Divinamente

Andan la Sinf¨®nica de Madrid y L¨®pez Cobos metidos estos d¨ªas en m¨²sicas que tienen que ver con lo religioso. En el Real con Di¨¢logos de Carmelitas, y el mi¨¦rcoles con las Tres peque?as liturgias de la presencia divina de Messiaen y el Stabat Mater de Poulenc. Fue una de las mejores sesiones que le recuerdo a la Sinf¨®nica y a su titular. El amor de L¨®pez Cobos por la m¨²sica de Poulenc -que dirigi¨® de memoria- se sab¨ªa de sobra, pero salt¨® a la vista con una luminosidad que iba m¨¢s all¨¢ de la habitual contenci¨®n del director, que tradujo con exactitud esa curiosa relaci¨®n entre texto y m¨²sica, esa suerte de abundancia del coraz¨®n que transgrede las reglas del dolor.

Las Tres peque?as liturgias... son una especie de concentrado de Messiaen que en media hora nos hace escuchar a sus p¨¢jaros, a su gamel¨¢n y a las voces de su para¨ªso hecho de amor. L¨®pez-Cobos supo meterse en ese mundo siempre nuevo con el apoyo excelente de la pianista Patricia Barton y de Valerie Hartmann-Claverie a las ondas Martenot. Muy bien la orquesta y los dos coros, y maravillosa Ofelia Sala en el Stabat Mater. Canta cada d¨ªa mejor y, en esas nubes cercanas a lo divino, se mueve con una emoci¨®n contagiosa.