La mitad del cielo, la mitad de la historia

Desde hace unas d¨¦cadas la historiograf¨ªa europea ha concedido cada vez m¨¢s importancia a todos los aspectos de la vida cotidiana. Alejadas las visiones reduccionistas, donde los reyes y los prohombres parec¨ªan marcar las tendencias de la historia, y puesta en cuarentena una teor¨ªa marxista que s¨®lo atend¨ªa a las leyes econ¨®micas, la visibilidad de nuevos protagonistas -y en primera l¨ªnea de las mujeres- ha permitido un relato individual y al mismo tiempo coral.

Por ello, Isabel Morant, catedr¨¢tica de la Universidad de Valencia y directora de la obra, comenta en la presentaci¨®n que "el objetivo de esta historia ha sido dar visibilidad y relevancia a las mujeres, a los trabajos y los d¨ªas, a la vida vivida de ellas". El resultado, en opini¨®n de Morant, "es una historia plural que, sin embargo, no carece de orientaci¨®n". Puede parecer una paradoja, pero no lo es porque todas las autoras y alg¨²n autor han utilizado su sabidur¨ªa y sus conocimientos para colocar a las mujeres como sujeto hist¨®rico y para romper esa sempiterna y falsa dicotom¨ªa de que el espacio p¨²blico ha pertenecido a los hombres y el privado a las mujeres.

Como en cualquier empe?o

cultural de estas caracter¨ªsticas, que se plantea con un calendario ambicioso de a?os de trabajo por delante, la elecci¨®n de los especialistas que se van a ocupar de cada cap¨ªtulo aparece como un rasgo fundamental. Y nadie podr¨¢ discutir, por citar s¨®lo un periodo hist¨®rico como ejemplo, que Mar¨ªa Dolores Ramos, Inmaculada Blasco, Rosa Mar¨ªa Capel, Mercedes Yusta, Mary Nash y Mar¨ªa Teresa Gallego M¨¦ndes se encuentran entre las historiadoras que mejor conocen esa decisiva ¨¦poca en la transformaci¨®n de las espa?olas durante la II Rep¨²blica y de la Guerra Civil. Tal vez en la parte dedicada a Am¨¦rica Latina algunas omisiones de mujeres relevantes, como la francesa de origen peruano Flora Trist¨¢n, brindan una idea de que era mucho m¨¢s dif¨ªcil abarcar la complejidad de un continente que ha avanzado o retrocedido con ritmos distintos a lo largo de los siglos XIX y XX.

Fiel a su declaraci¨®n de principios para conceder mayor visibilidad a la mitad de la poblaci¨®n, esta historia de las mujeres presta m¨¢s atenci¨®n a los fen¨®menos sociales y culturales que a la superestructura pol¨ªtica y econ¨®mica. Junto al car¨¢cter globalizador, en este enfoque radica el principal aliciente de esta obra. Porque m¨¢s all¨¢ de los grandes acontecimientos, de las guerras y de las revoluciones, de los gobiernos, las iglesias o los bancos, las mujeres se agazaparon o, mejor dicho, fueron confinadas en un desv¨¢n.

Es indiscutible, pues, que el

prop¨®sito expl¨ªcito de las responsables de esta obra ha sido rescatar para la luz del d¨ªa a todas aquellas mujeres que lucharon por el sufragismo, accedieron a las carreras universitarias, pidieron la igualdad laboral, empu?aron fusiles, fundaron sindicatos, reclamaron sus libertades sexuales y reivindicaron, en definitiva, el mismo trato legal que los varones. Por si quedaba alguna duda, las mujeres son la mitad del cielo, como afirman los chinos, y por tanto representan la mitad de la historia.