Uno de Felanitx
El periodista mallorqu¨ªn Andreu Manresa (Felanitx, 1955), corresponsal de EL PA?S en Baleares desde 1990, tiene fama de ser un profesional respetado, incluso temido. Pero tambi¨¦n se dice que sus cr¨®nicas constituyen una suerte de who is who de la sociedad isle?a. Que no salir en ellas es como no ser nadie o, dicho en positivo, que ir por la calle y obtener el saludo de este hombre de enga?oso aspecto despistado es como recibir un toque de gracia.
Manresa conserva la melena que ya luc¨ªa en sus tiempos de director de RNE en Catalu?a y Baleares, varias d¨¦cadas atr¨¢s. La misma imagen que, en su primer d¨ªa en el cargo, llev¨® a una de las periodistas de la casa a confundirle con el invitado homosexual que ten¨ªa previsto entrevistar en directo. En los pasillos, la periodista le pregunt¨®: ?C¨®mo quiere que le llame en antena, homosexual, gay?..". A lo que ¨¦l contest¨®: "Mejor ll¨¢mame director".
La raz¨®n por la que Manresa es un periodista que puede llegar a amedrentar se explica en su propio trabajo. Profesional sin miedo, no duda en dejar al aire las impudicias de quienes mueven los hilos de la vida balear, en denunciar corrupciones, maniobras oscuras, prepotencias. Y al mismo tiempo, es capaz de conmoverse con gentes an¨®nimas, cuyas vidas, aunque singulares, no tienen ninguna trascendencia p¨²blica. "S¨®lo soy unos ojos que miran y una sensibilidad que filtra la realidad para plasmarla en el papel", elige como definici¨®n de s¨ª mismo. Y el filtro que utiliza es generoso con los acontecimientos y personajes que no encajan en los par¨¢metros de la correcci¨®n pol¨ªtica o que por su insignificancia no tienen cabida en las p¨¢ginas siempre apresuradas y siempre escasas de un peri¨®dico. ?l si los percibe, y los convierte en protagonistas de sus cr¨®nicas. La Editorial Hiperdimensional ha reunido una treintena de estas cr¨®nicas en un libro, Paratges i personatges de 'Balears S.A.', que ayer se present¨® en un acto celebrado en el Espai Mallorca de Barcelona.
Como se?ala F¨¨lix Pons en el pr¨®logo, el libro ofrece una buena oportunidad para la relectura de estos art¨ªculos en los que el autor consigna "la otra realidad". En sus p¨¢ginas, Manresa trata de mirar m¨¢s all¨¢ de "el enmohecimiento y la tierra, del humus, que hay sobre la piel de Mallorca", por la que transitan protagonistas que desvelan el Manresa m¨¢s emotivo y l¨ªrico, como Manolo, "un esclavo contempor¨¢neo" que perdi¨® su ni?ez trabajando en el campo para una madona que le escatimaba un higo chumbo porque estaban reservados a los cerdos y que le racionaba a una rebanada semanal la cantidad de sobrasada que pod¨ªa comerse, ¨¦l, responsable de una piara de 200 cabezas.
Anoche, durante la presentaci¨®n del libro, no falt¨® la sobrasada en el Espai Mallorca, este curioso espacio situado en pleno Raval desde el que se intenta la siempre compleja misi¨®n de establecer un puente cultural entre Catalu?a y las islas. O, mejor dicho, de procurar que la circulaci¨®n de la cultura no se produzca en un ¨²nico sentido -ese que, por descontado, tiene como punto de origen la pen¨ªnsula- y las novedades editoriales, el arte, la m¨²sica de factura isle?a se conozca tambi¨¦n en Catalu?a.
Manresa repet¨ªa escenario. Tambi¨¦n en el Espai Mallorca present¨® hace unos a?os un libro, Baleares, S.A., del que, en cierto modo, es herencia este nuevo trabajo. En esta ocasi¨®n, sin embargo, ha cambiado de editor. La Editorial Hiperdimensional es de Felanitx, el pueblo en el que naci¨® hace un poco m¨¢s de medio siglo. Siempre que puede, Manresa ejerce de felanitxer, que es el gentilicio que corresponde a sus paisanos. Lo hace en alguna de las cr¨®nicas de Paratges i personatges..., seleccionadas entre medio millar y traducidas al catal¨¢n por el editor, Climent Picornell. El conjunto adquiere una dimensi¨®n homog¨¦nea, es un relato coherente y bien hilvanado que, no obstante, m¨¢s que orgullo de ser de Felanitx, rezuma amor por Mallorca. De ah¨ª el lamento por la progresiva degradaci¨®n del paisaje, de ah¨ª su relato sobre el pago de comisiones ligadas a las licencias urban¨ªsticas, su deseo de poner el espejo sobre el lado oscuro de grandes fortunas de Mallorca, aquellas sobre las que durante mucho tiempo nadie se atrev¨ªa siquiera a murmurar.
En las historias de Manresa se entrecruzan las referencias, se hilvanan hechos m¨¢s actuales con recuerdos de hace mucho que atesora con memoria prodigiosa. Si se le a?ade el calibre de lo que cuenta en ellas, el efecto puede ser "como un tripi". Se lo dijo ayer Ariadna Trillas, jefa de la secci¨®n de Econom¨ªa de este diario, que ofici¨® como presentadora del libro. Trillas, que cont¨® al p¨²blico la an¨¦cdota de la periodista despistada que confundi¨® a su nuevo director con un invitado gay, tambi¨¦n dijo de ¨¦l que su capacidad para estar al tanto de cuanto ocurre en el microcosmos isle?o, en el que se mueve con total desenvoltura, lo convierte "en una gran antena permanentemente conectada a la realidad". Pero sus tent¨¢culos van mucho m¨¢s all¨¢ de ese microcosmos "y a veces, para saber qu¨¦ ocurre en Madrid", se?al¨® Trillas, el camino m¨¢s corto es llamar a Palma y pregunt¨¢rselo a Manresa. A ¨¦l, que con sus ojos ha sido capaz de ver otra realidad y que, como apunt¨® Trillas, "siempre est¨¢ dispuesto a soltar una carcajada por escrito".
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