El chantaje norcoreano

Alentada por las concesiones hechas por EE UU y la UE a Ir¨¢n, en un intento de evitar que el r¨¦gimen de Teher¨¢n contin¨²e con su programa de enriquecimiento de uranio, Corea del Norte ha decidido pescar en el r¨ªo revuelto de la proliferaci¨®n nuclear con un ¨®rdago en toda regla a la comunidad internacional. Seg¨²n todos los indicios, Pyongyang se dispone a probar de forma inminente un misil bal¨ªstico intercontinental Taepodong-2, capaz de alcanzar Alaska y la costa oeste de EE UU. La reacci¨®n mundial a los planes norcoreanos no se ha hecho esperar. Desde Washington a Bruselas pasando por Tokio y Se¨²l, la condena ha sido un¨¢nime. El mundo considera la decisi¨®n norcoreana "una provocaci¨®n" y el primer ministro japon¨¦s, Junichiro Koizumi, ha manifestado que Jap¨®n reaccionar¨¢ de "la forma m¨¢s severa", si, finalmente, se produce el lanzamiento. De hecho, ya ha reaccionado con una autorizaci¨®n a EE UU para que pueda instalar bater¨ªas de misiles tierra-aire Patriot en la base americana de Okinawa. Esta autorizaci¨®n complementa un acuerdo entre los dos pa¨ªses que prev¨¦ la fabricaci¨®n por Jap¨®n de bater¨ªas Patriot para su despliegue en bases japonesas a lo largo de este a?o.

La preocupaci¨®n mundial por los designios norcoreanos est¨¢ m¨¢s que justificada. En primer lugar, las acciones del "querido l¨ªder" Kim Jong Il, que gobierna con mano de hierro Corea del Norte desde la muerte de su padre, Kim Il Sung, en 1994, son impredecibles. Pyongyang ya sorprendi¨® al mundo en 1998 con el lanzamiento de un misil de alcance medio, que sobrevol¨® Jap¨®n hasta estrellarse en el Pac¨ªfico, provocando la indignaci¨®n de todos sus vecinos, incluida China. En segundo, incluso descontando un fracaso de las conversaciones actualmente en curso con Ir¨¢n, las dos situaciones son dif¨ªcilmente comparables. Mientras que las predicciones m¨¢s pesimistas calculan que Ir¨¢n tardar¨ªa tres o cuatro a?os en desarrollar un arma nuclear, Corea del Norte cuenta ya con varias. Lo que se ignora, dado el secretismo y el aislamiento del r¨¦gimen, es si la tecnolog¨ªa norcoreana, aprovisionada en el mercado negro at¨®mico del cient¨ªfico paquistan¨ª A. Q. Jan, ha sido capaz de producir una cabeza nuclear capaz de ser adaptada a un proyectil bal¨ªstico.

Kim Jong Il ha calculado bien su golpe de efecto. A pesar de algunas voces aisladas escuchadas en Washington a favor de un ataque preventivo para destruir la rampa de lanzamiento del misil, Kim sabe que EE UU no puede permitirse abrir otro frente con sus actuales compromisos militares en Irak y Afganist¨¢n. Por ello, exige un di¨¢logo directo con Washington al que EE UU se ha negado sistem¨¢ticamente desde que Corea del Norte abandonara las negociaciones a seis (con China, Rusia, Corea del Sur y Jap¨®n) el pasado noviembre.

Indignaci¨®n aparte, la parte m¨¢s dolida por la amenaza norcoreana es, ir¨®nicamente, Corea del Sur, que, desde hace seis a?os, ha venido defendiendo una pol¨ªtica de entendimiento y di¨¢logo con su vecina del norte. El arquitecto de esa pol¨ªtica y ex presidente surcoreano, Kim Dae Jung, ha cancelado una visita a Pyongyang prevista para la pr¨®xima semana en se?al de protesta mientras que un ministro de Se¨²l ha advertido que el programa de ayuda humanitaria podr¨ªa resultar gravemente afectado por la nueva situaci¨®n. Advertencias que le resbalan al dictador norcoreano, que ya enga?¨® a Bill Clinton en 1995 con la promesa de suspensi¨®n de su programa nuclear a cambio de un reactor para usos civiles y volvi¨® a enga?ar a Koizumi en 2002 con promesas similares. S¨®lo China, su ¨²nico aliado, puede hacer cambiar de opini¨®n a Kim. Y China, aunque inc¨®moda con su impredecible vecino, no quiere contribuir a desestabilizar un r¨¦gimen, que, caso de tambalearse, la inundar¨ªa con millones de refugiados. Por eso, alienta fervorosamente la apertura de un di¨¢logo directo entre Washington y Pyongyang, mientras observa, con preocupaci¨®n, las medidas defensivas de Jap¨®n.

Un ¨²ltimo dato comparativo sobre los sistemas pol¨ªticos de ambos lados del famoso paralelo 38, frontera de las dos Coreas y l¨ªnea del armisticio de 1953, que puso fin a la guerra en la pen¨ªnsula coreana. Mientras el Norte comunista tiene, con 22 millones de habitantes, un PIB de 22.000 millones de d¨®lares y una renta per c¨¢pita de 1.000, el Sur democr¨¢tico, con una poblaci¨®n de 48 millones, tiene un PIB de 765.000 millones con una renta por cabeza de 16.100.