Dos bloques se enfrentan en Roma
Washington encabeza el grupo que justifica a Israel, y Mosc¨², el que reclama un alto el fuego
Cese de hostilidades, despliegue internacional y ayuda humanitaria son los tres grandes temas que 13 pa¨ªses y 5 representantes de organismos internacionales, uno de la ONU, otro del Banco Mundial y tres de la Uni¨®n Europea, abordar¨¢n en la cumbre sobre L¨ªbano convocada hoy en Roma, con el objetivo de encontrar un lenguaje com¨²n para las diversas visiones externas del conflicto.
Las posiciones mantenidas hasta ahora por los pa¨ªses en cuesti¨®n sugieren la existencia de dos bloques b¨¢sicos. Uno, que abarca a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canad¨¢, ha dado prioridad al derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hezbol¨¢ y Ham¨¢s. El otro, configurado por Rusia, Francia, Espa?a e Italia, ha insistido, sobre todo, en la desproporci¨®n de la reacci¨®n israel¨ª. Turqu¨ªa, promotora de la Alianza de Civilizaciones junto a Espa?a, est¨¢ m¨¢s cerca de este bloque.
Los temas de la cumbre son cese de hostilidades, despliegue internacional y ayuda humanitaria
Los tres pa¨ªses ¨¢rabes convocados, Egipto, Arabia Saud¨ª y Jordania, van de la mano y en solidaridad con L¨ªbano, el participante n¨²mero 13?, tras haber jugado m¨¢s de una carta. Su primera reacci¨®n a la crisis del 12 de julio fue de condena de Hezbol¨¢ y de Ham¨¢s, paradigmas de un integrismo que amenaza en sus propias casas. S¨®lo d¨ªas m¨¢s tarde clamaron por que cese la tragedia libanesa.
Son ellos los que han puesto sobre la mesa una propuesta de alto el fuego con puntos pol¨ªticos b¨¢sicos: liberaci¨®n de los soldados israel¨ªes secuestrados y de los l¨ªderes palestinos detenidos en Israel; despliegue de una fuerza internacional y repliegue del Ej¨¦rcito israel¨ª a sus fronteras; aplicaci¨®n de la resoluci¨®n 1559 del Consejo de Seguridad, que prev¨¦ el desarme, y disoluci¨®n de Hezbol¨¢.
Estos elementos han ido adquiriendo un consenso creciente, pero el problema es que su interpretaci¨®n var¨ªa seg¨²n desde d¨®nde se vean. La fuerza internacional es para la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, una verdadera fuerza de interposici¨®n guiada por "un mandato robusto", seg¨²n ha reiterado, que la convierta en el instrumento indispensable para desarmar a la milicia chi¨ª. Del lado franc¨¦s y ruso se ha hablado, en cambio, de una fuerza de estabilizaci¨®n m¨¢s modesta, capaz de reforzar las limitadas capacidades del Ej¨¦rcito de L¨ªbano, pero no de concluir sus tareas incumplidas.
Tambi¨¦n hay dos conceptos del cese de hostilidades. Rice no lo quiere sin el citado "mandato robusto", porque ¨²nicamente servir¨ªa para "congelar el statu quo" hasta que se produzca un nuevo estallido. Para el otro lado, el alto el fuego no admite paliativos ni aplazamientos, dada la situaci¨®n de seguridad y humanitaria.
Los dos bloques no son, en todo caso, monol¨ªticos. Alemania y Reino Unido admitieron el 16 de julio que el comunicado del G 8 no mencionaba el alto el fuego porque EE UU no lo quer¨ªa, aunque al d¨ªa siguiente s¨ª incluyeron su menci¨®n en las conclusiones del Consejo de Relaciones Exteriores de la UE. Hay, por otro lado, una curiosa coincidencia entre Rice y su colega franc¨¦s, Philippe Douste-Blazy, quien, pese a reclamar el alto el fuego inmediato, considera la fuerza internacional con menos urgencia que, por ejemplo, Espa?a. Francia y Alemania buscaban ayer una convergencia sobre la propuesta ¨¢rabe. Pero ninguno de estos pa¨ªses se muestra dispuesto a enviar soldados a L¨ªbano. EE UU y Francia, por no reavivar sus malas experiencias militares en la regi¨®n. Alemania exige que se lo pidan tanto Hezbol¨¢ como Israel.
Queda margen para que el arte de la diplomacia y la magia del lenguaje produzcan el despliegue y el alto el fuego, incluso sin menoscabo de los objetivos militares que Israel se hab¨ªa fijado al inicio de su campa?a.
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