Manuel de Muga, editor

Manuel de Muga, fallecido en la noche del pasado 18 de julio, ha tenido un important¨ªsimo papel en la edici¨®n de arte, que lo convierte, a su vez, en figura clave de la historia del arte mismo.

El reconocimiento nacional e internacional a su trabajo ha inducido a numerosos artistas del m¨¢ximo prestigio a solicitar su colaboraci¨®n para la impresi¨®n de sus monograf¨ªas, y libros como los dedicados a Joan Mir¨®, Antoni T¨¤pies, Francis Bacon, Henri Moore y Marx Ernst, destacan en las bibliograf¨ªas respectivas y le han hecho merecedor de ser considerado el mejor editor de monograf¨ªas art¨ªsticas de Europa.

Esta acci¨®n tiene antecedentes que conviene recordar. Nacido en 1916, Muga era hijo de un impresor que hab¨ªa abierto su negocio, con algunos socios, dos a?os.

La iniciaci¨®n de Manuel de Muga en la actividad familiar se produjo muy pronto, a los 14 a?os de edad, debido a la temprana muerte del padre. La edici¨®n habr¨¢ de esperar varias d¨¦cadas -ni las circunstancias sociales ni las condiciones del arte en nuestro pa¨ªs eran todav¨ªa propicias-.

El primer libro, de Ediciones Pol¨ªgrafa, publicado en 1968, cuando era ya propietario ¨²nico de la imprenta, es Picasso en Catalu?a, con texto de Josep Palau Fabre, y esta primera colaboraci¨®n entre Muga y el citado poeta catal¨¢n tendr¨ªa continuaci¨®n m¨¢s tarde con tres vol¨²menes sobre el pintor Pablo Picasso.

Un paso decisivo ser¨ªa su amistad con Joan Prats, el gran amigo de Joan Mir¨®, que dar¨ªa como frutos imediatos la colecci¨®n Fotoscop, dirigida por Joan Prats y Joaquim Gomis, y libros sobre T¨¤pies y Joan Mir¨®.

La relaci¨®n de artistas tanto catalanes y espa?oles en general como de otros pa¨ªses es larga y fundamental para la bibliograf¨ªa art¨ªstica. Y no s¨®lo para la dedicada al arte contempor¨¢neo.

Recordemos la colecci¨®n Biblioteca de Arte Hisp¨¢nico, donde junto a t¨ªtulos sobre diferentes momentos del pasado, vemos los dedicados por Josep Gudiol a Vel¨¢zquez, El Greco y Goya -en el ¨²ltimo caso en cuatro vol¨²menes-. Porque otro hecho a destacar es la importancia y el rigor de los autores, elegidos entre los m¨¢s valiosos y mejores conocedores de los artistas a tratar.

Cap¨ªtulo, igualmente importante es la edici¨®n de obra gr¨¢fica, en la que encontramos, entre muchos otros, a la mayor parte de los artistas contempor¨¢neos citados.

La primera experiencia fue con un aguafuerte de Antoni T¨¤pies, en 1964. Algunos de ellos, como el mismo T¨¤pies, Mir¨® y Joan Brossa, realizaron para Manuel de Muga libros de artista, con grabados o litograf¨ªas originales que hac¨ªan de estos libros verdaderas de arte por s¨ª mismas.

Estas ediciones y las relaciones establecidas con los artistas indujeron a Manuel de Muga y a su hijo Joan a abrir una galer¨ªa de arte, en 1976, en Barcelona a la que dieron el nombre de Joan Prats, reconociendo de este modo el papel que ¨¦ste tuvo en el inicio de todo este proceso.

Merecen ser recordadas tambi¨¦n las agendas, primero con fotograf¨ªas de ciudades y luego con reproducciones de obras de arte dedicada cada una de ellas a un artista.

Y, con este legado editorial, que es ya historia y que ha dejado abierto al futuro, est¨¢ viva en nuestra memoria la calidad moral de Manuel de Muga.

La persona, respetada por todos, su discreci¨®n y modestia, su trato afable, junto un gran empuje y la ambici¨®n de llevar a cabo la obra bien hecha, que nos explican su acci¨®n como editor e impulsor del arte.

Adem¨¢s del impulso que di¨® a artistas concretos de gran prestigio, su trabajo como editor de obra gr¨¢fica supuso un notable impulso para artistas menos conocidos. El arte espa?ol, y m¨¢s concretamente el catal¨¢n, se ha beneficiado de una larga vida de trabajo y pasi¨®n por el arte al que atendi¨® y sirvi¨® por encima de todo contratiempo.

Todo ello le hace sobradamente merededor de nuestro reconocimiento.