Siniestro GRAPO residual
Fue condenado a m¨¢s de 100 a?os de c¨¢rcel hace tres d¨¦cadas por varios asesinatos, entre otros el del director general de Instituciones Penitenciarias, Jes¨²s Haddad. Cumpli¨® 20 de prisi¨®n y, puesto en libertad, volvi¨® a la clandestinidad y, seg¨²n la polic¨ªa, tambi¨¦n a matar, al menos a la empresaria Ana Isabel Herrero en Zaragoza, en febrero pasado. Juan Garc¨ªa Mart¨ªn, el terrorista detenido ayer en Reus por la Guardia Civil y considerado como el m¨¢ximo dirigente del GRAPO, es un siniestro personaje de ese grup¨²sculo criminal residual que desde hace tres d¨¦cadas causa un dolor tan insistente como absurdo a la sociedad espa?ola. Si cuando naci¨® eran ya pol¨ªtica e ideol¨®gicamente demenciales la organizaci¨®n, su discurso y sus objetivos, hoy los andamiajes pol¨ªticos de los delincuentes que siguen actuando bajo su nombre son sencillamente esperp¨¦nticos.
Garc¨ªa Mart¨ªn fue localizado y arrestado con dos c¨®mplices, Carmen Cayetano Navarro y Mar¨ªa Aranzazu D¨ªaz Villar, y lo fueron todos en la calle de la Amargura, n¨²mero 39 -cabe pensar que la direcci¨®n no pod¨ªa ser otra-. Estaban preparando "acciones con fines econ¨®micos", es decir, atracos y robos, se supone que para prolongar una pat¨¦tica subsistencia que carecer¨ªa de relevancia social si no fuera porque provoca tragedias como la desaparici¨®n de Publio Cord¨®n o la muerte de Ana Isabel Herrero.
Los espa?oles hemos o¨ªdo hablar tantas veces de la ¨²ltima y plena desarticulaci¨®n del GRAPO como de su reaparici¨®n, con la reivindicaci¨®n m¨¢s o menos fantasma de delitos comunes violentos. Esperemos que esto se haya acabado de verdad. Aunque alguien pueda alarmarse con palabras como las del secretario de Estado del Interior, Antonio Camacho, que hablaba ayer de las detenidas como "responsable del aparato interno" y de "relaciones internacionales". Parece excesivo atribuir a estos personajes tan solemnes tarjetas de visita.
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