Rosenblum descubre al Picasso conservador
El autorretrato de Pablo Ruiz Picasso de 1906 abri¨® la conferencia que ayer pronunci¨® el profesor Robert Rosenblum en el auditorio del Ministerio de Sanidad y Consumo de Madrid. El paseo del Prado separaba esta sala del cuadro original expuesto en la muestra Picasso traici¨®n y vanguardia del Museo del Prado. La conferencia se enmarca dentro del ciclo organizado como actividad complementaria a la citada exposici¨®n.
"En 1906 Picasso se convirti¨® en Picasso y decidi¨® usurpar el trono al gran maestro C¨¦zanne que muri¨® aquel mismo a?o", explico Rosenblum al enfrentar este cuadro con el autorretrato del pintor franc¨¦s.
La paleta del artista en ambos casos se muestra "como una prolongaci¨®n anat¨®mica de los pintores".
La proyecci¨®n de m¨¢s de una veintena de sus obras desde sus comienzos a finales del siglo XIX hasta los ¨²ltimos que pint¨® en la d¨¦cada de los setenta, permitieron al catedr¨¢tico de la Universidad de Nueva York, Robert Rosenblum, esbozar los v¨ªnculos que unieron al artista malague?o con los grandes maestros como Vel¨¢zquez, Ingres, Rembrandt, Rafael, Matisse, Miguel ?ngel o Leonardo.
Los disfraces
Picasso se retrat¨® disfrazado como un personaje propio de la corte goyesca de Carlos IV; visti¨® a su amigo Jaime Sabartes o los cuellos propios de El Greco y pint¨® a Gertrude Stein siguiendo el estilo de los retratos masculinos del XIX, en el constante di¨¢logo que mantuvo con la historia del arte. "Era un can¨ªbal. Devoraba y diger¨ªa a los maestros", apunt¨® Robert Rosenblum.
La obsesi¨®n que Picasso padeci¨® con la pintura cal¨® en todas las facetas de su vida, y as¨ª el profesor especialista en su obra se?al¨® ayer el parecido que sus mujeres ten¨ªan con algunos cuadros que ¨¦l conoci¨®.
Olga presentaba un notable parecido con un retrato de Ingres y Jacqueline se asemejaba a una mujer pintada por Delacroix en Fonda de Argelia. "Intuyo que Picasso se sent¨ªa atra¨ªdo por mujeres que se parec¨ªan a cuadros. Era una suerte de fantas¨ªa m¨¢gica, un exorcismo en el que una pintura pod¨ªa convertirse en un ser vivo", explic¨® el especialista en Picasso.
El pintor tambi¨¦n transformaba a sus mujeres en nuevas versiones de cuadros de Ingres, Goya o Vel¨¢zquez y se inspir¨® en maternidades renacentistas al retratar a su mujer Olga con su primer hijo. Fascinado por los cuadros que de ni?o vio en el MOMA neoyorquino -"qued¨¦ embrujado por Mujer en el espejo"- Rosenblum lleva 50 a?os estudiando a Picasso.
"Cada vez veo a un artista diferente, es como entrar en un oc¨¦ano m¨¢s y m¨¢s profundo", asegur¨®. Su relaci¨®n con los maestros cl¨¢sicos es uno de los puntos que seg¨²n el profesor ofrece una nueva perspectiva del artista: "Ha cambiado la forma en que le vemos. Es un conservador m¨¢s que un revolucionario porque ha preservado la tradici¨®n y no la ha destruido".
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