Respuesta al insulto
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, decidi¨® ayer querellarse contra el periodista radiof¨®nico Federico Jim¨¦nez Losantos por presuntas injurias contra su honor y dignidad y menoscabo de su imagen p¨²blica. El director del programa La Ma?ana de la Cope avasall¨® el pasado jueves al regidor madrile?o y dirigente del PP, a quien desde hace m¨¢s de un a?o tiene vetada su presencia en la emisora de la Conferencia Episcopal, con una serie de ep¨ªtetos a cual m¨¢s ofensivo, con el objetivo, entre otras cosas, de presentarle como traidor a su partido. En su corrosiva verborrea, le acus¨® de ignorar los muertos de la matanza del 11-M con tal de llegar al poder, y consider¨® una provocaci¨®n que asista hoy a la concentraci¨®n de protesta convocada por la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, con el consiguiente riesgo de que pueda ser objeto de una agresi¨®n por parte de alg¨²n exaltado, al tiempo que implic¨® a la Polic¨ªa y la Guardia Civil en el brutal y m¨²ltiple atentado ferroviario del 11 de marzo de 2004.
A la luz de estas declaraciones, resulta natural que Ruiz-Gallard¨®n haya optado por recurrir a los tribunales. Haci¨¦ndolo ayuda a quienes desde la calle piensan desde hace tiempo que hay que bajar el diapas¨®n de gritos e insultos en la prensa, por mucho que algunos crean obtener as¨ª r¨¦ditos de audiencia. El derecho a la libertad de expresi¨®n est¨¢ claramente recogido en la Constituci¨®n, pero eso no supone que no existan l¨ªmites a los excesos. Las palabras de Jim¨¦nez Losantos entran en esa categor¨ªa. Ning¨²n profesional de la informaci¨®n est¨¢ exento de cumplir con la ley. La cr¨ªtica es v¨¢lida, pero el insulto, no. Eso alcanza tambi¨¦n a quienes juegan al papel de estrellas medi¨¢ticas de cualquier sector, como Jim¨¦nez Losantos u otros, que creen que la ¨²nica verdad es la suya, que cualquier otra opini¨®n es inadmisible, descalifican a colegas y atemorizan y someten a chantaje a figuras p¨²blicas que discrepan de sus tesis.
Resulta, en ese sentido, significativo que Jim¨¦nez Losantos rechazara ayer la petici¨®n del alcalde de Madrid de defenderse en su programa de la lluvia de acusaciones y alegara, para mayor befa, que ¨¦ste tiene antes que pedir perd¨®n a sus oyentes por unas cr¨ªticas sobre presuntas manipulaciones a una entrevista suya hace un a?o. No deja de ser igualmente notable que sea Ruiz-Gallard¨®n el primer dirigente del PP que se atreve a echar un pulso al comunicador de la Cope. Otros de sus compa?eros, empezando por su presidente, Mariano Rajoy, no tienen m¨¢s remedio que soportar desaires y palabras hirientes del director de La Ma?ana, sabedores de que ¨¦se es el peaje que deben pagar por el apoyo absoluto que la emisora episcopal otorga al primer partido de la oposici¨®n, describiendo un panorama nacional catastr¨®fico. Todo ello es parte de una preocupante falta de tolerancia y de racionalidad que empieza a abundar en la pol¨ªtica y los medios.
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