Dos gemelos polacos

El hecho de que dos hermanos gemelos, Lech y Jaroslaw Kazcynski, ocupen los dos cargos m¨¢ximos del Estado en Polonia, Lech, el de presidente de la Rep¨²blica, y Jaroslaw, el de primer ministro, es sin duda una an¨¦cdota muy curiosa, se supone que sin precedentes, pero en principio a nadie habr¨ªa de irritar al haberse producido por cauces perfectamente democr¨¢ticos. Y, sin embargo, las irritaciones son muchas, tanto dentro como fuera del pa¨ªs. Los hermanos Kazcynski, que rompieron con el movimiento de Solidaridad por buscar ¨¦ste una transici¨®n democr¨¢tica sin revanchismos, han demostrado en muy poco tiempo que ante todo se mueven por sus fobias y por lo que sus muchos cr¨ªticos consideran mera falta de recursos.

Tras las elecciones de oto?o pasado se negaron a una gran coalici¨®n con los liberales, cuya pol¨ªtica econ¨®mica en principio era la misma. Por el contrario, en cuanto tuvieron problemas con su posici¨®n minoritaria en el Parlamento formaron una coalici¨®n con dos partidos radicales y populistas, Autodefensa y La Liga de las Familias, uno de ellos algo as¨ª como nacional-sindicalista y el otro, ultraclerical. El resultado es una alianza en la que reinan las pasiones, las fobias y las misiones hist¨®ricas, donde el sentido com¨²n parece proscrito y las relaciones internacionales se han visto perjudicadas por falta de seriedad y profesionalidad. Los intentos de descalificar a los polacos que no participan de su revanchismo es su reflejo m¨¢s antidemocr¨¢tico. As¨ª, el mensaje del poder bajo los Kazcynski es antirruso y antialem¨¢n, anticomunista y antiliberal, intervencionista y proamericano, hom¨®fobo y clerical, populista y pretencioso y profundamente nacionalista.

Pese a los hermanos Kazcynski, y como Polonia es un gran pa¨ªs de la UE, en su partido ha habido gente muy capaz, como el hasta ahora primer ministro, Kazimiercz Marcinkiewicz. Pero hace una semana present¨® su dimisi¨®n, todo indica que presionado para dejar v¨ªa libre al t¨¢ndem de los gemelos. Ayer, Jaroslaw Kazcynski, nuevo primer ministro, obtuvo un voto de confianza del Parlamento gracias a la exc¨¦ntrica mayor¨ªa de que goza. Observadores polacos dicen que la econom¨ªa y el tejido social aguantar¨¢ las extravagancias de los gemelos hasta que pasen a ser an¨¦cdota de verdad. Pero ni la sociedad polaca ni Europa se merecen en Polonia un Gobierno ante el que la mejor soluci¨®n que se espera es la limitaci¨®n de da?os.