El enigma del zodiaco
Dom¨¦nech, t¨¦cnico franc¨¦s, acusado de guiarse por el hor¨®scopo y de ser un provocador
Raymond Dom¨¦nech, nacido bajo el signo de Acuario en 1952, pasea con aire preocupado por los pasillos del castillo del bar¨®n de M¨¹nchhausen. El seleccionador franc¨¦s puede ver desde los ventanales de la edificaci¨®n del siglo XVI los caminos por los que el flautista de Hamelin, all¨ª donde se entrena su equipo, hechizaba alternativamente a las ratas o a los ni?os, seg¨²n su estado de ¨¢nimo. Creyente apasionado de la astrolog¨ªa y actor aficionado, tiene problemas. Una larga lista.
Sus jugadores est¨¢n divididos en grupitos. El portero Coupet (Capricornio) lleg¨® a abandonar la concentraci¨®n alegando agravios comparativos con Barthez (C¨¢ncer). Otros, como Trezeguet (Libra), cuestionan sus decisiones. Zidane (C¨¢ncer), seg¨²n opini¨®n muy extendida, manda m¨¢s que el t¨¦cnico y es quien ha impuesto la titularidad de su amigo Barthez. Los periodistas franceses le han declarado la guerra. ?l ha demandado a algunos por difamaci¨®n. En el plano deportivo, confiesa que tiene "pesadillas" con su rival de hoy, Suiza. Una victoria, comentan, "disolver¨ªa todo de golpe".
"Respira por el pulm¨®n de Aim¨¦ Jacquet, escucha por sus orejas, bombea sangre desde su coraz¨®n", comenta con un punto po¨¦tico alguien muy cercano a la expedici¨®n francesa. Jacquet es el predecesor y referente de Dom¨¦nech. Fue destituido tras caer en la primera fase en el Mundial de 2002 y en la Eurocopa de 2004. A ¨¦l le consulta todos sus movimientos. A ¨¦l y a Zidane, claro.
Quiz¨¢ en una de esas visitas a la casa del ex preparador se fragu¨® la ausencia de Giuly (C¨¢ncer), o la de Anelka (Piscis), o la de Micoud (Leo). O la m¨¢s que probable suplencia, hoy, de Trezeguet. El delantero del Juventus ha sido muy expl¨ªcito: "Cuando tienes los delanteros que tiene Francia, debes jugar con ellos. Hay que apostar por eso. Brasil pone a todas sus figuras y nadie dice nada. Pero aqu¨ª es imposible por la mentalidad". Donde pone "mentalidad" l¨¦ase "Dom¨¦nech". Trezeguet no es especialmente del agrado de Zidane. Adem¨¢s, Dom¨¦nech "es muy rencoroso y no le va a perdonar esas palabras", dicen quienes le conocen.
Tampoco olvida las de Micoud hace unas semanas: "No voy a la selecci¨®n porque soy leo y ya van muchos leo". La ausencia de Pires, tal vez, se explique porque es escorpio y, seg¨²n algunos medios franceses, Dom¨¦nech ha dicho que "los escorpio, en el c¨¦sped, se matan entre ellos". En esa misma comparecencia dijo que los leo "siempre hacen algo chiflado".
"Es un enamorado de la astrolog¨ªa, pero aquellas palabras no creo que las dijera en serio", comentan en la delegaci¨®n francesa. "Raymond es aficionado a la provocaci¨®n, recuerde que es actor", insisten. "Se ha acostumbrado a sorprender con una cosa distinta cada d¨ªa a la prensa y yo creo que se equivoca", dice un ex responsable del Par¨ªs Saint Germain.
Sus relaciones con los medios son malas. Bueno, no con todos. Su pareja, con la que tiene una ni?a peque?a, es una de las presentadoras estrella de un canal televisivo. La cadena, muy astuta, la ha desplazado para que cubra la concentraci¨®n de la selecci¨®n. El resto de los periodistas ha denunciado tratos de favor. Tambi¨¦n le han acusado de pedir dinero por diversas intervenciones publicitarias. Unas afirmaciones que ha desmentido, al tiempo que anunciaba una querella contra los que le hab¨ªan se?alado.
Trezeguet ha escogido el camino de Coupet. "No entiendo las decisiones del entrenador en ocasiones, pero no soy de los que piden explicaciones", coment¨® el delantero, que apel¨®, a la "opini¨®n" de Zidane o Henry (Leo): "Deber¨¢n decir algo sobre este asunto porque somos s¨®lidos, pero no marcamos goles y as¨ª no se puede ganar". Dom¨¦nech minimiza los terremotos en su vestuario y califica todo suceso de "peque?o malentendido". "Es muy inteligente y es dif¨ªcil saber qu¨¦ est¨¢ tramando con cada cosa que dice o hace", sugiere la misma fuente. Lo que s¨ª es seguro es su profundo y reconocido inter¨¦s en el rastreo astral. Quiz¨¢ por eso eligi¨® el castillo del bar¨®n como cuartel general. Sus aventuras se plasmaron en dos libritos en los que se ridiculizaba la tendencia del verdadero M¨¹nchhausen a exagerar. As¨ª, sus viajes a Mosc¨², se convierten en paseos por la Luna. Un sat¨¦lite muy relevante para leer en el dibujo del cielo, en los planetas, en las cartas del zodiaco.
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