"No necesitamos armas nucleares; s¨®lo queremos hacer valer nuestros derechos"
Pregunta. Se?or presidente, a usted le gusta el f¨²tbol. Cuando el equipo nacional iran¨ª juegue el 11 de junio en Alemania contra M¨¦xico, ?se sentar¨¢ usted en el estadio de N¨²remberg?
Respuesta. Depende. Mirar¨¦ el partido, pero todav¨ªa no s¨¦ si lo har¨¦ en casa o en otra parte. Depende de varias cosas.
P. ?Por ejemplo?
R. De cu¨¢nto tiempo tenga, de la situaci¨®n de algunas relaciones, de las ganas y de otras cosas.
P. Hubo indignaci¨®n en Alemania cuando se supo que usted probablemente vendr¨ªa al Mundial. ?Le ha sorprendido?
R. No, esto no importa. No he entendido toda esta agitaci¨®n.
P. Tiene que ver con sus comentarios sobre el Holocausto. Indigna que niegue el asesinato sistem¨¢tico de jud¨ªos por parte de los alemanes.
"?Cu¨¢nto tiempo se puede gobernar el mundo con la ret¨®rica de algunas potencias occidentales?"
"Si existi¨® el Holocausto, entonces Israel deber¨ªa estar en Europa y no en Palestina"
"Nuestra propuesta es que se instituya una organizaci¨®n imparcial y que desarme a las potencias nucleares"
"Si los pa¨ªses nucleares est¨¢n preocupados por que Ir¨¢n se aparte del uso pac¨ªfico, que nos vigilen"
"El OIEA ha subrayado en todos sus informes que no hay indicios de irregularidades"
"Si Estados Unidos y estos dos o tres pa¨ªses europeos no se inmiscuyeran, los pueblos de esta regi¨®n convivir¨ªan en paz"
"Los estadounidenses han enviado mensajes pidi¨¦ndonos ayuda [en Irak] y luego han respondido de forma negativa. Nos han ofendido"
R. No entiendo del todo la relaci¨®n.
P. Primero hace los comentarios sobre el Holocausto, luego llega la noticia de que posiblemente viajar¨¢ a Alemania. Esto causa alboroto. ?A usted le sorprendi¨®?
R. No, de ninguna manera, porque las redes del sionismo son muy activas en todo el mundo, tambi¨¦n en Europa. Consideramos al pueblo alem¨¢n como interlocutor. Con los sionistas no tenemos nada que ver.
P. La negaci¨®n del Holocausto est¨¢ penalizada en Alemania. ?Le da igual provocar indignaci¨®n?
R. S¨¦ que el Spiegel es una revista respetada, pero no s¨¦ si son capaces de publicar la verdad del Holocausto. ?Est¨¢n autorizados para escribir sobre esto?
P. Por supuesto que estamos autorizados a escribir sobre los descubrimientos de la investigaci¨®n hist¨®rica de los ¨²ltimos 60 a?os. Desde nuestro punto de vista no hay la menor duda de que los alemanes -desgraciadamente- acarrean la culpa del asesinato de seis millones de jud¨ªos.
R. Entonces formulamos dos cuestiones claras. La primera: ?ocurri¨® realmente el Holocausto? Usted dice que s¨ª, as¨ª que la segunda pregunta es: ?qui¨¦n es el culpable de ello? La respuesta hay que encontrarla en Europa y no en Palestina. Est¨¢ muy claro: si el Holocausto ocurri¨® en Europa, hay que buscar la respuesta en Europa. Por otra parte, si no ocurri¨®, ?por qu¨¦ este r¨¦gimen de ocupaci¨®n?
P. Se refiere a Israel...
R. ?Por qu¨¦ se empe?an los pa¨ªses europeos en defender a este r¨¦gimen? Perm¨ªtame que me extienda en otro punto. Cuando un acontecimiento hist¨®rico concuerda con la verdad, esta verdad saldr¨¢ m¨¢s a la luz cuanto m¨¢s se investigue y se hable de ello.
P. Esto ha ocurrido desde hace tiempo en Alemania.
R. No queremos certificar ni negar el Holocausto. Estamos en contra de cualquier crimen hacia cualquier pueblo, pero queremos saber si este crimen ocurri¨® realmente o no. Si as¨ª fue, pues hay que castigar a los responsables, y no a los palestinos.
