Todos calvos si la izquierda se une
Compartimos la opini¨®n del nuevo portavoz del Consell, Vicente Rambla, cuando afirma que las pr¨®ximas campa?as electorales del PP y PSPV por la Generalitat son "predecibles". Las campa?as y los resultados, si hemos de creer los sondeos de opini¨®n divulgados, que no hay que tomar al pie de la letra y a tanta distancia de las urnas. Y es que, en realidad, los l¨ªderes de una y otra formaci¨®n han ido ense?ando ya sus cartas, que bien podr¨ªan modificarse al albur de un esc¨¢ndalo poco sorprendente u otro imprevisto.
Por el momento, sin embargo, los papeles est¨¢n repartidos: la derecha se ha envuelto con la senyera y pone el ¨¦nfasis en el discurso reivindicativo con trinos que a ratos nos evocan de los a?os setenta. Los socialistas pondr¨¢n -ya ponen- el dedo all¨ª donde m¨¢s duele, en la corrupci¨®n que se viene denunciando y en un cap¨ªtulo que realmente les compromete seriamente si un d¨ªa han de aplicarlo: la transparencia, esa asignatura en la que todos los gobiernos suspenden y que constituye uno de los pocos exponentes indudables de la casi perdida calidad democr¨¢tica. Con una m¨ªnima transparencia, por ejemplo, ya sabr¨ªamos a estas horas cu¨¢nto nos va a costar a los ciudadanos -que no a las arcas del PP- la visita del Papa, acerca de la cual se est¨¢ procediendo como si se tuviere patente de corso, lo que equivale a cero en democracia.
Mientras los grandes partidos de la autonom¨ªa afinan sus estrategias y t¨¢cticas, a la izquierda del PSPV hay un modesto, pero pudiera ser que decisivo universo en efervescencia. Nos referimos al Bloc Nacionalista y a todas las siglas que orbitan en EU. El objetivo, como se sabe, es tejer una alianza que pueda decir su palabra en la definici¨®n de nuestro futuro colectivo. Para ello hay que morder en los votos escrutados alcanzando o superando el 12 por ciento, lo que no habr¨ªa de ser un ensue?o. La dificultad no est¨¢ en alcanzar ese objetivo, sino en limar personalismos y hasta patriotismos de partido, en un ¨¢mbito ideol¨®gico, precisamente, en el que las patrias -de cualquier g¨¦nero- no habr¨ªan de tener predicamento.
Que cuaje o no esta tercera fuerza, que ha de consistir en un compromiso por el cambio en el Pa¨ªs Valenciano, intitul¨¢ndose as¨ª o de otra manera, es algo que hemos de ver en las pr¨®ximas semanas. En el PSPV se asiste discretamente al proceso, sabiendo que en el buen fin del mismo reside parte de su propia suerte futura, pues poco ha de conseguir por s¨ª s¨®lo. En el PP, por motivos opuestos, temen que la coalici¨®n se condense y de ah¨ª que saquen a lucir el espantajo del tripartito catal¨¢n y hasta anuncien efectos colaterales como la subida del precio de las viviendas para el caso de que ellos no gobiernen. Con igual fundamento podr¨ªan a?adir que nos quedaremos calvos y subir¨¢ la contribuci¨®n.
La cr¨®nica pol¨ªtica de la semana no debe soslayar las tensiones que sacuden a las agrupaciones socialistas de la ciudad de Valencia y al grupo municipal en el Ayuntamiento a prop¨®sito de la candidatura a la alcald¨ªa. Por el momento, y mientras no se concierte otra opci¨®n, el cabeza de cartel es el actual portavoz, Rafa Rubio. Su alternativa, Carmen Alborch, patrocinada por las altas instancias del partido, pero recibida con reticencias e incluso oposici¨®n por algunas familias y prepotentes locales que, con el cambio, se juegan o pierden su estatus pol¨ªtico. En esta tesitura, el mentado portavoz est¨¢ en la encrucijada de dos fuegos o intereses cruzados. Ha de templar gaitas -as¨ª se describe en su propio entorno- para que prevalezca lo que m¨¢s convenga al partido y, todo al tiempo, que no haya damnificados, o no m¨¢s de los necesarios.
Lo grave, es que nadie le ha puesto a¨²n las cartas sobre la mesa para negociar la salida razonable, acaso porque esperan -Ignasi Pla, Madrid, ?qui¨¦n demonios?- que ¨¦sta se produzca por arte de birlibirloque, o por abandono, lo que no es previsible en un corredor de fondo, como tiene demostrado el mentado portavoz. En la medida que le corresponda a Blanquer¨ªas, sede del PSPV, no se puede hacer peor, pues de una misma tacada y filtrando o dando ocasi¨®n a la filtraci¨®n de noticias falsas, est¨¢n lesionando las dos opciones.
DESPILFARROS
"Tocar en Europa y cobrar en Espa?a". Es una frase -y probablemente una certeza- que se le atribuye al genial Rostrop¨®vich. ?l mismo ha tenido motivos sobrados para verificarlo en esta misma comunidad auton¨®mica, Eldorado para tanto artista cierto o remedo de ello. Como Luigi Settembrini, un listo responsable de las Bienales que se han celebrado y tambi¨¦n de la pr¨®xima, que no tendr¨¢ lugar. Pero tiene un contrato por m¨¢s de un mill¨®n de euros y pide su cumplimiento, a pesar de no haber dado un palo al agua. ?Cu¨¢ntos millones se han gastado en nader¨ªas, improvisaciones y personajes raros o super pagados! Pero han sido dineros p¨²blicos que autorizan derroches y frivolidades culturales imposibles en Mil¨¢n o Nueva York, donde hay que rascarse el bolsillo.
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