Fernando Prieto, profesor de Historia de las Ideas Pol¨ªticas

Este domingo ha fallecido en Madrid, v¨ªctima de una dolencia cardiaca, el profesor Fernando Prieto Mart¨ªnez, un hombre discreto y entra?able que dedic¨® su vida al estudio de la filosof¨ªa pol¨ªtica, desde una perspectiva hist¨®rica.

Nacido en 1933, su carrera como docente, vinculada en sus primeros a?os a su condici¨®n de miembro de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, dio un giro en la d¨¦cada de 1970 al incorporarse al grupo de historiadores del pensamiento pol¨ªtico que colaboraba con don Luis D¨ªez del Corral: Juan Tr¨ªas, Joaqu¨ªn Abell¨¢n, Jos¨¦ ?lvarez Junco, Mar¨ªa del Carmen Iglesias, y quien esto escribe.

Con el tiempo, Fernando Prieto obtuvo la plaza de profesor adjunto (luego titular) de Historia de las Ideas y de las Formas Pol¨ªticas, consolidando una trayectoria como investigador que s¨®lo se vio interrumpida cuando Adolfo Su¨¢rez le design¨® para una dif¨ªcil tarea, convertir una instituci¨®n tradicional del franquismo, tan cargada de logros como de sesgo ideol¨®gico, en un centro de an¨¢lisis politol¨®gicos encargado de preparar la democracia.

El antiguo Instituto de Estudios Pol¨ªticos se convirti¨® as¨ª en Centro de Estudios Constitucionales, del cual Fernando Prieto Mart¨ªnez fue fundador y primer director.

Al dejar el cargo, Fernando Prieto regres¨® al trabajo acad¨¦mico, siempre con mayor ¨¦nfasis en la investigaci¨®n que en la docencia. Entre sus trabajos monogr¨¢ficos, destaca el estudio sobre el pensamiento de S¨¦neca, realizando asimismo una aportaci¨®n notable al estudio de Hegel. En la actualidad era profesor em¨¦rito de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense

Pero sobre todo Fernando Prieto se entreg¨® a un empe?o de enorme importancia, posiblemente superior a la capacidad de cualquier investigador individual: una Historia de las Ideas Pol¨ªticas, en siete tomos, sobre la que elabor¨® un resumen de mil p¨¢ginas con finalidad pedag¨®gica. Fue un gran amante de la lectura y de los viajes, donde el sesgo melanc¨®lico de su car¨¢cter encontraba compensaci¨®n en la vitalidad de su compa?era y amiga Natacha. En los ¨²ltimos tiempos, ten¨ªa la sensaci¨®n de haber cumplido ya con su tarea. As¨ª ha sido.