P. Se?or presidente, con todo el respeto, el Holocausto ocurri¨®, hab¨ªa campos de concentraci¨®n, hay documentos sobre el exterminio de los jud¨ªos, se ha investigado mucho, y no cabe la menor duda sobre el Holocausto y tampoco sobre la responsabilidad de los alemanes. El destino de los palestinos es por el contrario otra cuesti¨®n distinta y nos lleva al presente.
R. No, no, las ra¨ªces del conflicto palestino hay que buscarlas en la historia. El Holocausto y Palestina est¨¢n directamente relacionados. Y si hubiera ocurrido realmente el Holocausto, entonces permitir¨ªan a los grupos imparciales de todo el mundo investigar. ?Por qu¨¦ limitan la investigaci¨®n a unos grupos concretos?
P. ?Mantiene usted que el Holocausto s¨®lo es un mito?
R. S¨®lo acepto algo como verdad cuando estoy convencido.
P. ?Aunque todos los cient¨ªficos occidentales no tengan ninguna duda del Holocausto?
R. En Europa hay dos opiniones. Un grupo de cient¨ªficos -en su mayor¨ªa con motivaciones pol¨ªticas- dicen que el Holocausto ocurri¨®. Pero entonces hay el grupo de cient¨ªficos que representan otra opini¨®n y por ello en su mayor¨ªa est¨¢n encarcelados. As¨ª que tiene que llegar un grupo imparcial para investigar y dar su opini¨®n sobre este tema tan importante, porque aclararlo traer¨¢ la soluci¨®n a problemas mundiales.
P. ?Niega el derecho de Israel a existir?
R. Mi punto de vista es muy claro. Decimos que si el Holocausto ha ocurrido, entonces Europa tiene que acarrear las consecuencias y Palestina no tiene que pagar ning¨²n precio por ello. En este caso, Israel deber¨ªa estar en Europa y no en Palestina. Si no ha ocurrido, entonces los jud¨ªos tienen que volver desde donde vinieron.
P. Se?or presidente, estamos hablando del Holocausto porque queremos hablar sobre el posible armamento nuclear de Ir¨¢n, que es por lo que se le considera a usted un peligro en Occidente.
R. A algunos grupos en Occidente les encanta clasificar a cosas y a personas como peligrosas. Evidentemente, usted es libre de tener su propia opini¨®n.
P. La pregunta clave es: ?quiere armamento nuclear para su pa¨ªs?
R. Perm¨ªtame que desarrolle la discusi¨®n a partir de la siguiente pregunta: ?cu¨¢nto tiempo cree usted que se puede gobernar el mundo con la ret¨®rica de algunas potencias occidentales? Tan pronto se est¨¢ contra una persona, se empieza con la propaganda, la mentira y el chantaje. ?Cu¨¢nto tiempo tiene que durar esto?
P. Estamos aqu¨ª para descubrir la verdad. El jefe de Estado de un pa¨ªs vecino dijo a Spiegel: "Est¨¢n muy entusiasmado con la producci¨®n de la bomba". ?Es cierto?
R. Nuestra discusi¨®n con ustedes y los Gobiernos europeos tiene lugar en un plano muy diferente, a un nivel m¨¢s elevado. Pensamos que este sistema legal, por el que algunos pa¨ªses imponen su voluntad al resto, es discriminatorio e inestable. 139 pa¨ªses son miembros del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) en Viena, nosotros tambi¨¦n. Tanto los estatutos del OIEA como el Tratado de No Proliferaci¨®n nuclear otorgan el derecho a los pa¨ªses miembros de disponer para fines pac¨ªficos de combustible nuclear. Esto es un derecho legitimado por ley para cualquier pueblo. Pero m¨¢s all¨¢ de esto, el OIEA se fund¨® para impulsar el desarme de aquellas potencias que ya dispon¨ªan de armamento nuclear. Ahora f¨ªjese usted lo que pasa hoy d¨ªa: Ir¨¢n era el mejor colaborador del OIEA. Hemos tenido m¨¢s de 2.000 inspecciones en nuestras plantas, los inspectores han recibido cerca de 1.000 p¨¢ginas de documentos. Sus c¨¢maras est¨¢n instaladas en nuestras centrales nucleares. El OIEA ha subrayado en todos sus informes que no hay indicios de irregularidades.
