Soluciones creativas para la seguridad nuclear
En lo referente a la proliferaci¨®n nuclear y el control armament¨ªstico, el problema fundamental es obvio: o empezamos a buscar soluciones creativas y pr¨¢cticas o el r¨¦gimen internacional de protecci¨®n nuclear quedar¨¢ obsoleto.
Por ese motivo, he estado reivindicando nuevos planteamientos en diversos ¨¢mbitos. En primer lugar, una renovaci¨®n del compromiso con el desarme, es decir, un distanciamiento de las estrategias de seguridad nacional fundamentadas en el armamento nuclear, que sirven como est¨ªmulo constante para que otras naciones lo adquieran. En segundo lugar, unos controles m¨¢s estrictos sobre las fases de producci¨®n de combustible nuclear que resulten m¨¢s delicadas para la proliferaci¨®n.
Si imponemos un control multinacional a las operaciones de enriquecimiento de uranio o de separaci¨®n de plutonio, podremos atenuar el riesgo de que esos materiales se empleen para fabricar armamento. Una medida paralela ser¨ªa la creaci¨®n de un mecanismo que garantice un suministro fiable de combustible de reactor a usuarios de confianza, como por ejemplo un banco de combustible controlado por el Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica.
El tercer ¨¢mbito ha sido m¨¢s problem¨¢tico: c¨®mo lidiar creativamente con los tres pa¨ªses que siguen fuera del Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP), es decir, Pakist¨¢n e India, ambos poseedores de arsenales nucleares, e Israel, que mantiene una pol¨ªtica oficial de ambig¨¹edad, pero al que se le presupone una capacidad nuclear. Por muy fervientemente que lo deseemos, es improbable que alguno de esos tres pa¨ªses vaya a abandonar las armas o la opci¨®n nuclear fuera de un marco de control armament¨ªstico internacional o regional. Nuestra estrategia tradicional de tratar a esos Estados como intrusos ya no es un m¨¦todo realista para llevar a esos pocos pa¨ªses al redil.
Lo cual nos lleva a una controversia actual: el reciente acuerdo alcanzado por el presidente Bush y el primer ministro Manmohan Singh en referencia al intercambio de tecnolog¨ªa nuclear entre Estados Unidos e India. Algunos insisten en que, ante todo, el acuerdo permitir¨¢ a India desviar mayor cantidad de uranio para la producci¨®n de armamento, que es una recompensa por haber desarrollado armas nucleares, y que legitima su estatus de potencia nuclear. Por el contrario, algunas voces indias aseguran que el pacto llevar¨¢ consigo la ca¨ªda del programa nuclear del pa¨ªs, debido a las nuevas restricciones sobre el traslado de equipos e informaci¨®n entre instalaciones civiles y militares.
Obviamente, se trata de un tema complejo, con el que la gente inteligente podr¨ªa mostrar desacuerdo. En ¨²ltima instancia, tal vez sea una cuesti¨®n de equilibrio de criterios. Pero, entre tan amplia gama de opiniones, yo ofrecer¨ªa la siguiente:
En primer lugar, de acuerdo con el TNP, la idea de un Estado nuclear "leg¨ªtimo" o "ileg¨ªtimo" no existe. El hecho de que el tratado reconociera a cinco pa¨ªses como poseedores de armamento nuclear se consider¨® transitorio; el tratado de ning¨²n modo confiere un estatus permanente de poseedores de armamento nuclear a dichos Estados. Adem¨¢s, el acuerdo entre Estados Unidos e India se muestra neutral sobre ese tema: no otorga ni resta validez al programa de armamento nuclear indio, ni confiere a India ning¨²n "estatus" de potencia nuclear, ya sea legal o de otra clase. India nunca ha firmado el TNP y, por lo tanto, no ha incumplido ning¨²n compromiso legal ni ha fomentado la proliferaci¨®n de armas nucleares.
Tambi¨¦n es importante tener en cuenta las consecuencias que conllevar¨ªa el negar ese intercambio pac¨ªfico de tecnolog¨ªa nuclear. India es un pa¨ªs en el que habita una sexta parte de la poblaci¨®n mundial y, por tanto, su apetito energ¨¦tico es enorme y su programa de energ¨ªa nuclear con fines civiles es el de m¨¢s r¨¢pido crecimiento del mundo. Con ese crecimiento previsto, es importante que India tenga acceso a la tecnolog¨ªa m¨¢s segura y avanzada.
Es obvio que India mantiene una estrecha cooperaci¨®n con Estados Unidos y muchos otros pa¨ªses en materia de tecnolog¨ªa y seguridad. Se le considera un socio valioso, un colaborador fiable para la paz y la seguridad internacionales. Resultar¨ªa dif¨ªcil comprender que continuara forj¨¢ndose un programa nuclear con fines civiles como el ¨²nico ¨¢mbito de no cooperaci¨®n.
Seg¨²n este acuerdo, India se compromete a seguir las directrices del Grupo de Proveedores Nucleares, una organizaci¨®n de pa¨ªses que regula el acceso al material y a la tecnolog¨ªa nucleares. India pondr¨ªa sus instalaciones nucleares civiles bajo protecci¨®n internacional. Asimismo, el pa¨ªs ha manifestado su apoyo a la culminaci¨®n de un Tratado de reducci¨®n de material fisible. El apoyo incondicional de India y EE UU, as¨ª como de otras potencias nucleares, es extremadamente necesario para que dicho tratado se haga realidad.
El acuerdo entre Estados Unidos e India supone un cambio creativo con respecto al pasado y, si se controla adecuadamente, ser¨¢ un primer paso hacia delante tanto para India como para la comunidad internacional. India obtendr¨¢ una tecnolog¨ªa segura y moderna para poder sacar a m¨¢s de 500 millones de personas de la pobreza, lo cual formar¨¢ parte de la campa?a internacional para combatir el terrorismo nuclear y liberar al mundo de las armas nucleares.
Al encarar el futuro, debemos encontrar otras estrategias para lograr que Pakist¨¢n e Israel se conviertan en socios del control de armas nucleares y la no proliferaci¨®n. Independientemente de la forma que adopten esas soluciones, no s¨®lo deber¨¢n abordar el problema del armamento nuclear sino las preocupaciones de seguridad mucho m¨¢s generalizadas que afronta cada pa¨ªs. Nadie ha dicho que el control del armamento nuclear fuera sencillo. Har¨¢ falta valor y tenacidad en grandes dosis, muchas m¨¢s ideas creativas y una actitud realista. Y el esfuerzo merecer¨¢ la pena.
Mohamed el Baradei es director general del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica. En 2005, el Organismo y el propio El Baradei recibieron el Premio Nobel de la Paz. ? LA Times/Washington Post, 2006. Traducci¨®n de News Clips.
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