?frica migrante

La combinaci¨®n entre la falta de desarrollo econ¨®mico, d¨¦ficit democr¨¢tico y migraciones, es un hecho sobradamente conocido por los africanos desde que sus comunidades originarias fueron divididas artificialmente en Estados por sus antiguos colonizadores. Para el resto del mundo y para la UE est¨¢ empezando a dar la cara ahora, sobre todo si tenemos en cuenta que los subsaharianos s¨®lo representan el 3% de los extranjeros censados en Europa.

Ahora suman 830 millones de habitantes, pero en 20 a?os ?frica tendr¨¢ 1.500 millones de personas, m¨¢s del 80% vivir¨¢ por debajo del umbral de la pobreza, si no cambia nada, y no lo hace pronto, el grueso de la poblaci¨®n intentar¨¢ marcharse. Los importantes retos que se plantean deber¨¢n afrontarlos los Gobiernos de Europa y ?frica con firmeza y de forma directa, al igual que deber¨¢n hacerlo las sociedades civiles de ambos lados del Mediterr¨¢neo. Se trata de un asunto de estabilidad pol¨ªtica, que permitir¨¢ devolver la esperanza no s¨®lo a millones de africanos, con necesidades b¨¢sicas sin cubrir, sino tambi¨¦n a los europeos, que vivimos bajo el temor incierto de una "invasi¨®n" desde el Sur.

El Plan ?frica y la Conferencia Euroafricana de Rabat, prevista para en pr¨®ximo mes de julio, suenan bien, pero resulta una m¨²sica ya repetida y manifiestamente insuficiente, recordemos el Proceso de Barcelona de 1995. Habr¨ªa que ser m¨¢s contundentes y crear alg¨²n tipo de fuerza internacional dotada de poderes pol¨ªticos, institucionales y financieros capaz de poner a ?frica sobre el sendero del crecimiento y limitar el ansia depredadora de propios (corrupci¨®n) y ajenos (OMC, FMI, BM...). Se tratar¨ªa de articular una verdadera estrategia para "contener" la pobreza y salvar a ?frica.