El abuelo del pelot¨®n

Viatcheslav Ekimov presume de una melena rebelde pese a ser el abuelo del pelot¨®n con 40 a?os. En la mano luce una pulsera Livestrong y no para de firmar aut¨®grafos antes de la salida, una rutina que repite en el Tour desde 1990. Desde ese a?o acumula 15 participaciones, a s¨®lo una del r¨¦cord absoluto del holand¨¦s Joep Zoetemelk, que disput¨® 16 rondas francesas, gan¨® en 1980 y fue seis veces segundo. Ekimov ha llegado a los quince Tours con un palmar¨¦s menos brillante, con una sola victoria de etapa, en 1991 en Macon, pero con el honor de no abandonar nunca. S¨®lo se perdi¨® la carrera en 1999, porque su equipo no fue invitado, y en 2005, por culpa de una lesi¨®n. El ruso ha ingresado en el selecto grupo de los ocho corredores que han corrido el Tour con 40 a?os, como Eug¨¨ne Christophe, Zoetemelk y Poulidor.

S¨®lo se perdi¨® la carrera en 1999, porque su equipo no fue invitado, y en 2005, por una lesi¨®n

Nadie en el pelot¨®n acumula tanta experiencia como Ekimov, el corredor en activo con m¨¢s Tours a sus espaldas: Didier Rous suma 13, Brochard y Kirsipuu, 12; y Moreau 11. Con 15 se quedaron tambi¨¦n los belgas Van Impe, ganador en 1976, y Nulens. Ekimov amenaza con superarles. "Me falta poquito para el r¨¦cord, y aunque cada a?o es m¨¢s duro quiero volver aqu¨ª m¨¢s veces. La gente mira mi carn¨¦ y me pregunta hasta cu¨¢ndo. Yo me encuentro con fuerzas, estoy bien de mis problemas de espalda y no quiero separarme del Tour, que es lo m¨¢s bonito. Todav¨ªa tengo hambre por ganar", asegura el corredor del Discovery Channel. Su plan es alargar su carrera hasta ser el m¨¢s longevo del Tour y disputar los JJ OO de Pek¨ªn en 2008. Ser¨ªa su cuarta participaci¨®n ol¨ªmpica. En Sydney 2000 gan¨® la medalla de oro en la prueba contrarreloj.

Ekimov superar¨¢ en esta edici¨®n los 50.000 kil¨®metros y las 300 etapas -lleva 291- en el Tour. "Tengo muchos recuerdos. Los mejores, el ambiente al llegar a Par¨ªs y la etapa que gan¨¦. Siempre hab¨ªa o¨ªdo hablar del Tour y pensaba que la velocidad aqu¨ª no ser¨ªa tan alta, pero cada vez vamos m¨¢s deprisa. Si vas despacio, al d¨ªa siguiente est¨¢s en el aeropuerto de vuelta a casa", afirma Ekimov, uno de los cuatro rusos de la carrera. Ahora ya se ha acostumbrado al t¨®rrido sol franc¨¦s, escarmentado desde que en sus primeras participaciones acab¨® "con la piel tostada" tras venir del fr¨ªo de su pa¨ªs. "Pensaba que era imposible que hiciera tanto calor, 35 grados como m¨ªnimo", recuerda. En el pelot¨®n ha compartido carretera con los campeones Lemond, Indurain, Ullrich, Pantani y Armstrong. "Miguel y Lance estaban al mismo nivel, no s¨¦ qui¨¦n hubiera ganado si llegan a coincidir", explica Ekimov. "A Armstrong le ve¨ªamos cada a?o incre¨ªblemente fuerte, sab¨ªamos que iba a ganar. Los dem¨¢s deb¨ªamos protegerle del viento y de los problemas. Para m¨ª fue muy duro perderme por lesi¨®n el ¨²ltimo Tour que gan¨®, pero al menos me invitaron a la fiesta. Ahora es dif¨ªcil imaginarme la carrera sin ¨¦l", a?adi¨®.

Ekimov, hijo de deportistas, se decant¨® por el ciclismo pese a la oposici¨®n de su madre, que lo consideraba peligroso. Prefer¨ªa el atletismo, deporte que Viatcheslav practic¨® desde los 11 a los 14 a?os. La tercera v¨ªa en su pa¨ªs, entonces con pocas ofertas deportivas, era el esqu¨ª. Ekimov pasaba su tiempo libre montando en bici y pescando y cazando con su padre y su abuelo. Hasta que fue internado en una escuela y se volc¨® en las dos ruedas compitiendo contra chicos mayores que ¨¦l. En San Petersburgo aprendi¨® la disciplina militar y unas costumbres que mantiene, como organizar la ropa en su maleta siempre de la misma forma. El mismo estilo de vida que desea para su hijo de 14 a?os, aficionado a la bicicleta de monta?a, con quien vive en Tortosa. "Cuando acabe el Tour, nos iremos juntos a Rusia a montar en bici. Le dar¨¦ la oportunidad de elegir si quiere ser ciclista o no, pero deber¨¢ descubrirlo en la vida real, no en los reportajes sobre su padre", dice. Para s¨ª mismo conserva un ¨²ltimo sue?o, una victoria en una contrarreloj llana de 50 kil¨®metros para cerrar su historia de amor con el Tour.