El Congreso de EE UU se niega a fijar una fecha para la retirada de Irak
La C¨¢mara de Representantes apoya la estrategia de Bush en un duro y agitado debate
La C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos aprob¨® ayer una resoluci¨®n en la que declara que el Ej¨¦rcito debe completar "la misi¨®n que propicie soberan¨ªa, libertad, seguridad y unidad en Irak", pero sin establecer una fecha "arbitraria para la retirada o repliegue" de las tropas estadounidenses en aquel pa¨ªs. La C¨¢mara se embarc¨® en su primera intensa, extensa y dura discusi¨®n sobre la invasi¨®n de Irak desde que el Congreso autoriz¨® el uso de la fuerza contra el r¨¦gimen de Sadam Husein hace m¨¢s de tres a?os. Y la conclusi¨®n fue seguir en Irak.
En una votaci¨®n que reflejaba la posici¨®n tomada por el Senado poco antes -que rechaz¨® por abrumadora mayor¨ªa (93-6) la salida de las tropas antes de final de a?o-, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® durante un agitado debate una resoluci¨®n no vinculante que elogia a las tropas, etiqueta la guerra en Irak como parte de una lucha global m¨¢s amplia contra el terrorismo y concluye que una "fecha arbitraria para la retirada" de los soldados no ser¨ªa buena para "el inter¨¦s nacional". De un total de 435 representantes, 256 votaron en contra de fijar una fecha para retirar a los m¨¢s de 130.000 soldados desplegados en Irak, y 153 pidieron el regreso a casa.
"No es una opci¨®n", declar¨® el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana, el representante por Ohio, John Boehner. Las tropas se quedan. No hay otra alternativa, en su opini¨®n, que "enfrentarse a los terroristas, ganar la guerra contra el terrorismo y expandir la democracia y la libertad por el mundo".
El debate se acaloraba. Hasta 140 legisladores tomaron la palabra durante las 11 horas que dur¨® la sesi¨®n el pasado jueves, antes de la votaci¨®n de ayer. La l¨ªder de los dem¨®cratas en la C¨¢mara, Nancy Pelosi, defin¨ªa la campa?a b¨¦lica de Bush como "un grotesco error". Y reclam¨® a la Administraci¨®n que hiciera "frente a los hechos" y reconociese "el grave error" que hab¨ªa cometido desde el principio.
Se levant¨® de su sill¨®n el portavoz de la mayor¨ªa republicana, Dennis Hastert, y proclam¨®: "Debemos aguantar firmes en nuestro compromiso de luchar contra el terrorismo y el mal que ¨¦ste inflige en todo el mundo. Debemos renovar nuestra resoluci¨®n de que las acciones de los malvados no dictar¨¢n las pol¨ªticas de EE UU". Pelosi le respondi¨® que "la Administraci¨®n contin¨²a cavando un hoyo, se niega a salir y ver la luz".
Cuando quedan menos de cinco meses para las elecciones legislativas del pr¨®ximo 7 de noviembre, la guerra de Irak sigue polarizando al Congreso y al pa¨ªs, y da?ando la imagen del presidente. En esos comicios se decidir¨¢ si los republicanos mantienen el control de ambas C¨¢maras (Senado y C¨¢mara de Representantes) o los dem¨®cratas cobran en votos su inversi¨®n pol¨ªtica contra la guerra y el desplome de Bush en popularidad y se hacen con una o ambas C¨¢maras. Se esperaba que los pocos miembros del partido de Bush que p¨²blicamente han expresado sus recelos sobre la guerra se opusieran a la resoluci¨®n. Pero finalmente apoyaron la medida bajo la presi¨®n electoral de noviembre.
Los dem¨®cratas denunciaron el debate y la votaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes como una charada con motivaciones pol¨ªticas. Casi todos votaron en contra. En opini¨®n de Pelosi, haber apoyado la resoluci¨®n hubiera sido el equivalente a ratificar la "fallida pol¨ªtica" de Bush en Irak.
Poner pegas en la votaci¨®n de ayer y empe?arse en fijar una fecha de retirada de las tropas tiene un alto riesgo para los dem¨®cratas. Los republicanos estar¨¢n tentados de usar el no a la resoluci¨®n como una muestra de anti patriotismo. "Los dem¨®cratas no apoyan a nuestros soldados", vienen a decir. De hecho, 42 miembros del Partido Dem¨®crata rompieron filas y se unieron a los republicanos.
La Administraci¨®n de Bush estaba tan decidida a sacar adelante su mensaje de "nos quedamos en Irak cueste lo que cueste" (ya van gastados 320.000 millones de d¨®lares en tres a?os de guerra) que el Pent¨¢gono distribuy¨®, en un gesto nada com¨²n, un manual de 74 p¨¢ginas que contiene respuestas preparadas para responder a los cr¨ªticos con la guerra y argumentos a favor que apoyan las tesis de Bush.
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