El diccionario impertinente
Jud¨ªos, gitanos y asociaciones de mujeres critican algunas definiciones que de ellos da la RAE
Impertinente: 1. adj. Que no viene al caso, o que molesta de palabra o de obra. 2. Excesivamente susceptible, que muestra desagrado por todo y pide o hace cosas que est¨¢n fuera de prop¨®sito (Diccionario de la Real Academia Espa?ola).
Estas dos acepciones de la palabra impertinente podr¨ªan servir a los protagonistas de este reportaje para describirse mutuamente. El primero de ellos es precisamente el Diccionario de la Real Academia Espa?ola (DRAE), un libro que a veces molesta con sus definiciones. El otro es un amplio grupo de colectivos (feministas, gitanos, jud¨ªos y hasta un partido, el BNG) que se sienten ofendidos con algunas acepciones del diccionario.
As¨ª pues, consid¨¦rese iniciado este combate. A un lado, aquellos que consideran un oprobio lo que el libro dice de ellos. Expondr¨¢n argumentos contra sus definiciones con explicaciones y, a veces, con alguna estocada que otra. En el rinc¨®n opuesto, el diccionario en cuesti¨®n en su vig¨¦sima segunda edici¨®n, de 2001, representado por el acad¨¦mico y lexic¨®grafo Jos¨¦ Antonio Pascual, que tampoco evitar¨¢ soltar alg¨²n mandoble cargado de iron¨ªa.
SOBRE LOS GALLEGOS. "Tonto y tartamudo"
Como la palabra naci¨®n, el t¨¦rmino gallego tambi¨¦n ha llegado al Congreso de los Diputados. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) present¨® en abril pasado una proposici¨®n no de ley para que se eliminen del diccionario las dos acepciones en las que el gentilicio aparece como sin¨®nimo de tonto, usada en Costa Rica, y tartamudo, que se emplea en El Salvador.
Seg¨²n la formaci¨®n pol¨ªtica, esos usos son "estereotipos prejuiciosos y vejatorios" y proceden de "dos pa¨ªses peque?os y de poca trascendencia que no son representativos". "Habr¨ªa que quitarlas", asegura Francisco Rodr¨ªguez, portavoz del partido en el Congreso; "o por lo menos contextualizarlas. Y no tiene sentido que est¨¦n en quinto y sexto lugar, ya que la palabra gallego, cuando se refiere a la lengua, ocupa el s¨¦ptimo", argumenta Rodr¨ªguez.
Los del Bloque tampoco est¨¢n contentos con esa s¨¦ptima acepci¨®n: "Lengua de los gallegos". Comparada con la del catal¨¢n, la consideran una definici¨®n pobre: "Lengua romance vern¨¢cula que se habla en Catalu?a y en otros dominios de la antigua Corona de Arag¨®n". "?Es eso ser neutrales?", se pregunta Rodr¨ªguez.
"Vamos a ver", contesta con cierta perplejidad Jos¨¦ Antonio Pascual. "Lo primero que hay que saber es que el diccionario se ha ido modificando en varias etapas desde su creaci¨®n. Claro que tiene incoherencias. Nosotros las estudiamos y procuramos corregirlas. Pero somos como fot¨®grafos de un paisaje y no los creadores de ¨¦ste. Y la realidad a veces es fea. Esos t¨¦rminos se usan as¨ª en Costa Rica y El Salvador, que, como otros pa¨ªses, hacen sus aportaciones al diccionario. ?Se puede cambiar? S¨ª, pero en el caso del lenguaje eso no se puede hacer por decreto como quiere el BNG", concluye.
SOBRE LOS JUD?OS. "Acabar con las judiadas"
Varias palabras relacionadas con este pueblo han tenido tradicionalmente un uso despectivo en la lengua espa?ola y as¨ª lo recoge el DRAE. El m¨¢s conocido es "judiada", que aparece definido como "acci¨®n mala, que tendenciosamente se consideraba propia de jud¨ªos". Y luego el diccionario recoge un tercer uso de la palabra "sinagoga": "Reuni¨®n para fines que se consideran il¨ªcitos".
Un portavoz de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a asegura que han pedido a la RAE que se modifiquen esas acepciones sin que nada haya ocurrido. "Nos hicieron caso con la definici¨®n de jud¨ªo, que se cambi¨® hace unos a?os. Entonces se dec¨ªa que un jud¨ªo era el que a¨²n profesaba la religi¨®n jud¨ªa", recuerda.
Aun as¨ª, el mismo portavoz le echa un poco de guasa al asunto y reconoce cierta susceptibilidad por su parte en ocasiones: "El otro d¨ªa le¨ª un titular en un peri¨®dico que dec¨ªa 'Las judiadas se van a acabar". El titular, seg¨²n cuenta, no se refer¨ªa al pueblo jud¨ªo, sino al sobrepeso de Ronaldo y a su nueva dieta, consistente en dejar de comer habichuelas.
"Son t¨¦rminos que est¨¢n ah¨ª y que se siguen usando", se?ala Pascual. "El diccionario est¨¢ para todos. No puede ser que alguien acuda al libro y no sepa lo que es una judiada".
