IU-ICV exige a Zapatero que opte entre pactar con ellos o con CiU

Tanto Gaspar Llamazares como Joan Herrera, portavoces de IU-ICV, siguiendo la estela de ERC, trataron ayer de obligar al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, a definirse sobre qui¨¦nes son sus socios preferidos: la izquierda o los nacionalistas conservadores de CiU. Pero fracasaron, porque el l¨ªder del PSOE dej¨® claro que quiere jugar a todas las bandas. El presidente anunci¨®, adem¨¢s, que antes de que acabe la legislatura decidir¨¢ sobre el futuro de las centrales nucleares y reducir¨¢ el peso de esta energ¨ªa.

"No nos vale la pol¨ªtica ambidiestra en la que ustedes negocian con nosotros pol¨ªticas sociales y sostenibles y pactan la pol¨ªtica fiscal con el partido conservador, con CiU. Lo que acuerdan con ellos afecta a nuestras pol¨ªticas. Est¨¢ emplazado a aclarar sus alianzas", le espet¨® Llamazares. Como si oyera llover, Zapatero lanz¨® una serie de piropos personales al coordinador general de IU, defendi¨® el pacto con CiU para la reforma fiscal y concluy¨®: "Tenemos la oportunidad de hacer avanzar los valores progresistas en extensi¨®n de derechos, de libertades, de la cultura, de la pluralidad territorial, de la lucha por la paz, por la cooperaci¨®n... es una gran agenda de izquierdas, y yo s¨¦ que ustedes no se la van a perder".

Herrera, de ICV, hab¨ªa discurrido por el mismo sendero pero con una clave nueva: "Sabemos que la pol¨ªtica de alianzas se va determinar bastante en las pr¨®ximas elecciones en el Parlamento catal¨¢n. ?Sabe que nos tranquiliza? Que en el resto de Espa?a, y tambi¨¦n en Catalu?a, lo que pide la gente es una mayor¨ªa de izquierdas".

En el contenido, el choque entre Llamazares y Zapatero era evidente a cuenta de la "contrarreforma fiscal", pero en las formas una vez m¨¢s hubo idilio. El l¨ªder de IU le hab¨ªa reprochado que no hubiera reconocido, en su discurso inicial del martes, la aportaci¨®n de la izquierda en las leyes aprobadas. El presidente se mostr¨® dolido: "Pensaba que ¨¦ste era el momento, lamento no haberlo hecho con toda la oficialidad y el respeto que merece su grupo y su persona".

A Zapatero, no cabe duda, le gusta regalar los o¨ªdos de sus socios. Poco despu¨¦s, hablando con el ecosocialista Herrera de la energ¨ªa nuclear le dijo: "Es cierto que usted representa un acicate, influye de manera determinante". El presidente asegur¨® que mantiene su compromiso de reducir el peso de energ¨ªa nuclear y que antes de que termine la legislatura el Gobierno tomar¨¢ una decisi¨®n y "establecer¨¢ un compromiso concreto". Esta promesa es considerada fundamental por Herrera, sobre todo porque se produce pocos d¨ªas despu¨¦s de que el secretario de Estado de Industria asegurara que esa decisi¨®n se pospon¨ªa hasta la pr¨®xima legislatura.

Zapatero renov¨® su compromiso de que la Ley de Memoria Hist¨®rica, tan esperada por la izquierda, llegar¨¢ a la C¨¢mara "en dos, tres o cuatro semanas". Esa reforma, para el presidente, es "un acto de normalidad democr¨¢tica. Lo anormal ser¨ªa no acoger en la democracia a quienes sufrieron por defenderla". Herrera le reproch¨® que el embajador espa?ol en Marruecos haya acudido a un acto de homenaje al general Mizzian, "un asesino", que hizo la Guerra Civil con Franco y est¨¢ acusado de varias matanzas. No tuvo respuesta.

Llamazares sigui¨® hasta el final, sin ¨¦xito, intentando que Zapatero definiese d¨®nde est¨¢: "Estamos en mitad del r¨ªo: usted decide si sigue nadando y llega a la otra orilla con las fuerzas pol¨ªticas de la izquierda si se pretende estabilizar en el centro".