ella ha dicho, es viuda y previamente anulada de su uni¨®n con Alfonso de Borb¨®n, el Duque de C¨¢diz.
El hotel, ubicado a escasos metros de la residencia de la pareja, cerrar¨¢ sus puertas el s¨¢bado 8 de julio a cal y canto para acoger el evento, y exhibir¨¢ una decoraci¨®n especial dise?ada por la pareja. Todo ello cuando la ciudad de Santander recibe en julio a miles de visitantes, y a d¨ªa de hoy el Ayuntamiento no ha hecho p¨²blico ning¨²n dispositivo especial ante la m¨¢s que probable afluencia de curiosos, y quiz¨¢ tambi¨¦n nost¨¢lgicos, en los alrededores del hotel el d¨ªa de la boda. Desde su p¨¦trea atalaya en la plaza del Ayuntamiento santanderino, el abuelo no perder¨¢ detalle de su niet¨ªsima, en busca de una felicidad que desde hace d¨¦cadas le es esquiva.
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