Un discapacitado tiene que gastar 27.000 euros m¨¢s al a?o para vivir como el resto de los ciudadanos

Ser discapacitado no s¨®lo implica menor calidad de vida, sino que adem¨¢s sale caro. Muy caro, a juzgar por un estudio que ayer present¨® el Ayuntamiento de Barcelona y que cifra en 27.398 euros el coste extra que una persona con discapacidad -f¨ªsica, intelectual, visual o auditiva- ha de afrontar cada a?o para alcanzar un nivel de vida est¨¢ndar, similar al del resto de la poblaci¨®n. De esta cantidad ya est¨¢n descontadas las ayudas p¨²blicas, aunque se trata s¨®lo de una media ponderada: el agravio econ¨®mico var¨ªa, y mucho, seg¨²n la gravedad de cada cual.

Un discapacitado f¨ªsico grave es una persona con serias dificultades para desplazarse, manipular objetos y comunicarse. Por ejemplo, un tetrapl¨¦jico. Para sobrellevar su precaria vida cotidiana, estas personas requieren la atenci¨®n continuada de gente que les asista y necesitan, adem¨¢s, una serie de objetos materiales y servicios espec¨ªficos. Todo esto supone un gasto adicional que, obviamente, al resto de la poblaci¨®n no le afecta. En concreto, seg¨²n el estudio, el sobreesfuerzo econ¨®mico del tetrapl¨¦jico se cifra en m¨¢s de 51.000 euros. Y eso, cada a?o.

Esta cantidad surge de sumar los diferentes costes extra que se generan a lo largo del a?o. As¨ª, un tetrapl¨¦jico necesita personal que le ayude en sus actividades de la vida diaria: higiene corporal, alimentaci¨®n y movilidad. En horas, esto se traduce en casi 13.000 euros. Adem¨¢s, requiere una atenci¨®n especializada (enfermer¨ªa, fisioterapia) que cuesta otros 5.000 euros anuales.

M¨¢s paro y menos sueldo

La lista de costes es larga. Un discapacitado f¨ªsico grave tiene que adaptar su vivienda, su veh¨ªculo y, si lo tiene, su ordenador; gasta m¨¢s en ropa, higiene e incluso ocio, y para desplazarse tiene que ir acompa?ado por alguien. Y como el tiempo es oro y vale dinero, la empresa que ha elaborado el estudio por encargo del Ayuntamiento de Barcelona tambi¨¦n incluye este valor intangible en la lista de gastos. Por ¨²ltimo, el informe recoge el llamado "coste de oportunidad". Este apartado tiene en cuenta, entre otras cosas, que un discapacitado cobra s¨®lo el 74% del sueldo medio que perciben el resto de los asalariados. Tambi¨¦n se observa que hay una mayor tasa de paro (25%, frente al 6,62%) y que los ¨ªndices de analfabetismo y de personas sin estudios triplican los de la poblaci¨®n en general. Todos estos conceptos suman los m¨¢s de 51.000 euros citados.

La cantidad queda compensada, s¨®lo en una peque?a parte, por las ayudas p¨²blicas: deducciones del IRPF, subvenciones de la Generalitat y programas de apoyo de las administraciones. En total, el erario p¨²blico puede llegar a aportar m¨¢s de 5.000 euros en estos casos extremos, una cifra que dista mucho de cubrir las necesidades de las personas discapacitadas, como admiti¨® ayer el concejal de Bienestar Social del consistorio, Ricard Gom¨¤ (ICV). "La soluci¨®n no es dar un talonario de 27.000 euros, sino que se necesita una red de ayudas p¨²blicas", dijo Gom¨¤. La responsable del trabajo, Montserrat Cervera, a?adi¨® que "s¨®lo se conceden el 20% de las ayudas que se piden".

El hipot¨¦tico caso de un tetrapl¨¦jico es el m¨¢s grave de los muchos que se describen en el estudio, "pionero" en su campo, en palabras de Gom¨¤, ya que por primera vez se ha cuantificado el agravio comparativo que sufren los discapacitados. Aunque el estudio se enmarca en Barcelona -donde hay casi 49.000 personas con discapacidad, que representan el 3% de la poblaci¨®n-, los datos son extrapolables a otras localidades, explic¨® Cervera.

La Administraci¨®n divide la discapacidad en cinco grupos: f¨ªsica, intelectual, visual, auditiva y enfermedad mental. Es, pues, un colectivo amplio y diverso, y por tanto con necesidades diversas. Adem¨¢s de los minusv¨¢lidos graves, quienes deben realizar un mayor sobreesfuerzo econ¨®mico son los discapacitados intelectuales de mayor rango. Son personas que requieren apoyo constante para las actividades de la vida diaria y necesitan, adem¨¢s, una tutela permanente y ayuda personalizada constante. Las ayudas que reciben apenas alcanzan los 3.500 euros, con lo cual el agravio comparativo se sit¨²a en torno a los 36.000, una cifra muy similar a la de las personas con una enfermedad mental severa, que no permanecen estables ni con un seguimiento m¨¦dico continuado.

En el otro lado de la balanza est¨¢n las personas que, sin estar ciegas, tienen serios problemas de visi¨®n, pero pueden pasear solos por la calle gracias a diversas ayudas t¨¦cnicas. Su desembolso econ¨®mico, aun siendo importante, es mucho menor: casi 9.500 euros. El estudio tambi¨¦n subraya que el esfuerzo que han de hacer las mujeres, sea cual sea su discapacidad, es siempre superior al del var¨®n.