Las contradicciones del Papa fil¨®sofo
Un an¨®nimo titulado 'Contra Ratzinger,' aparecido hace un mes en Italia, concluye que el Pont¨ªfice tiene perfil de pol¨ªtico
Benedicto XVI ama el debate filos¨®fico. Sostiene, como otros te¨®logos, que es posible llegar al cristianismo por la v¨ªa de la raz¨®n (siempre que se desconf¨ªe del empirismo), y le gusta debatir con fil¨®sofos, sean cat¨®licos, como Marcello Pera, o ateos, como J¨¹rgen Habermas. El problema de la filosof¨ªa es que, a diferencia de la fe, se puede rebatir. Y empiezan a surgir an¨¢lisis sobre las contradicciones intelectuales del Papa, y sobre la ideolog¨ªa que se perfila tras sus ideas filos¨®ficas.
El mes pasado apareci¨® en Italia un panfleto an¨®nimo titulado Contra Ratzinger. El desconocido autor -que en una entrevista concedida a La Repubblica a trav¨¦s del correo electr¨®nico revel¨® tener unos 50 a?os y ser cercano a los jesuitas- se marcaba como objetivo analizar "la consistencia moral y filos¨®fica" de Joseph Ratzinger. Y conclu¨ªa que el mecanismo mental del pont¨ªfice no era, al hablar de cuestiones no estrictamente religiosas, el de un fil¨®sofo, sino "el de un pol¨ªtico".
"Apunta a los desastres que nos esperan si Occidente no abraza su versi¨®n del cristianismo"
Benedicto XVI se emplea a fondo desde hace a?os en rebatir el "laicismo", que identifica con la p¨¦rdida de las ra¨ªces culturales europeas, el "relativismo totalitario" y un "todo vale" basado en las necesidades y los apetitos de cada momento. El autor de Contra Ratzinger concluye que Benedicto XVI "no describe nunca un futuro mejor y, en cambio, apunta a los desastres que nos esperan si Occidente no abraza su versi¨®n del cristianismo". Ratzinger es un defensor apasionado de la "identidad occidental", para ¨¦l ligada de forma indisoluble con la religi¨®n cristiana, y como otros pensadores pesimistas, invoca la vigencia del viejo lema conservador "Dios, patria y familia"; basta sustituir "patria" por "identidad occidental" para resumir su esquema ideol¨®gico.
El discurso Verdad del cristianismo, pronunciado en 1999 en la Sorbona de Par¨ªs, ofrece una muestra del pensamiento ratzingeriano. Apela a san Agust¨ªn, uno de sus pensadores favoritos, para argumentar que "en el cristianismo, la racionalidad se convirti¨® en religi¨®n", y vincula el humanismo ateniense con el cristianismo. A Benedicto XVI le gusta recordar que el monasterio de Montecasino lo fund¨® su amado san Benedicto en torno al a?o 529, justo cuando cerr¨® sus puertas la Academia de Atenas. Para ¨¦l, una instituci¨®n recogi¨® la herencia de la otra. Fueron la ilustraci¨®n, el darwinismo (con el que Ratzinger es incapaz de reconciliarse) y las "ideolog¨ªas materialistas" las que truncaron la supuesta armon¨ªa entre cristianismo y humanismo. El autor de Contra Ratzinger sostiene que el Papa, en su denuncia de la ilustraci¨®n y el materialismo, s¨®lo ofrece una retah¨ªla de los males sufridos por la humanidad en los ¨²ltimos tres siglos, cuya conclusi¨®n viene a consistir en que el materialismo es perjudicial. ?Por qu¨¦? Porque no conviene, no ayuda a la salud moral de las sociedades ni a la felicidad del individuo. Plausible, pero no filos¨®fico.
La semana pasada, en Auschwitz, Benedicto XVI pronunci¨® un discurso muy esperado en el que destacaba una frase espectacular: "?D¨®nde estaba Dios en aquellos d¨ªas? ?Por qu¨¦ call¨®? ?C¨®mo pudo tolerar este exceso de destrucci¨®n, este triunfo del mal?". Algunos vaticanistas, como Marco Politi, de La Repubblica, lamentaron que a esa pregunta terrible no siguiera otra igualmente terrible: ?D¨®nde estaba la Iglesia en aquellos d¨ªas? ?Por qu¨¦ call¨®? Ratzinger defini¨® el nazismo como la tiran¨ªa de "un grupo de criminales" que "abusaron" del pueblo alem¨¢n, y no habl¨® del antisemitismo, ni de la connivencia de amplios sectores del catolicismo alem¨¢n con Adolf Hitler. S¨ª record¨® a los alemanes muertos en Auschwitz, que "no se sometieron al poder del mal y ahora est¨¢n ante nosotros como luces en una noche oscura". Pero obvi¨® que ¨¦l figur¨® entre quienes s¨ª se sometieron, y entre la dignidad y la vida con uniforme nazi, eligieron lo segundo.
Ese silencio tiene una explicaci¨®n, ni teol¨®gica ni filos¨®fica, sino historicista y "pol¨ªtica", y muy ratzingeriana. Como recoge John Allen en su biograf¨ªa de Joseph Ratzinger, ¨¦ste est¨¢ convencido de que hubo un designio divino tras la timidez del catolicismo alem¨¢n frente al nazismo, ya que Alemania se reconstruy¨® a partir de las parroquias y la Democracia Cristiana. El discurso de Auschwitz fue considerado valiente por muchos analistas. Para otros, no. Marco Politi concluy¨®: "Emerge la sensaci¨®n de que la valiente ¨¦poca wojtiliana de los actos de arrepentimiento ha concluido de forma definitiva".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.