El dilema sobre Lorena

Rut Rovira, de 28 a?os, y Nazario Llaga, de 27, intentaron bautizar a su hija Lorena el domingo. Pero el cura de la parroquia de la Inmaculada Concepci¨®n de Fuente Palmera (C¨®rdoba), Domingo Prados, "no quiso darle el agua" al beb¨¦, de diez meses, seg¨²n explic¨® ayer la madre de la ni?a. "?Quiero saber por qu¨¦ se neg¨® a bautizar a mi hija? Que me lo explique", reclam¨® Rut. Seg¨²n admiti¨® ayer el p¨¢rroco, la cuesti¨®n fue "de formas".

Rut y Nazario concertaron hace dos meses el bautizo de la ni?a para el domingo pasado a las 13.30. La madre acudi¨® a los cursillos preparatoriosy advirti¨® de que no estaba casada.

Pero Rut y Nazario dejaron de ser solteros el mismo domingo, al menos, ante los ojos del Estado. A las 12 de la ma?ana, se casaron en el Ayuntamiento de Fuente Palmera. Tras esa ceremonia civil, los padres de Lorena y los alrededor de 70 invitados, muchos venidos desde Valencia, se encaminaron a la parroquia para bautizar a la peque?a.

Mientras, el sacerdote de la parroquia telefone¨® a un superior para pedirle consejo. La Iglesia cat¨®lica no puede negar el bautismo, reconoci¨® Domingo Prados. Sin embargo, en esa ceremonia se pide los padres que se "comprometan a educar a su hijo en la fe cat¨®lica", afirm¨® el cura. Para este sacerdote de 31 a?os, que lleva dos en el municipio, que los padres salieran del Ayuntamiento despu¨¦s de casarse por la v¨ªa civil y fueran a bautizar a su hija luego supuso un "esc¨¢ndalo". "El hecho anterior al bautizo [en referencia al matrimonio en el Ayuntamiento] no va acorde con la fe en la que deben educar a la ni?a", dijo el cura.

"Nosotros ten¨ªamos pensado casarnos por la iglesia dentro de un a?o", sostuvo la madre, "pero la ni?a ya es mayor y no quer¨ªamos que estuviera sin bautizar".

"El cura debe tener la sangre congelada", dijo Rut. "En todo caso, el pecado lo habremos cometido nosotros...Mi hija no ha hecho nada". Los padres, despu¨¦s de que el sacerdote les dijera que no pod¨ªa bautizar a Lorena, abandonaron la iglesia. Los familiares, despu¨¦s de increpar al cura, tambi¨¦n.