Simi¨®tica y gen-¨¦tica
Seguramente ya est¨¢n ustedes al corriente de que la tesis de Darwin seg¨²n la cual el hombre desciende del mono est¨¢ siendo puesta en cuesti¨®n en los ¨²ltimos tiempos. Pero pocos sabr¨¢n a¨²n que se est¨¢ intentando sustituir por la tesis inversa -que m¨¢s de uno ven¨ªa sospechando-, es decir, que el hombre desciende hacia el mono. Para informarme, he entrado en la p¨¢gina web del Proyecto Gran Simio, recientemente presentado en el Congreso de los Diputados, y he tenido la debilidad de pulsar, por deformaci¨®n profesional, sobre el apartado "filosof¨ªa". Les comento:
1. "La idea es radical pero
Si la semejanza gen¨¦tica es la base de la comunidad moral, entonces es indiscutible que habr¨¢ que exigir pruebas gen¨¦ticas para admitir y excluir a cada aspirante
sencilla: incluir a los antropoides no humanos en una comunidad de iguales, al otorgarles la protecci¨®n moral y legal de la que, actualmente solo gozan los seres humanos". Ciertamente, faltan una coma y un acento, pero cr¨¦anme si les digo que muchos antropoides humanos tampoco saben poner comas correctamente. Tambi¨¦n hay una afirmaci¨®n excesiva: que los seres humanos (todos) gozan de protecci¨®n moral y legal. M¨¢s quisieran algunos. Desde luego, es cierto que la idea es sencilla (?demasiado?).
2. Tambi¨¦n se explica que la
asociaci¨®n est¨¢ "en contra de la irracionalidad negaci¨®n de derechos fundamentales a seres que no son miembros de nuestra propia especie, pero que evidentemente poseen muchas caracter¨ªsticas que consideramos moralmente importantes". S¨ª, hay una incorrecci¨®n sint¨¢ctica, pero puesto que nosotros, y no ellos, somos los irracionales, vayan ustedes a saber si la sintaxis no es tambi¨¦n un aparato de irracional dominaci¨®n. Los asociados se oponen, como ustedes pueden ver, a que sea la pertenencia a la misma especie animal lo que sustente nuestros derechos. Yo tambi¨¦n. La verdad es que yo hasta ahora aplicaba este razonamiento a algunos colegas, compa?eros de trabajo, vecinos, conocidos y hasta familiares a quienes no me atrev¨ªa a excluir de los derechos humanos a pesar de tener bastantes pruebas de que la denominaci¨®n de "antropoides humanos" les viene demasiado estrecha. Se tratar¨ªa, pues, de abandonar ese -nunca mejor dicho- especioso criterio y atenernos a las "caracter¨ªsticas morales". De ¨¦stas, parece que los grandes simios poseer¨ªan "muchas" importantes. Ser¨ªa interesante saber si entre ellas consta la de poder ser tenidos (y tenerse a s¨ª mismos) por buenos o malos, virtuosos o viciosos, porque mucho me temo que ¨¦ste sea el rasgo fundacional del campo de lo ¨¦tico y, aunque pudiera dar la impresi¨®n de que yo tengo alguna animadversi¨®n hacia los animales, no llega en ning¨²n caso a tanto como para hacerles la faena (que adem¨¢s considero un error categorial) de evaluar su conducta en t¨¦rminos morales.
3. Por lo dem¨¢s, la asociaci¨®n
declara su voluntad de "trabajar por la supresi¨®n de la categor¨ªa de 'propiedad' que ahora tienen los antropoides no humanos y por la inclusi¨®n inmediata en la categor¨ªa de personas". Para que vean ustedes que se trata de una asociaci¨®n progresista (est¨¢n en contra de la propiedad privada): hacen exactamente lo contrario que los nazis; estos ¨²ltimos quer¨ªan excluir a algunos hombres de la categor¨ªa de personas y colocarlos en la de animales, mientras que nuestros amigos, al rev¨¦s, desean incluir a algunos animales (alg¨²n d¨ªa me explicar¨¢n por qu¨¦ no a todos) en la categor¨ªa de personas. Si se les hubiera hecho caso, el exterminio de los lager no habr¨ªa sido posible (pues incluso los antropoides no humanos habr¨ªan tenido derechos respetables). Claro que, entonces, a lo peor tampoco hab¨ªa sido necesario, porque el resultado de ambas operaciones no parece diferir en lo esencial: considerar a las personas como animales no es m¨¢s que la otra cara de considerar a los animales como personas. ?Cu¨¢nto da?o has hecho, Walt Disney!
