"Los ataques a la universidad y el rebrote del conflicto ling¨¹¨ªstico est¨¢n conectados"
Carlos Alfonso (Valencia, 1953) vivi¨® la semana pasada el peor d¨ªa en sus cuatro a?os al frente de la facultad de Derecho de Valencia. El 23 de mayo, algo m¨¢s de un centenar de afiliados y simpatizantes del partido ultra Coalici¨®n Valenciana tom¨® la planta baja del edificio de gobierno. Pretend¨ªan celebrar un acto de signo pol¨ªtico que no hab¨ªa sido autorizado. Al solicitarles que abandonaran las instalaciones, Alfonso fue arrinconado por un grupo de los asaltantes. "Tuve la conciencia en todo momento de que se me pod¨ªa agredir. Se me escupi¨®, se me intent¨® pegar varias veces, se me arroj¨® un libro y se me insult¨®", recuerda. Y a?ade: "Muchos funcionarios se sintieron absolutamente atemorizados".
Los sucesos de aquella ma?ana est¨¢n en el juzgado y la Universitat de Val¨¨ncia ha abierto tambi¨¦n una investigaci¨®n interna ante la seguridad de que entre los agresores hubo miembros de la comunidad universitaria. Pero no han sido los ¨²nicos. En diciembre, otro grupo de extrema derecha, formado por unas 15 personas, se present¨® en la ¨²ltima planta del aulario que Derecho comparte con Ciencias Sociales y amenaz¨® a los interventores en las elecciones estudiantiles al claustro. "Recib¨ª una llamada y, aunque el piso pertenece a la facultad de Sociales, una vicedecana, el actual S¨ªndic de Greuges de la universidad y yo fuimos a echarlos", recuerda el decano.
Unos d¨ªas m¨¢s tarde, la librer¨ªa de la universidad amaneci¨® con pintadas que dec¨ªan: Fora de lo regne. En marzo, fueron atacadas de la misma forma las sedes de algunos sindicatos de estudiantes en el campus de Blasco Ib¨¢?ez. Y ese mismo mes, un alumno de Pol¨ªticas recibi¨® una paliza al salir a defender una exposici¨®n sobre el Holocausto que se exhib¨ªa justo debajo del despacho de Carlos Alfonso.
Por las amenazas a los interventores fue expedientado un estudiante, representante de la asociaci¨®n F¨®rum Universitario. Por la paliza de marzo permanece abierto otro expediente a un alumno de Derecho.
En casi todas las agresiones ha aparecido, como insulto, alg¨²n derivado del adjetivo catal¨¢n. El decano ve "una conexi¨®n con el rebrote en el debate" pol¨ªtico sobre el origen de la lengua. Un viejo contencioso que recorri¨® la d¨¦cada de los ochenta y parte de la de los noventa, que luego pareci¨® quedar desactivado, y en el que una de las instituciones que m¨¢s padeci¨® fue la Universitat de Val¨¨ncia.
Alfonso cree que la nueva violencia "es artificial"; que la pol¨¦mica "deber¨ªa estar socialmente zanjada y que existen los mecanismos para que lo est¨¦". Y "que en lo que hace a esta facultad, estaba absolutamente cerrado. Cada uno pod¨ªa sostener su opini¨®n, la universidad lo ten¨ªa claro y no hab¨ªa ning¨²n problema".
Que la violencia tenga un origen artificial no significa que no sea grave. ?Qu¨¦ har¨¢ la universidad si se confirma que en los ¨²ltimos incidentes participaron miembros de la comunidad universitaria? "La verdad es que no lo s¨¦, porque creo que es la primera vez que se producen unos hechos de estas dimensiones. El reglamento de disciplina acad¨¦mico, que es antiguo y severo, prev¨¦ hasta la expulsi¨®n del centro", responde Alfonso.
El decano asegura que neg¨® el uso de las instalaciones universitarias, solicitadas en principio para una charla "cultural y apol¨ªtica", porque tuvo la certeza de que ser¨ªan utilizadas para dar un acto pol¨ªtico. "En el sal¨®n de grados, el ¨²nico espacio del que yo dispongo, no ha habido desde que soy decano ning¨²n acto de un partido pol¨ªtico dedicado a hacer propaganda de su partido. Nunca. Y no lo habr¨¢ mientras yo sea decano. No es un espacio para hacer estas cosas. Me da igual la ideolog¨ªa del partido".
A Alfonso se le acus¨® de "provocador" por tratar de desalojar a los ultras reunidos. "Es ins¨®lito", responde. "Entre mis funciones est¨¢ mantener el orden. No puede ser que un grupo de gente se presente aqu¨ª e impida trabajar. Y yo, evidentemente, no voy a delegar en un funcionario. Si puede pasar algo, me tiene que pasar a m¨ª".
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