'El baile de los pajaritos'
- 1981. Se legaliza el divorcio -hasta entonces, era de contrabando- y se produce el primer fin del mundo en democracia. El ¨²ltimo, para situarnos, ha sido el Estatut. Caso Almer¨ªa: unos chicos de la Benem¨¦rita se enfrentan al espinoso tema vasco con una de cal y otra de arena. Literalmente, glups. Se estrena, con dificultades y tras cinco a?os de mal rollo, el filme El crimen de Cuenca, protagonizado por la Benem¨¦rita de inicios del siglo XX. O no. Se produce la intoxicaci¨®n, o lo que sea, de la colza. El ministro del ramo asegura que es una enfermedad transmitida por un bichito tan peque?o que, si se cae de la mesa, se mata. La descripci¨®n, poco cient¨ªfica, coincide cient¨ªficamente con la de El Fari. En otro orden de cosas, la canci¨®n del verano fue El baile de los pajaritos, del d¨²o Mar¨ªa Jes¨²s & Su Acorde¨®n.
- Las danzas en c¨ªrculo. Cuando lleg¨® a Espa?a, El baile de los pajaritos ya hab¨ªa sido un ¨¦xito en otras culturas europeas. Aqu¨ª fue interpretado por la franquicia de Mar¨ªa Jes¨²s, que aquel agosto hizo su agosto. Una coreograf¨ªa que sab¨ªa todo el mundo, y que todo el mundo bailaba en c¨ªrculos, como las tribus en las pelis de tribus. En cierta manera, eso es lo que ha pasado ese a?o. Tras el Tejerazo, se intensifica el baile en c¨ªrculo, los esfuerzos por la cohesi¨®n. Se hace pi?a en torno a la democracia conseguida. Se lanzan vivas al pack Constituci¨®n-Rey, imposibles de escuchar hace tan s¨®lo unos meses. Quien no est¨¢ en el c¨ªrculo, no est¨¢ en la tribu. La tribu, a su vez, reformula lo que ha pasado en los ¨²ltimos a?os a trav¨¦s de nuevos neologismos. Ruido de sables, que viene a sustituir la alocuci¨®n ej¨¦rcito-involucionista; responsabilidad ejemplar del pueblo espa?ol, una forma de no hablar de posibles temas pendientes; o juancarlista, una forma de decirse mon¨¢rquico sin tener que utilizar esa palabra hist¨®ricamente tan fea. Nace, o se sella, lo que Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n denominaba "el cuento del rey bueno y el pueblo responsable", la vulgata de la Transi. Fuera del c¨ªrculo hace mucho fr¨ªo. Quien est¨¦ fuera del c¨ªrculo corre el serio riesgo de ser calificado como desestabilizador, resentido, radical. Y, con el tiempo, como friqui. A finales del siglo XX, incluso, como antidem¨®crata.
- Los hijos de la acordeonista. Los pajaritos se han vuelto end¨¦micos. Esta ma?ana a primera hora, Mar¨ªa Jes¨²s act¨²a en un bar en Benidorm, en el que ejerce de Elvis en Las Vegas. Pero con acorde¨®n. Y en Benidorm. Cada noche, un p¨²blico fiel va a escuchar c¨®mo toca cantos regionales. En un momento dado, toca Los pajaritos. En ese momento, todos los ni?os del local, que ignoran qui¨¦n fue Tejero, Su¨¢rez o Nadiuska, salen a bailar a su vera. En c¨ªrculos. Se saben al dedillo una coreograf¨ªa creada hace varias d¨¦cadas. En lo que, tal vez, sea una met¨¢fora.
- No s¨¦ usted. Tengo 16 tacos. S¨®lo voy a Francia a entierros. El ¨²ltimo es ya una met¨¢fora. El cura -primera met¨¢fora: hab¨ªa cura-, ojea la bandera tricolor sobre la caja del interfecto y va y dice: "Estamos aqu¨ª reunidos para acordarnos de nuestro hermano... ?Belga?". La Rep¨²blica, snif, ya no la conocen ni los profesionales de la caridad. Tambi¨¦n voy a alguna boda. Una prima, que est¨¢ que cruje, se casa con un pollo de una familia militar y lefevrista. Nos caen dos horas de misa en lat¨ªn y todos los uniformes descartados por Rub¨¦n Dar¨ªo. Tras el cenorrio, los lefevristas y los aviadores de la Rep¨²blica bailan como posesos La danse des canards -es decir, El baile de los pajaritos 0.1-, que escucho y veo at¨®nito por primera vez. Si bien no bailan en c¨ªrculo, en Espa?a suceder¨¢ en cierta manera lo mismo dentro de unos meses. El matrimonio de mi prima, por cierto, dur¨® lo que un perro en misa -lefevrista-. Espa?a, descripci¨®n de un instituto p¨²blico (y II): los profesores, muy progres, dicen que somos muy pasivos. Que, hum, tal y como est¨¢ de liado el mundo de los neologismos cohesionadores, igual significa en realidad tontos-del-bote.
Las canciones del a?o
Fuente: 40 Principales
Johnny & Mary. Robert Palmer
No hago otra cosa que... J. M. Serrat
Se?or. Pecos
Te quiero. Jos¨¦ Luis Perales
Stars on 45. Stars on 45
Ma quale idea. Pino d'Angio
T¨², s¨®lo t¨². Bert¨ªn Osborne
Salta. Tequila.
M¨¢rchate ya / M¨¢s all¨¢. Miguel Bos¨¦
Querer y perder. Dyango
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.