4. Sepan que se trata de una
"organizaci¨®n
que toma a la sociedad anti-esclavista como su modelo". El razonamiento es implacable: si antes lo hicimos con las mujeres y con los negros, ahora debemos hacerlo con los animales. Supongo que tanto las mujeres como los negros sentir¨¢n una especial elevaci¨®n de su dignidad al escuchar esta declaraci¨®n. Por eso les dec¨ªa hace un momento que a veces se puede conseguir el mismo resultado (infamante) usando m¨¦todos literalmente inversos.
5. En todo caso, como a estas
alturas ya estar¨¢n ustedes deseosos de conocer las bases cient¨ªficas de esta asociaci¨®n, tienen derecho a compartir sus argumentos: el decisivo es que "el gran parentesco que tienen estos animales con el hombre es enorme. Compartimos el 98,4% de los genes con los chimpanc¨¦s, el 97,7% con los gorilas y el 96,4% con los orangutanes. Es un parentesco similar al que tienen otras especies que a simple vista no se distinguen. La diferencia gen¨¦tica es menor que la existente entre especies de un mismo g¨¦nero y familia". De nuevo hay un desliz gramatical: "el gran parentesco es enorme" (el peque?o parentesco ser¨¢, sin duda, m¨¢s chiquit¨ªn). Pero no nos pongamos puntillosos porque la idea est¨¢ clara, y yo creo que incluso maquillan la estad¨ªstica para no escandalizarnos: apostar¨ªa a que una prueba masiva de ADN en ciertos colectivos de nuestra llamada comunidad moral descubrir¨ªa bastantes orangutanes, gorilas y chimpanc¨¦s agazapados en la enga?osa semejanza visual (¨¦sta es la raz¨®n por la que yo me resistir¨¦ tanto como pueda a que me hagan estas pruebas). Y si la semejanza gen¨¦tica es la base sobre la que se sostiene la comunidad moral (el reconocimiento de derechos), entonces es indiscutible que habr¨¢ que exigir pruebas gen¨¦ticas para admitir y excluir a cada aspirante a formar parte de la misma y que los resultados arrojar¨¢n una jerarqu¨ªa en la dignidad moral (no podemos tratar igual a quienes se nos parecen en un 98,4% que a quienes solamente tienen en com¨²n con nosotros un m¨¢s modesto 96,4%) que ser¨¢ jur¨ªdica, pol¨ªtica y econ¨®micamente edificante. Sobre el nombre que merece la "filosof¨ªa" que deduce los derechos a partir del c¨®digo gen¨¦tico no es preciso extenderse.
6. De todos modos, tambi¨¦n
tiene este grupo argumentos para los culturalistas (?qu¨¦ poco conf¨ªan en su base cient¨ªfica!), como el de que los simios pueden aprender algunos signos del lenguaje de los sordomudos: "Se han hecho descubrimientos sorprendentes; como demostrar que tienen su propia cultura". (?Pobres nacionalistas! No hac¨ªa falta ser tan crueles con ellos despu¨¦s de haber insultado a los negros, a las mujeres y a los sordomudos; este descubrimiento ser¨¢, en efecto, sorprendente para quienes crean que esto de tener una cultura propia es como haber encontrado una mina de oro de la que manan derechos del mismo modo que el agua se transformaba milagrosamente en vino en las bodas de Can¨¢n; tambi¨¦n los mafiosos tienen su propia cultura, y sin embargo algunos jueces se resisten empecinadamente a justificar por ello su derecho a la vendetta), "que son capaces de transmit¨ªrsela a sus hijos, que conversan entre ellos, que tienen pensamientos privados" (el procedimiento de verificaci¨®n de este ¨²ltimo descubrimiento se mantiene, como es l¨®gico, en riguroso secreto, para no ofender a algunos antropoides humanos cuyos momentos de abotargamiento en la sobremesa se disculpan a menudo con la hip¨®tesis no contrastada de que se han quedado absortos en sus propios pensamientos), "imaginaci¨®n, recuerdos temporales" (tendr¨ªa m¨¢s m¨¦rito si tuvieran recuerdos atemporales), "autoconciencia, empat¨ªa, capacidad de enga?ar, curiosidad, sentido del humor, sentido del tiempo, consciencia de la muerte y son capaces de mantener una amistad que dure toda la vida" (como todos recordar¨¢n si piensan en la mona Cheeta, lo cual, bien mirado, no s¨¦ si confirma o refuta su semejanza con la especie humana).
7. Espero que los lectores com
prendan las razones por las cuales no me atrevo a salir de este website. Me caen muy bien los antropoides no humanos y las personas que se solidarizan con su sufrimiento innecesario, pero no estoy seguro de querer tener un encuentro con antropoides humanos capaces de tomarse en serio la "filosof¨ªa" que subyace a estos argumentos, incluso aunque sean miembros de pata negra de mi propia especie.
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