El ladrillo amenaza la capital visigoda

Todo el mundo sab¨ªa que all¨ª hab¨ªa algo. Pero nadie se hab¨ªa imaginado que, a escasos metros bajo tierra, bajo ese descampado, se ocultaba una ciudad: Toletum. Los arque¨®logos comenzaron a excavar el terreno hace un a?o. Y en esas tierras, en las faldas de la muralla de Toledo, en lo que se conoce como Vega Baja, a orillas del Tajo, empezaron a aparecer los primeros restos de la que fue la capital del reino visigodo: muros de casas y de murallas, de bas¨ªlicas, de palacios, calzadas... Ha sido un proyecto urban¨ªstico el que ha confirmado las sospechas de historiadores y arque¨®logos.

El valor de las piedras visigodas de los siglos VI y VII se enfrenta ahora al de los ladrillos del siglo XXI, listos para construir las 1.300 viviendas p¨²blicas proyectadas en la zona. Los valores socio-culturales se oponen as¨ª a los valores socioecon¨®micos del modelo de desarrollo urbano imperante.

El hallazgo no tiene precedentes en Espa?a ni en Europa, seg¨²n los expertos

Es la primera vez que aparece una ciudad que muestra la forma de vida urbana de los visigodos

Gregorio Mara?¨®n: "Es necesario salvar la Vega Baja por su excepcional valor paisaj¨ªstico y arqueol¨®gico"

P¨¦rez de Armi?¨¢n: "Quieren hacer de Toledo la sucursal de Madrid. S¨®lo se concibe el crecimiento en t¨¦rminos cuantitativos"

Y el hallazgo de todo un entramado urbano visigodo, que no tiene precedentes en Espa?a ni en Europa, seg¨²n los expertos, ha generado una profunda divisi¨®n entre arque¨®logos y defensores del patrimonio hist¨®rico, por un lado, que han elaborado sus informes y manifiestos de oposici¨®n a ese plan urban¨ªstico; y constructores, promotores y administraciones p¨²blicas, por otro, que se resisten a dar marcha atr¨¢s en un proyecto "aprobado democr¨¢ticamente".

Las palas excavadoras de las m¨¢quinas, adem¨¢s de empezar a abrir las zanjas para un colector esquivando los muros visig¨®ticos que encuentran a su paso, han abierto tambi¨¦n este importante debate, que ha llegado ya hasta los despachos del Ministerio de Cultura porque trasciende las murallas de esta ciudad declarada patrimonio de la humanidad en 1986.

"La Vega Baja siempre ha tenido una importancia fundamental en Toledo. Fue donde se centr¨® la ciudad romana, donde se ubicaban todas las villas de los nobles romanos, junto al r¨ªo. No es casualidad que el circo romano forme parte de esa zona", asegura Ram¨®n Gonz¨¢lvez, director de la Real Academia de Ciencias Hist¨®ricas y Bellas Artes de Toledo. "Los visigodos se asentaron apropi¨¢ndose de las ciudades romanas e incorporando desde el poder sus costumbres culturales y habitacionales. Y vivieron all¨ª dos siglos, hasta la llegada de los ¨¢rabes. Lo que se ha encontrado es, ni m¨¢s ni menos, que la capital del reino visigodo, que se extend¨ªa desde el norte de ?frica hasta el sureste de la Galia (Francia). Una ciudad donde se firmaron numerosos concilios, adonde ven¨ªan los nobles y obispos de todas las di¨®cesis del reino. La informaci¨®n que puede dar es de sumo inter¨¦s", dice.

Expertos, historiadores y arque¨®logos coinciden en se?alar que es la primera vez que aparece una ciudad que muestra la forma de vida urbana de los visigodos. Y que su an¨¢lisis puede ayudar a rellenar el vac¨ªo hist¨®rico entre la Espa?a romana y la musulmana.

"Los hallazgos pueden tener un valor documental y de investigaci¨®n, pero no un valor monumental", dice Mari Paz Gonz¨¢lez, concejal de Urbanismo (PP). "La empresa municipal se ha gastado ya tres millones de euros en esas excavaciones. El Ayuntamiento no quiere destruir los restos de inter¨¦s patrimonial, pero la ciudad se tiene que seguir desarrollando como demandan los ciudadanos y los restos deben incorporarse, integrarse", agrega.

Este debate de posiciones contrapuestas filtradas por intereses distintos podr¨ªa producirse tranquilamente y sacar las conclusiones oportunas de no ser porque la situaci¨®n ya ha llegado al l¨ªmite. Y es que el Ayuntamiento (PP) ya ha vendido las parcelas y ha recuperado sobradamente la inversi¨®n que hizo en su momento al comprar los terrenos a Defensa por 3.800 millones de las antiguas pesetas; los promotores, que ya han pagado por ellas, quieren empezar a construir; y los cooperativistas, que ya han abonado las primeras cuotas, quieren saber cu¨¢ndo tendr¨¢n sus casas.

Unos creen que se ha empezado la casa por el tejado, y otros opinan que se hicieron las catas correspondientes en su momento y que, tras ellas, se aprob¨® el plan urban¨ªstico correspondiente.

