Un banco de medusas asciende por el litoral

El banco de medusas instalado en el litoral del Garraf, Castelldefels y Gav¨¤ que ha provocado en una semana centenares de picaduras a los ba?istas se extendi¨® ayer hacia El Prat, donde pasado el mediod¨ªa la Cruz Roja opt¨® por izar la bandera roja, que proh¨ªbe el ba?o.

Las playas de Castelldefels y Gav¨¤, con pocos ba?istas junto al mar y unos cuantos m¨¢s tendidos sobre la toalla alrededor de las duchas, mostraban ayer una imagen inusual en un d¨ªa de finales de julio. Junto al puesto de vigilancia de la Cruz Roja, la bandera roja y otra blanca con el dibujo de una medusa alertaban a los usuarios de que el ba?o segu¨ªa prohibido desde el viernes. Desde el lunes de la semana pasada hasta el domingo, la Cruz Roja asisti¨® en estos dos municipios a 776 ba?istas que hab¨ªan sufrido la picadura de una medusa o hab¨ªan entrado en contacto con el l¨ªquido urticante que segregan. A todos se les aplic¨® sobre la piel enrojecida agua salada y vinagre, y se les advirti¨® de que el agua dulce no hace nada m¨¢s que aumentar el molesto escozor.

La Cruz Roja destina 34 personas a informar de la inconveniencia de ba?arse en el mar

Pese a las advertencias, ayer algunas personas continuaban ba?¨¢ndose. "La tentaci¨®n es grande. He entrado s¨®lo un momentito", se justific¨® Jes¨²s Manuel Mart¨ªnez. Un rato antes hab¨ªa ido con su mujer a la playa de Gav¨¤. All¨ª fueron informados de que no pod¨ªan ba?arse y se desplazaron a Castelldefels, donde se encontraron con el mismo problema.

Elena Hervello intent¨® ba?arse, pero la disuadi¨® la visi¨®n de dos medusas. Un rato despu¨¦s, tras m¨¢s de una hora de sol, lo quiso intentar de nuevo. "Me arriesgo", dijo. Dos ni?os de 10 a?os jugaban a las palas dentro del agua. "?Qu¨¦ quiere decir la bandera blanca?", pregunt¨® uno. A la respuesta de que indica que hay medusas, respondi¨® con una sonrisa triunfante: "S¨ª, ayer pesqu¨¦ dos con un palo". Mientras, el padre de su amigo se ba?aba unos metros m¨¢s all¨¢ con un beb¨¦ en brazos.

Treinta y cuatro personas de la Cruz Roja informan a los ba?istas en Gav¨¤ y Castelldefels. En una semana, han aconsejado a 1.600. De ellos, 158 optaron por hacer caso omiso y echarse al agua. Una embarcaci¨®n avisa igualmente del peligro a los que nadan lejos de la costa.

Frente a los ba?istas m¨¢s despreocupados, la mayor¨ªa actuaron de acuerdo con las advertencias. Un grupo hab¨ªa extendido las toallas al lado de las duchas en Castelldefels. "Al ver la bandera roja, hemos preguntado a la Cruz Roja qu¨¦ pasaba. Nos estamos mojando en las duchas", explicaron. Lo mismo que unos j¨®venes franceses que, pese a no tener conocimientos del castellano, estaban informados de que era peligroso ba?arse, indicaciones que siguieron pese al fastidio que eso supon¨ªa para su semana de vacaciones.

La presencia de medusas ha afectado de forma desigual a los negocios de la costa. Nelson Alterni, responsable de un chiringuito de helados situado en medio de la arena, afirmaba: "Por lo menos hay un 40% menos de gente" en la playa; por tanto, muchos menos clientes. "Esperemos que se vayan pronto; si no, saldr¨¦ a cazar medusas", a?adi¨®. Los propietarios de un restaurante pizzer¨ªa del paseo mar¨ªtimo no pensaban lo mismo. Los ba?istas, acalorados por no poder acceder al agua, optaban por refrescarse a la sombra en su terraza con una bebida bien fr¨ªa.