La soluci¨®n pasa por Palestina

A pesar de que el emperador Tito expuls¨® a casi todos los jud¨ªos de la actual Palestina en el a?o 70 de nuestra era, el Estado de Israel deber¨ªa aplicar la vieja t¨¢ctica romana del divide et imperas (divide y vencer¨¢s) en su confrontaci¨®n con Hezbol¨¢. Por su seguridad y por la seguridad de Occidente, que, aunque muchos en Europa se empe?en en ignorarlo, es lo que est¨¢ en juego en esta sexta guerra que se libra en Oriente Pr¨®ximo desde el nacimiento en 1948 del Estado hebreo. Una guerra provocada por el ataque repentino de una milicia fundamentalista chi¨ª, al servicio de los ayatol¨¢s iran¨ªes, contra el territorio de un pa¨ªs soberano desde una naci¨®n vecina, solo te¨®ricamente soberana, como los hechos posteriores han demostrado. Est¨¢ visto que a Israel le salen caras las retiradas. Y la del sur del L¨ªbano completada hace seis a?os, especialmente cara. Primero, porque la llamada calle ¨¢rabe siempre interpreta esas retiradas como derrotas israel¨ªes. Segundo, porque en lugar de apaciguar el odio hacia Israel, lo incrementa hasta l¨ªmites insospechados. Y, desgraciadamente, esta animadversi¨®n se registra no s¨®lo en la calle ¨¢rabe, sino en otras calles de pa¨ªses que han sido sometidos a las bondades de atentados terroristas de inspiraci¨®n fundamentalista.

El peligro del conflicto actual es que un enfrentamiento secular ¨¢rabe-israel¨ª a causa de Palestina se quiere convertir por los fundamentalistas en una yihad contra Occidente utilizando a Israel como trasero. Porque, no nos enga?emos, a lo que aspiran los que err¨®neamente interpretan el islam en su propio provecho es a restablecer el wafq isl¨¢mico, o el dominio sobre los, para ellos, sagrados territorios dominados una vez por el islam. En una palabra, el califato desde Al Andalus a Irak, como ya anunci¨® Osama bin Laden tras la masacre de las Torres Gemelas y acaba de reiterar su segundo, Ayman al Zawahiri. El peligro es que el comprensible nacionalismo ¨¢rabe tras la dominaci¨®n colonial europea se convierta -de hecho, se est¨¢ convirtiendo- en un panislamismo que rechaza todo lo que representa Occidente. Israel ha captado la nueva situaci¨®n y, de ah¨ª, su contundente respuesta. Por primera vez desde 1948 sabe que su propia existencia peligra. Por eso, y tambi¨¦n por primera vez, en un pa¨ªs donde las discusiones acaloradas son el hobby nacional -hay una veintena de partidos en un Parlamento de 120 diputados-, existe casi unanimidad en el apoyo al Gobierno en esta ocasi¨®n. (Por cierto, no se oye hablar de los 300.000 desplazados israel¨ªes que han tenido que abandonar sus casas desde Haifa a Metula para emigrar al sur del pa¨ªs huyendo de los cohetes de Hezbol¨¢).

Israel deber¨ªa aprovechar este conflicto, que no ha buscado, para hacer una oferta seria de paz a los palestinos y volver al viejo esp¨ªritu de Oslo de paz por territorios y no guerra por territorios, que es lo que desean, naturalmente, los que no quieren la paz. Como defend¨ªa en estas mismas p¨¢ginas el escritor israel¨ª David Grossman, un acuerdo sobre Palestina es ahora m¨¢s urgente que nunca. Los palestinos, a pesar de las negativas del ala extremista de Ham¨¢s, teledirigida desde Damasco, han aceptado hace tiempo, aunque sea a rega?adientes, la existencia de Israel. Y lo mismo ocurre con la inmensa mayor¨ªa de los israel¨ªes, que saben que la propuesta de los dos Estados, contenida en la Hoja de Ruta, es ya inamovible. Israel debe separar los dos conflictos. Se har¨ªa un gran servicio a s¨ª mismo y, sobre todo, permitir¨ªa que los reg¨ªmenes ¨¢rabes moderados, todos sun¨ªes, que temen al establecimiento de un dominio chi¨ª en la zona liderado por Teher¨¢n mucho m¨¢s que a Israel, pudieran volver a su posici¨®n inicial de condena de Hezbol¨¢. Con una propuesta realista y sincera a los palestinos, Ehud Olmert podr¨ªa introducir una cu?a en el frente panisl¨¢mico a punto de cuajar en la zona. Bill Richardson criticaba el martes a George Bush por su simpleza al dividir al mundo en buenos y malos: "Si s¨®lo hablamos a los buenos, acabaremos teniendo por ¨²nico interlocutor al Vaticano". Olmert deber¨ªa hacerse la misma reflexi¨®n que el ex embajador norteamericano en la ONU. No al di¨¢logo con los que sue?an con la destrucci¨®n de Israel. S¨ª al acuerdo razonable con los palestinos. Que no olvide que Bush no es eterno y que un antecesor suyo, Dwight Eisenhower, dej¨® plantado a Israel en Suez hace ahora 50 a?os.