Italia quiere otro partido del siglo
El cuadro de Lippi barre a Ucrania y se enfrentar¨¢ a Alemania en las semifinales, como en M¨¦xico 70
Convencida de que est¨¢ reviviendo el Mundial del 82, Italia subi¨® un nuevo pelda?o en la escalera hacia el sue?o. Sin un gran partido, pero s¨ª con s¨ªntomas de mejora. Insuperable Buffon, que s¨®lo ha recibido un tanto; poderosos Cannavaro y Zambrotta; m¨¢gico Totti, que va creciendo, y destapado Toni, que marc¨® sus dos primeros tantos despu¨¦s de un arranque dif¨ªcil en el que pag¨® la novatada. Enfrente, casi nada. Un equipo de segunda fila que se col¨® de rond¨®n entre los m¨¢s grandes. Persuadido por la goleada que le infligi¨® Espa?a, Ucrania sali¨® predispuesta a evitar una nueva tunda. Y fue lo que se gan¨®. Por el planteamiento antediluviano de su seleccionador, que dispuso de un l¨ªbero y cuatro defensas y los mantuvo hasta el final. Italia, pues, se vuelve a encontrar con Alemania, su rival preferido desde que un d¨ªa de junio de 1970 le derrot¨® en M¨¦xico en lo que se recuerda como La partita del secolo (4-3). Una proeza inolvidable para el calcio, que gan¨® como m¨¢s le gusta: siendo completamente dominado por la gran Alemania de Beckenbauer, Uwe Seeler, Overath, M¨¹ller, Maier, Grawoski... Lo curioso es que los germanos tambi¨¦n lo recuerdan, a pesar de la frustraci¨®n, como el Jahrhundertspiel.
RESULTADO
Italia 3 - Ucrania 0
Solo arriba, Toni se pele¨® con cinco defensas que no sal¨ªan de su madriguera
Si uno pudiera elegir con qui¨¦n querr¨ªa tirar una pared entre los azzurri, la respuesta es evidente: Totti. Bien lo sabe Zambrotta, que busc¨® al 10 y esper¨® que le devolviera el bal¨®n. Lo hizo de espuela no por que pretendiera adornarse, sino porque era la manera de dejarlo al compa?ero que llegaba con ventaja. Para avanzar hacia la l¨ªnea del ¨¢rea grande y atreverse a disparar. Esta vez con la zurda, puesto que Zambrotta es ambidiestro y le cay¨® la pelota a ese lado. Sali¨® escupida y pegada al palo izquierdo del portero, que lleg¨® a tiempo en su estirada, s¨ª, pero se le abri¨® un boquete en el costado.
Totti jug¨® ayer otro partido. A otro juego. La pelota se aclaraba cuando pasaba por sus pies. Se volv¨ªa a ensuciar cuando pasaba a los de sus compa?eros. O sus rivales. De nada le sirvi¨® a Blohkin haberle puesto un perro de presa: Shelayev. Casi mejor para ¨¦l, m¨¢s f¨¢cil ganarse unos metros. La clase en la media docena de pases que dio marcaron una distancia irrecuperable. Definitivamente, ¨¦l estaba all¨ª para otra cosa. Para que los amantes del arte pudieran disfrutar de alguna de sus obras.
Refractaria a las cr¨ªticas de la prensa internacional, Italia se dedic¨® a lo de toda la vida: guardar su gol inicial. Sabe c¨®mo hacerlo. Con una l¨ªnea de cuatro comandada por el chaparro Cannavaro, engrandecido en cada partido. Ha llegado en un estado dulce y ahora que los buitres revolotean en los restos del Juventus, va a convertirse en una pieza cotizad¨ªsima. Lo agradece m¨¢s que nadie Buffon, que s¨®lo ha recibido un tanto, ante Estados Unidos. Y ni siquiera fue un gol de un rival, sino de Zaccardo en propia puerta. De una cabezazo despistado. Mucho m¨¢s intencionado result¨® el de Gusin, picado y tan pegado al palo derecho de Buffon que ¨¦ste se golpe¨® la cabeza contra ¨¦l. Tras verse implicado en un asunto de apuestas m¨¢s o menos legales, el meta de la Juve es el del torneo.
El reloj se le par¨® a Blokhin, anclado en los a?os 80, cuando fue un delantero rapid¨ªsimo del Dinamo de Kiev y de la selecci¨®n sovi¨¦tica. Jug¨® el Mundial de Espa?a 82 y se nutri¨® del m¨ªtico maestro Lobanovski. Fueron tiempos en los que hac¨ªa furor el contragolpe y el l¨ªbero, que ayer recuper¨® para los nost¨¢lgicos. Un tal Rusol jugaba casi 10 metros por detr¨¢s de sus cuatro compa?eros de la defensa. En eso fue inteligente Lippi, que dej¨® solo a Toni arriba para que se peleara con los cinco. Entre los cinco, que no sal¨ªan de la madriguera, y el centrocampista que deb¨ªa perseguir a Totti, a Ucrania le quedaban pocos efectivos para acercarse a su m¨¢xima estrella, Shevchenko, que ha adquirido con los a?os una pinta de gal¨¢n maduro. Respetad¨ªsimo por los defensas azzurri, que tanto lo conocen, el nuevo delantero del Chelsea se sinti¨® una amenaza, pero una amenaza solitaria.
Pese a su fama de grandes defensores, los italianos tienen un defecto end¨¦mico: se meten demasiado atr¨¢s. Los rivales siempre van a tener sus opciones, aunque sea por amontonamiento. Justo lo que pas¨® cuando a Gusev se le qued¨® un bal¨®n ante Buffon, que repeli¨® el tiro a bocajarro. El nuevo disparo a gol lo sac¨® Zambrotta desde la l¨ªnea de gol. Aquello alert¨® a los azzurri, que, inmediatamente, atacaron con convicci¨®n. Totti centr¨® templado y Toni, rompiendo el fuera de juego, cabece¨® a escasos metros del portero ucranio. A gol. El primero del delantero del Fiorentina, liberado de la presi¨®n a partir de eso momento. Por lo que aument¨® su cuenta poco despu¨¦s, esta vez a placer tras una internada de Zambrotta. Los azzurri sue?an con otro partido del siglo.
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