SOBRE LOS GITANOS. "Que estafa con enga?o"
A Pilar Heredia, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Yerbabuena, le exaspera esta acepci¨®n de la palabra gitano: "Que estafa u obra con enga?o". "Es vergonzoso que eso figure en el Diccionario de la RAE", dice Heredia. "Es una prueba de que el t¨¦rmino gitano se ve con desprecio y vamos a pedir que se retire porque alimenta actitudes xen¨®fobas".
"Digo lo mismo de antes", insiste Pascual. "El t¨¦rmino gitano se usa todav¨ªa con esa acepci¨®n en la calle. Y porque nosotros lo cambiemos en el diccionario no va a cambiar la realidad social". El acad¨¦mico muestra su preocupaci¨®n por el exceso de correcci¨®n pol¨ªtica al que se ha llegado: "Parece que hemos perdido el sentido del humor, la capacidad de re¨ªrnos de nosotros mismos. Me da miedo la uniformidad del lenguaje y que perdamos la iron¨ªa", asegura.
SOBRE LOS VIZCA?NOS. "Faltan a las reglas"
El uso despectivo de esta palabra est¨¢ en la expresi¨®n a la vizca¨ªna, que define as¨ª la Academia: "Al modo que hablan o escriben los vizca¨ªnos, cuando faltan a las reglas gramaticales". Pero no siempre se ve as¨ª. Al menos, no el director de comunicaci¨®n del Partido Nacionalista Vasco, Luis Aramberre. "No vamos a hacer nada al respecto. Se entiende que es una expresi¨®n cervantina que se refiere a todos los vascos. No creemos que nadie se sienta ofendido. En mi caso concreto, el castellano es mi segunda lengua, as¨ª que es l¨®gico que me trabuque de vez en cuando". O sea, que nada que objetar. A la vizca¨ªna y a mucha honra.
SOBRE LOS HOMOSEXUALES. "De poco ¨¢nimo y esfuerzo"
Ning¨²n problema con el t¨¦rmino, pero s¨ª con alguna de sus acepciones. Myriam Navas, del Colectivo de Lesbianas Gays y Transexuales de Madrid (COGAM), se?ala que marica es "un vocablo usado entre los gays y que muchos reivindican". "Lo que no me gusta son algunos usos machistas que identifican homosexual con afeminado, cuando todo el mundo conoce la diversidad que existe en el mundo gay".
La tercera acepci¨®n de marica es: "Hombre afeminado y de poco ¨¢nimo y esfuerzo". Navas reconoce que el uso est¨¢ muy extendido en la calle y entiende que la Academia no lo retire. "Aunque, ?el lema de la Academia es Limpia, fija y da esplendor, no?", se pregunta.
"Pues s¨ª, ¨¦se es su cometido desde 1713", contesta el acad¨¦mico, "y tambi¨¦n recoger lo que se dice, aunque sea sucio y aparentemente no d¨¦ esplendor. De todas formas, nadie duda de que mucho del esplendor de nuestra lengua est¨¢ en la riqueza del idioma".
SOBRE LAS MUJERES. "Definiciones sexistas"
Hu¨¦rfano: "A quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre". ?ste es uno de los ejemplos que dan algunas asociaciones de mujeres para demostrar que el diccionario es sexista. Pero hay muchos m¨¢s. "Jueza: mujer del juez". Ajamonarse: "Dicho de una persona, especialmente de una mujer, engordar cuando ha pasado de la juventud".
Y as¨ª muchos m¨¢s. Tantos como para llenar las 464 p¨¢ginas del libro De mujeres y diccionarios. Evoluci¨®n de lo femenino en la 22? edici¨®n del DRAE (2004). Una de las autoras, la fil¨®loga Eulalia Lled¨®, cuenta que la RAE les ha pedido informes sobre el sexismo de algunas palabras pero que no suelen hacerles demasiado caso. "Lo que deber¨ªa hacer la Academia es poner una nota pragm¨¢tica para explicar que un t¨¦rmino tiene un determinado uso sexista".
"Y se hace", asegura Pascual, "aunque lentamente". Muchas reivindicaciones son l¨®gicas, seg¨²n explica el lexic¨®grafo y acad¨¦mico, pero "hay que hac¨¦rselas a la sociedad y no al diccionario". Otras son disparates, como la de aquella asociaci¨®n para la defensa del burro que ped¨ªa que se quitase la acepci¨®n del animal como sin¨®nimo de ignorante o aquel otro que ped¨ªa que se cambiase la palabra basura por material reciclable.
"En el DRAE hay que cambiar cosas, pero se har¨¢ cuando haya cambiado la sociedad, cuando la gente deje de pensar que los gitanos son estafadores o que s¨®lo se ajamonan las mujeres", concluye el acad¨¦mico. En ese caso, puede que esas acepciones sigan apareciendo en el diccionario, con una nota que indique simplemente que la palabra ya ha dejado de usarse.) irritan a estos colectivos y les llevan a pedir su retirada. Otro tanto sucede con los nacionalistas del BNG, que han presentado una iniciativa en el Congreso para eliminar dos definiciones de la palabra gallego (el diccionario explica que en Costa Rica y El Salvador se utiliza como sin¨®nimo de tonto y tartamudo, respectivamente). El acad¨¦mico y lexic¨®grafo Jos¨¦ Antonio Pascual replica que el diccionario s¨®lo fotograf¨ªa la realidad social, pero que no puede cambiarla.
Babelia
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