?Que no se convierta en el peor viaje!

Nos lo recomendaba hace algunos a?os Stevie Wonder cantando desde el asiento trasero de un descapotable. El estribillo, por tatareado y por haberse revelado imperecedero, ya nos pertenece a todos: a quienes tenemos alguna responsabilidad en materia de seguridad viaria y, sobre todo, al conjunto de la ciudadan¨ªa, conduzca o no. Cuatro palabras -si bebes, no conduzcas- que no han perdido un ¨¢pice de su vigencia.

El paso del tiempo -la campa?a se lanz¨® en 1986- y una mayor concienciaci¨®n social han ido nutriendo y haciendo cada vez m¨¢s rolliza la estrofa. Al no beber, si tenemos que conducir, se le ha de a?adir el no drogarse; el no introducirse en el cuerpo sustancias que nos sit¨²en en un mundo irreal y nos hagan perder la sensaci¨®n de peligro, o lo que es lo mismo: el reflejo de protecci¨®n. Sin este reflejo los humanos estamos perdidos.

Somos muchos los que todav¨ªa recordamos aquel breve e imperativo Vive; el esperanzador T¨² s¨ª puedes evitarlos, o el lac¨®nico Las imprudencias se pagan. Las campa?as de comunicaci¨®n, la publicidad, son, en este sentido, un fiel y eficaz aliado en la lucha contra la accidentalidad; contra el consumo de alcohol; a favor del respeto de las normas de circulaci¨®n... La atenci¨®n de la nueva campa?a de comunicaci¨®n del Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico, SCT, ha focalizado su atenci¨®n sobre un binomio que se ha revelado funesto: el consumo de alcohol y drogas. El lema es breve y adjetivado con severidad. Alcohol y drogas, el peor viaje. El objetivo es seguir reduciendo el n¨²mero de v¨ªctimas en las carreteras de nuestro pa¨ªs. Por ello, para que la tendencia a la baja registrada desde el a?o 2003 se consolide y pronuncie su pendiente, el Departamento de Interior quiere ahora concienciar a la ciudadan¨ªa de los riesgos que aarrea conducir bajo los efectos de ambas sustancias, por separado y juntas. ?Es necesario volver a recordar aquello que nos cantaba Stevie Wonder hace 20 a?os? La respuesta nos la dan, con objetiva contundencia, las cifras. De las 373.651 pruebas de alcoholemia realizadas en 2005 en Catalu?a, 22.449 dieron positivo. En lo que llevamos de a?o, hasta el pasado 31 de mayo, los Mossos d'Esquadra han realizado 128.623 controles; 8.629 de los conductores han dado positivo. Ante estas cifras, la responsabilidad de los poderes p¨²blicos es seguir trabajando hasta llegar al 0 y garantizar a la ciudadan¨ªa una lucha sin cuartel contra la indisciplina viaria. Dar positivo en un control de alcohol y drogas significa sacar al conductor de la carretera, protegerle a ¨¦l de ¨¦l mismo. Protegernos a todos de los que no est¨¢n en condiciones de controlar su veh¨ªculo.

El Plan de Seguridad Viaria 2005-2007 del SCT constata que el alcohol y las drogas tienen una incidencia funesta en la conducci¨®n. De hecho, son los responsables de un tercio de los accidentes con v¨ªctimas en Catalu?a. La nueva campa?a, que se difundir¨¢ entre el 22 de junio y el 31 de agosto, apuesta por un tono muy intimista y emocional porque en la intimidad y en los sentimientos se descubre que todo es irreversible y que no existe una segunda oportunidad. El mensaje insiste en lo que es una evidencia: el alcohol, las drogas y el asfalto est¨¢n condenados a no entenderse. Y el Gobierno no ahorrar¨¢ esfuerzos ni recursos en acercar a todos los ciudadanos los peligros de este desencuentro, la evidencia de esta incompatibilidad. El del coche no debe convertirse en el peor viaje. Porque no hay segunda oportunidad ante la muerte.

Montserrat Tura es consejera de Interior de la Generalitat.