Estudios
Una familiar me hace part¨ªcipe de la noticia reproducida por cierto peri¨®dico cat¨®lico, am¨¦n de su sarc¨¢stica aportaci¨®n (de ella, no del rotativo): "Ni tabaco, ni jabugo, ni brandy. Le dir¨¦ el secreto a mi cardi¨®logo, que me hincha a pastillas". Seg¨²n la buena nueva, asistir a misa coadyuva al cuidado del cuerpo, aunque digo yo que tambi¨¦n retrasar¨¢ la reuni¨®n del alma con el Creador al mejorar la salud cardiovascular. Toma el diario esta informaci¨®n de la revista Consumer, que se basa a su vez en una investigaci¨®n hecha en Estados Unidos con 5.000 personas concluyendo que la religiosidad practicante se revela como un m¨¦todo preventivo contra la presi¨®n sangu¨ªnea, dolencia que azota en mayor medida a gentes agn¨®sticas. "Por primera vez ha quedado demostrado que la participaci¨®n en la liturgia tiene unos resultados fisiol¨®gicos" (le encantar¨¢ al Papa, tan amante del ceremonial).
Hete aqu¨ª una nueva disciplina que podr¨ªamos llamar la epidemiolog¨ªa religiosa. Algunos investigadores admiten que no se hacen muchos estudios de epidemiolog¨ªa pol¨ªtica, pese a la insistencia de los salubristas en lo importante que el buen gobierno es para la salud. En este campo lo m¨¢s novedoso fue el a?o pasado la constataci¨®n, por parte de un equipo del que forma parte una profesora de la Universidad de Alicante, de que en democracia mejora la esperanza de vida en un 13%, con independencia de la riqueza del pa¨ªs, reduci¨¦ndose las mortalidades infantil y materna.
No deber¨ªamos dudar de la seriedad de estos an¨¢lisis, pero la verdad es que se publican para todos los gustos y para todos los intereses, incluyendo algunos del g¨¦nero perogrullesco, y otros tan contradictorios o variables qual piuma al vento. ?Recuerdan que hace a?os estaba rigurosamente prohibido poner a los beb¨¦s boca arriba y que ahora es obligatorio para evitar la muerte s¨²bita? ?Y la buena/ mala fama consecutivas que hemos dado a la aspirina? ?Verdad que antes el vino estaba vetado a ciertas patolog¨ªas y ahora se recomienda una copita para la circulaci¨®n?
Hasta anteayer la cerveza hinchaba el vientre y daba gases. Ahora sus catequinas y flavonoides son antioxidantes; ayuda contra las "agujetas"; protege los huesos y el sistema cardiovascular; aumenta los linfocitos y lucha contra las infecciones y la diabetes. Dicen que aumenta la funci¨®n cognitiva (siempre que no te pases y acabes no conociendo ni a tu madre) Su silicio, mano de santo contra el Alzheimer, y una sustancia osm¨®ticamente activa facilita el vaciado g¨¢strico. Son estudios financiados por las empresas cerveceras y no digo que no haya quien investiga con rigor y honestidad, pero tampoco conviene olvidar la controversia ¨¦tica sobre si es leg¨ªtimo ocultar aquellos ensayos que arrojan resultados desfavorables: muchas veces se guardan en un caj¨®n y santas pascuas.
Volviendo al l¨²pulo, en un balneario checo ofrecen ba?os terap¨¦uticos y desde el antiguo Egipto, con Herodoto por testigo, la cerveza vale para el cutis y para desenredar los cabellos (aunque tambi¨¦n si abusas te puede enredar la lengua, por eso est¨¢ bien el lema para la juventud: "un dedo de espuma, dos dedos de frente")
Otra investigaci¨®n concluye que los helados tan consumidos por aqu¨ª tienen ese mismo punto benefactor de la liturgia, ya que reducen el estr¨¦s, y seg¨²n especialistas resultan tan sanos para el cuerpo como para la mente. Lo del excesivo aporte cal¨®rico, explican, tiene m¨¢s de mala fama que de realidad. Parece que este estudio est¨¢ avalado por varias universidades, pero otros desprenden un cierto aroma fullero o chapucero, m¨¢s cerca del chascarrillo de barber¨ªa que de la sociolog¨ªa homologada.
Ahora muchas indagaciones se hacen por Internet y hay respondedores quasi profesionales que se abonan a ser consultados hasta cinco veces por semana con tal de entrar en el sorteo de c¨¢maras digitales. ?De verdad son fiables las conclusiones extra¨ªdas de estos cibersondeos? Antes al menos las encuestas se hac¨ªan a mano. Como aquellas cochinadas que, seg¨²n los expertos de sotana, secaban la m¨¦dula de nuestros muchachos (?las chicas tampoco ten¨ªamos m¨¦dula?).
Quiz¨¢ convendr¨ªa hacer un estudio sobre los estudios.
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