La nueva cara de la tragedia palestina
Huda, la ni?a que sobrevivi¨® al bombardeo de una playa de Gaza, relata su drama
La playa es uno de los pocos sitios donde los ni?os de Gaza -un lugar sin parques, sin columpios, ni cines- disfrutan de verdad. Huda, de 11 a?os, estaba el viernes pasado en uno de los arenales del norte de la franja con toda su familia. Hac¨ªa sol, calor y ten¨ªan preparada una merendola. La jornada acab¨® s¨²bitamente y de la peor manera. Hacia las cinco de la tarde (una hora menos en la Espa?a peninsular), una explosi¨®n, supuestamente causada por un proyectil israel¨ª, arruin¨® la corta vida de Huda. Le arrebat¨® a su padre, Ali Galia, un agricultor de 49 a?os, al que llamaba "padre, padre, padre" mientras corr¨ªa en torno al cad¨¢ver por la arena cuando un c¨¢mara grab¨® las im¨¢genes que el fin de semana dieron la vuelta al mundo y la convirtieron en el icono de las muchas tragedias cotidianas de los palestinos.
704 ni?os palestinos han muerto por fuego israel¨ª desde la segunda Intifada
El misil israel¨ª mat¨® al padre de Huda, a su segunda esposa y a cinco hermanos
Porque Huda perdi¨® tambi¨¦n a sus hermanas mayores, Alia, de 25 a?os, e Ilam, de 15; a las peque?as Sabren, de cuatro, y Hanadi, de uno; a la segunda esposa de su padre, Raisa, 35; y a Haitam, el beb¨¦ que la pareja tuvo hace cuatro meses. S¨®lo Huda y uno de sus hermanos salieron ilesos. Su madre, Hamdia, de 42 a?os, cuatro hermanos, de entre 22 y 8 a?os, y su hermanastra, de 8, fueron trasladados inmediatamente a hospitales en coches particulares y ambulancias. Otra treintena de personas, incluidos muchos cr¨ªos, sufrieron tambi¨¦n heridas. Tres de los Galia est¨¢n ingresados en el Estado jud¨ªo. El Ej¨¦rcito israel¨ª organiz¨® su traslado tras lamentar la muerte de civiles inocentes.
"Se supon¨ªa que era una playa tranquila", declar¨® Huda en una entrevista televisada. Es muy frecuentada porque tambi¨¦n es una de las m¨¢s limpias de la franja. El viernes pasado, el primer d¨ªa de fiesta tras el fin de curso, soldados israel¨ªes bombardearon la franja por tierra, mar y aire. Pese a todo, los Galia marcharon a una playa cercana a su ciudad, Beit Lahia (35.000 vecinos), con parafernalia playera: cubos, palas y hasta moldes para hacer figuras de arena.
De repente se oy¨® un ruido ensordecedor al caer un proyectil, luego otro, ha contado Aiham, el hermano ileso de Huda, al diario israel¨ª Haaretz. Lo peor estaba por llegar: "Unos segundos despu¨¦s cay¨® un proyectil vac¨ªo a unos 100 metros. Todo el mundo empez¨® a correr pero mi familia no se organiz¨® lo suficientemente deprisa. De repente, un proyectil nos impact¨® de lleno. Me levant¨¦ y no me lo pod¨ªa creer. Hab¨ªa trozos de cuerpos por todos lados, a una de mis hermanas le faltaba un brazo. Mi padre estaba muerto".
Decenas de miles de personas acudieron, el s¨¢bado, al funeral de los Galia. "No me dej¨¦is sola", implor¨® la ni?a tras despedir a los suyos. Esas palabras y las im¨¢genes de la playa, emitidas una y otra vez por las cadenas ¨¢rabes -con an¨¢lisis y debates incluidos en Al Yazira-, se han quedado grabadas en la mente de los palestinos. Del mismo modo que no olvidan a Mohamed al Durra, el chaval de 12 a?os que muri¨® en brazos de su padre durante un fuego cruzado entre israel¨ªes y palestinos hace cinco a?os y medio.
Desde el inicio de la segunda Intifada, en septiembre de 2000, hasta ahora han muerto 704 menores palestinos, seg¨²n la ONG israel¨ª Betselem. Y ¨¦sta no es la primera vez que la violencia se ceba en la familia Galia. Un proyectil israel¨ª mat¨® a cuatro primos de Huda y a un sobrino suyo cuando recog¨ªan fresas hace dos a?os. All¨ª cerca hab¨ªa un solar desde el que supuestamente milicianos lanzaban cohetes de fabricaci¨®n casera a Israel. ?se era el objetivo entonces y tambi¨¦n el viernes.
Huda ha logrado poner de acuerdo moment¨¢neamente al presidente palestino Mahmud Abbas y al primer ministro Ismail Haniya: ambos han adoptado simb¨®licamente a esta alumna de sexto curso, que por ahora vive con una t¨ªa suya.
"Esta ni?a habla un lenguaje internacional. No hace falta explicar las im¨¢genes. Su sufrimiento se entiende igual en Espa?a, en Palestina o en India", dec¨ªa ayer desde Ciudad de Gaza Shandi Al Kashif, el redactor jefe de la agencia palestina Ramatan. Uno de sus c¨¢maras, Zacharia Abu Harbid, recibi¨® un aviso, se fue para all¨¢ y capt¨® las dram¨¢ticas im¨¢genes.
Pero otras v¨ªctimas se diluyen en la estad¨ªstica. Mar¨ªa Aman, de tres a?os, se ha quedado tetrapl¨¦jica y est¨¢ conectada a un respirador en el hospital donde tambi¨¦n yace en coma Ariel Sharon. El coche en el que iba con su familia circulaba hace tres semanas junto al del activista de Yihad Isl¨¢mica Mohamed Dahduh por una concurrida calle de Gaza. Fue lo que los israel¨ªes llaman un asesinato selectivo. Dahduh muri¨®, tambi¨¦n la madre, el hermano y la abuela de Mar¨ªa.
Cuando el viernes a las 19.30 horas el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito israel¨ª, Dan Halutz, orden¨® suspender los bombardeos la jornada era, con 10 muertos (los Galia y tres milicianos), la m¨¢s sangrienta en Gaza desde diciembre de 2004. Israel abri¨® inmediatamente una investigaci¨®n sobre la matanza de la playa. El Ej¨¦rcito baraja tres hip¨®tesis: un proyectil que err¨® su objetivo, uno lanzado d¨ªas, semanas o meses antes que no estall¨® en su momento, u otra que ha surgido en las ¨²ltimas horas: una bomba plantada por palestinos ante un hipot¨¦tico asalto israel¨ª desde el mar. Hoy se conocer¨¢ la respuesta oficial.
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