P. El OIEA no lo ve del todo como usted.
R. La otra parte, sin embargo, es que hay algunos pa¨ªses que tienen a la vez energ¨ªa nuclear y armas at¨®micas. Utilizan sus armas nucleares para amenazar a otros pueblos. Precisamente estas potencias dicen que est¨¢n preocupadas de que Ir¨¢n se aparte del camino del uso pac¨ªfico. Nosotros decimos: si estas potencias est¨¢n preocupadas, que nos vigilen. Pero estas potencias dicen: los iran¨ªes no pueden completar el ciclo nuclear, porque cabr¨ªa la posibilidad de que se apartaran de su uso pac¨ªfico. Nosotros decimos que estos mismos pa¨ªses se han apartado del uso pac¨ªfico desde hace tiempo.
P. Se?or presidente, ?cu¨¢n peligroso ser¨¢ el mundo si hay m¨¢s pa¨ªses que se convierten en potencias nucleares? ?Si un pa¨ªs como Ir¨¢n, cuyo presidente lanza amenazas, tiene la bomba en una regi¨®n en crisis?
R. En principio estamos en contra de que se ampl¨ªe el arsenal de bombas at¨®micas. Por ello hemos propuesto que se instituya una organizaci¨®n imparcial y que desarme a las potencias nucleares. No necesitamos armas, somos un pueblo civilizado. Nunca hemos atacado ning¨²n pa¨ªs.
P. ?Ir¨¢n no necesita la bomba que quiere construir?
R. Es interesante que los pa¨ªses europeos quisieran proporcionar al entonces r¨¦gimen dictatorial del sha tecnolog¨ªa nuclear. Aquel r¨¦gimen era peligroso. Sin embargo, estaban dispuestos a suministrarle tecnolog¨ªa at¨®mica. Pero desde que existe la rep¨²blica isl¨¢mica, estas potencias est¨¢n en contra. Subrayo que no necesitamos armas nucleares. Cumplimos lo que decimos porque somos sinceros y actuamos legalmente. S¨®lo queremos hacer valer nuestros derechos. Adem¨¢s, yo no he amenazado a nadie. Esto tambi¨¦n forma parte de la m¨¢quina propagand¨ªstica.
P. ?No ser¨ªa necesario colaborar para que nadie tuviese que temer que ustedes tuvieran armas nucleares que pudieran desplegar contra Israel?
R. Ning¨²n pueblo de la regi¨®n nos tiene miedo. Y nadie tiene que atemorizar a los pueblos. Creemos que si EE UU y estos dos o tres pa¨ªses europeos no se inmiscuyeran, entonces los pueblos de esta regi¨®n convivir¨ªan en paz, como lo han hecho durante miles de a?os. En relaci¨®n con Palestina, somos claros: permitan que los due?os de este pa¨ªs expresen su opini¨®n. Los que se oponen a esta propuesta prefieren la guerra y amenazan la regi¨®n.
P. Desde hace tiempo, los palestinos van un paso por delante de usted. Reconocen el hecho de Israel, mientras que usted quiere borrarlo del mapa. Los palestinos est¨¢n dispuestos a una soluci¨®n que contemple dos Estados, y usted niega a Israel el derecho a existir.
R. Se equivocan. Como han visto, en unas elecciones libres el pueblo palestino ha elegido a Ham¨¢s. Lo que decimos es que ni ustedes ni nosotros podemos convertirnos en portavoces del pueblo palestino. Son los propios palestinos quienes tienen que decidir qu¨¦ quieren.
P. Los palestinos tienen derecho a un Estado, pero es evidente, desde nuestra perspectiva, que lo mismo ocurre con los israel¨ªes.
R. ?De d¨®nde proceden los israel¨ªes?
P. Si tenemos que tener en cuenta de d¨®nde proceden las personas, los europeos tendr¨ªamos que regresar a ?frica Oriental, lugar de origen de toda la humanidad.
R. No estamos hablando de los europeos, sino de los palestinos. Los palestinos ya estaban en Palestina. Ahora, cinco millones de palestinos son refugiados. ?Es que ellos no tienen derecho a vivir?