"S¨ª, se aprob¨® un plan que se ha cambiado con modificaciones especiales y ha desprotegido lo que antes lo estaba. Y lo importante ya no es el desarrollo del campus universitario que se encuentra en la zona, ni ordenar el suelo con criterios de sostenibilidad y construir, si se puede, viviendas sociales... Ahora son viviendas p¨²blicas, son 1.300 en lugar de 1.000, m¨¢s espacios comerciales y edificios de hasta cinco plantas", dice Jos¨¦ Esteban Chozas, el concejal de IU que lleva librando esta batalla desde que en 2000 "cambi¨® la filosof¨ªa del desarrollo" y que ha pedido la creaci¨®n de una comisi¨®n especial en el Congreso para estudiar el asunto.

Pero ya no est¨¢ solo. El pasado 2 de marzo, durante el acto de entrega de premios de la Real Fundaci¨®n de Toledo, su presidente, Gregorio Mara?¨®n y Bertr¨¢n de Lis, en un discurso pronunciado delante del rey Juan Carlos; la ministra de Cultura, Carmen Calvo; el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, y el propio alcalde de Toledo, Jos¨¦ Manuel Molina, llamaba la atenci¨®n sobre "el reconocimiento que debe tener la arqueolog¨ªa cuando, lamentablemente, la investigaci¨®n de los restos que constituyen nuestra memoria se considera m¨¢s riesgo que oportunidad, y los hallazgos, cuando se producen, m¨¢s hipoteca que riqueza. La preservaci¨®n del paisaje hist¨®rico toledano, y quiz¨¢ de una parte de su riqueza arqueol¨®gica, corren un peligro inminente", dijo, a sabiendas de que la ciudad vive un momento clave con 66.000 viviendas proyectadas de aqu¨ª a 2016 en su Plan de Ordenaci¨®n Municipal.

"Quieren hacer de Toledo la sucursal de Madrid. Una ciudad-AVE. Porque s¨®lo se concibe el crecimiento en t¨¦rminos cuantitativos, no en patentes, y esto es propio de un pa¨ªs inculto, de una democracia iletrada", comenta Alfredo P¨¦rez de Armi?¨¢n, presidente de la asociaci¨®n en defensa del patrimonio Hispania Nostra. "Esto pone de manifiesto la inacci¨®n de las administraciones p¨²blicas en la defensa del patrimonio", a?ade.

Mientras el Ministerio de Cultura, tras haber recibido varias denuncias, elabora un informe sobre el asunto que emitir¨¢ a la consejer¨ªa, gran parte del peso de esta disyuntiva, que obliga a optar entre las "reveladoras" piedras visigodas o los ladrillos "del progreso", recae sobre los arque¨®logos.

Ellos deben elaborar los informes que determinen qu¨¦ hay en el subsuelo y qu¨¦ se puede hacer finalmente con esos terrenos. Contratados por las empresas promotoras -p¨²blicas, como la Empresa Municipal Vega Baja, del Ayuntamiento, y privadas, como Hupaco o Palomarejos Altos-, son los encargados de hacer los estudios para las constructoras que corren con los cuantiosos gastos de las excavaciones, tal y como dicta la Ley de Patrimonio Hist¨®rico de Castilla-La Mancha desde que en 1990 fueran transferidas las competencias. Los arque¨®logos, que viven con entusiasmo el hallazgo, se encuentran as¨ª en una encrucijada, conscientes de que sus apreciaciones pueden impedir el desarrollo de las obras e ir en contra de sus propios clientes, que, al fin y al cabo, les contratan y les pagan.

"Lo que hay que entender es que la historia no est¨¢ en los monumentos, o no s¨®lo, sino en el entramado de las edificaciones, en las calzadas, en las casas, en sus habitaciones, sus cocinas... Lo importante es el conjunto. Las piedras hablan de un pasado que explica un presente, incluso un futuro", comenta un arque¨®logo que trabaja en la zona y que, como todos, prefiere no dar su nombre.

La palabra "integraci¨®n", usada por pol¨ªticos y promotores y aplicada a los yacimientos arqueol¨®gicos, pone los pelos de punta a m¨¢s de uno despu¨¦s de ver c¨®mo se han "integrado" otros restos en la zona. Es el caso del edificio de Fremap, que oculta en sus s¨®tanos los muros del palacio visigodo conocido como Pretorio, pegados a los cimientos de hormig¨®n.

Muchos buscan una salida a esta situaci¨®n mediante el acuerdo. Algunos han propuesto alternativas: "Es falso el dilema que contrapone conservaci¨®n a desarrollo", dice Gregorio Mara?¨®n. "De lo que se trata es de elegir entre un modelo de desarrollo, moderno y culto, que respete el paisaje y el patrimonio hist¨®rico, o el puro desarrollismo de los a?os sesenta, que s¨®lo busca maximizar el beneficio inmobiliario. En Toledo, igual que se han rectificado los criterios que arrasaban paisaj¨ªsticamente otras zonas, es necesario salvar la Vega Baja, por su excepcional valor paisaj¨ªstico y arqueol¨®gico, respetando los leg¨ªtimos intereses de los promotores y compradores. Basta con trasladar la edificabilidad prevista a otro lugar. No hacerlo supone una grav¨ªsima irresponsabilidad, y un incalculable perjuicio para el patrimonio com¨²n".