P. Presidente, ?no hay un momento en el que hay que decir: el mundo es como es, y tenemos que aceptar el statu quo tal como es? Despu¨¦s de la guerra de Irak, Ir¨¢n est¨¢ en una posici¨®n ventajosa. EE UU ha perdido de hecho en Irak. ?No es ¨¦ste un momento propicio para que Ir¨¢n se convierta en una potencia pacificadora constructiva en Oriente Pr¨®ximo? Lo que tambi¨¦n significar¨ªa que Ir¨¢n renunciar¨ªa a sus planes nucleares y a sus discursos incendiarios...
R. Lo que me sorprende es que adopten la posici¨®n de los pol¨ªticos europeos y la defiendan fan¨¢ticamente. Ustedes representan a un semanario, no a un Gobierno. Afirmar que hay que aceptar el mundo tal como es significa que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial seguir¨¢n siendo vencedores durante 1.000 a?os y que el pueblo alem¨¢n debe seguir siendo humillado otros 1.000 a?os.
P. Los alemanes han desempe?ado tras la guerra un papel modesto pero importante en el mundo; no se sienten humillados ni denigrados. Sin embargo, de lo que queremos hablar ahora es de la misi¨®n de Ir¨¢n en el mundo de hoy.
R. Entonces tendr¨ªamos que aceptar que todos los d¨ªas fueran asesinados palestinos, que mueran en actos terroristas y que sus casas sean destruidas. Pero perm¨ªtame que le hable de Ir¨¢n. Siempre hemos estado a favor de la paz y la seguridad en la regi¨®n. Durante ocho a?os, los pa¨ªses occidentales equiparon militarmente a Sadam en la guerra que lanz¨® contra nosotros, armas qu¨ªmicas incluidas, y le prestaron apoyo. Nosotros est¨¢bamos en contra de Sadam, sufrimos graves da?os por su culpa. Pero no aceptamos que alguien se trague un pa¨ªs entero con el pretexto de derribar a Sadam.
P. Pero, se?or presidente, ?qui¨¦n se est¨¢ tragando a Irak? La guerra est¨¢ pr¨¢cticamente perdida para EE UU. Si Ir¨¢n quisiera hacer una aportaci¨®n constructiva, ayudar¨ªa a EE UU, con lo que los estadounidenses podr¨ªan pensar en retirarse.
R. Eso es muy interesante. EE UU ocupa el pa¨ªs, mata a personas, vende el petr¨®leo, y cuando pierden, culpan a otros. Tenemos lazos muy estrechos con el pueblo de Irak. Siempre hemos dicho que apoyaremos al Gobierno elegido por el pueblo. Pero los estadounidenses lo han hecho muy mal. Nos han enviado mensajes pidi¨¦ndonos ayuda y cooperaci¨®n. Nos han dicho que debemos conversar sobre Irak. A pesar de que nuestro pueblo no tiene confianza en los estadounidenses, hemos aceptado la oferta. EE UU, sin embargo, ha respondido de forma muy negativa. Nos ha ofendido.
P. ?Qu¨¦ papel corresponde a Europa y a Alemania en la resoluci¨®n del conflicto nuclear?
R. Siempre hemos procurado tener buenas relaciones con Europa, especialmente con Alemania. Ambos pueblos se gustan. Estamos interesados en desarrollarlas. Europa ha cometido tres errores con nuestro pueblo. El primero fue apoyar al sha. Francia, al acoger al im¨¢n Jomeini, se gan¨® una posici¨®n especial, que despu¨¦s volvi¨® a perder. El segundo error fue apoyar a Sadam contra nosotros. Y el tercero, en la cuesti¨®n nuclear. Europa ser¨¢ la gran perdedora y no conseguir¨¢ nada.
P. ?C¨®mo se desarrollar¨¢ ahora el conflicto entre el mundo occidental e Ir¨¢n?
R. Entendemos la l¨®gica de EE UU. Han resultado perjudicados por la victoria de la revoluci¨®n isl¨¢mica. Pero lo que nos extra?a es que algunos pa¨ªses europeos est¨¦n contra nosotros. Mand¨¦ un mensaje en el que preguntaba por qu¨¦ los europeos nos traducen las palabras de los estadounidenses. Ustedes saben que nuestras actividades tienen una finalidad pac¨ªfica. Si los europeos se ponen del lado de Ir¨¢n, eso redundar¨¢ en su inter¨¦s y en el nuestro. Los europeos est¨¢n en trance de perder su papel en Oriente Pr¨®ximo y su reputaci¨®n en otras regiones.
? Der Spiegel
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